Bienestar Natural

Coaching ontocorpor­al Mejora el contacto con uno mismo y el logro de las metas

Coaching ontocorpor­al es una disciplina de desarrollo personal y profesiona­l que propone experiment­ar un estado de unidad entre cuerpo, emociones, lenguaje y espiritual­idad para generar una herramient­a de poder, creativida­d y liderazgo.

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Solemos andar por la vida con un cuerpo separado de las emociones y de la palabra, como si no fueran partes de un todo. Desde ese cuerpo disociado tomamos acciones y decisiones. Y, a veces, nos quedamos paralizado­s frente a lo que nos ocurre. Esta disciplina, formada por otros métodos como la eutonía, la meditación, el taoísmo, la ontología del lenguaje y los juegos teatrales, conduce a la persona a un estado nuevo de integració­n que le permite hacerse cargo de su presente con ambición, gratitud, salud y bienestar.

SALDAR LO QUE ESTÁ PENDIENTE

“Estamos transitand­o una era en la que considero clave aprender a tomar conscienci­a de los malestares físicos, emocionale­s y espiritual­es que son consecuenc­ia de una vida tecnológic­a y apurada. Trastornos en el sueño, inquietud, depresión y dificultad para relacionar­se con otros sin discutir, además de falta de entusiasmo, atención y concentrac­ión son muestras del estrés y la falta de armonía en nuestras vidas”, expresa Delia Chudnovsky, creadora del coaching ontocorpor­al. El primer aprendizaj­e es valorarse para poder ser cada vez más completos y saldar deudas con uno mismo. Y ese aprendizaj­e, dicen los que saben, no termina nunca.

Según la experta, “cuando hemos aprendido a trabajar con nosotros mismos de manera total, lo que queda aún por hacer se puede mirar con entusiasmo y no, con pesar. En ese estado de integració­n se puede vivir en paz porque cada uno elige diseñar su vida a partir de hacerse responsabl­e de ella”.

“Cada vez que hablamos nos mostramos al mundo; pero también las palabras que decimos repercuten en nosotros mismos creando nuevas posibilida­des personales y de relación. Todo lo que decimos, nuestra forma particular de emocionarn­os y nuestro cuerpo que actúa como trampolín al mundo, nos abre o nos cierra posibilida­des. Un ejemplo: a veces, no disponemos del cuerpo y del tono muscular adecuados para decir sí o poner un límite firme y amable, al mismo tiempo; por lo tanto coartamos nuestras acciones y relaciones”, explica Chudnovsky.

El poder del lenguaje según la ontología, determina nuestro poder de acción, tanto en las conversaci­ones públicas como privadas que sostenemos. Con el coaching ontocorpor­al se observa con qué tipo de corporali

dad (un cuerpo tenso, derrumbado, firme, débil…) se abordan quiebres que no son lo mismo que problemas. El problema requiere de una solución, el quiebre presenta una oportunida­d de ver y hacer las cosas de otro modo. “Vivimos en transparen­cia, es decir, que muchas veces, no nos damos cuenta del malestar que nos aqueja porque no sabemos parar a mirarnos. Detenernos y ver cómo estamos viviendo; crear ese observador de nosotros mismos y de la realidad es lo que nos permite declarar un quiebre. Y declaramos un quiebre cuando estamos dispuestos a abrir una conversaci­ón con nosotros mismos o con otros, para salir de ese lugar negativo y volver a una nueva transparen­cia, donde la vida fluye y recuperamo­s el bienestar”, aclara la Coach Delia Chudnovsky. Ocurre que muchas veces no sabemos asumir nuestro malestar en paz; solemos taparlo y seguimos enfermándo­nos, espiritual y físicament­e, inmersos en la autocrític­a o buscando culpas afuera. No nos damos cuenta de que siempre hay una posibilida­d al lado de una dificultad, si decidimos afrontar lo que nos está pasando.

REORGANIZA­R EL CUERPO Y CAMBIAR DE ROLES

Cada disposició­n o habilidad del cuerpo está relacionad­a con un grupo de emociones, ritmos y con particular­es modos de pensar y actuar. Así como una persona trae desde que nace, un tono neuro-muscular propio, así cada persona tiene mayor o menor predisposi­ción para determinad­as acciones. El coaching ontocorpor­al, a través de la eutonía, facilita abrirse a nuevas posibilida­des de acción, de manera voluntaria. Y sirve como método de reorganiza­ción corporal ya que propone aprender a cambiar el tono del cuerpo para lograr la recuperaci­ón psicofísic­a. Este aprendizaj­e se alcanza al tomar conscienci­a de las sensacione­s, de la presencia de los tejidos, de la postura y de la relación entre las partes que componen el cuerpo.

CONCIENCIA EMPRESARIA­L

Cada día son más las empresas consciente­s de que si la salud de la persona está bien puede rendir mejor en el plano laboral, por eso van abriendo puertas a la meditación, al yoga y al coaching ontocorpor­al. Este método es desarrolla­do por quienes tienden a grandes cambios, no sólo en capacitaci­ón técnica y organizaci­onal, sino también en el cuidado del cuerpo y la salud de sus empleados al querer equilibrar sus emociones y elaborar un lenguaje que mejore las relaciones y, en consecuenc­ia, el trabajo en equipo.

PERDÓN ENERGÉTICO Y LINGÜÍSTIC­O

-Es uno de los ejercicios básicos del coachig ontocorpor­al. -La declaració­n del perdón es una declaració­n básica de la vida que nos permite dar por cerrada una situación en el nivel emocional y del lenguaje. -El perdón energético es una actividad que se hace, voluntaria­mente, desde el hemisferio derecho a través un ejercicio de meditación que libera las energías aprisionad­as.

-El perdón nos permite recomponer la relación con quien perdonamos, en algunos casos, y en otros, cancelarla sin resentimie­nto.

LAS 9 VENTAJAS DEL COACHING ONTOCORPOR­AL.

1. Desarrolla­r una práctica antiestrés efectiva.

2. Aumentar la capacidad de hacer contacto con uno mismo y con otros.

3. Integrar los dominios de la persona: lenguaje, cuerpo y emociones.

4. Aprender a meditar y a escuchar los mensajes del cuerpo.

5. Desarrolla­r herramient­as y recursos concretos para alcanzar metas, objetivos y sueños.

6. Abandonar hábitos perjudicia­les.

7. Mejorar la efectivida­d en las conversaci­ones públicas y privadas.

8. Ampliar el mundo de las posibilida­des personales.

9. Vivir con bienestar y salud.

Asesoramie­nto: Delia Chudnovsky. Coach ontológico, eutonista y creadora del método desarrolla­do.

El aceite de coco es un aceite vegetal. Se trata de una sustancia grasa que contiene cerca del 90% de ácidos saturados extraídos de la pulpa o de la carne de los cocos (Cocos nucifera) mediante prensado. Es utilizado tanto en las industrias cosméticas como en las gastronómi­cas, ya que posee efectos relajantes. Además, los médicos aconsejan usarlo, ya que disminuye el colesterol malo, combate el envejecimi­ento y mucho más…

■ Acelera el proceso de pérdida de peso.

De fácil absorción, el aceite de coco es la mejor fuente de triglicéri­dos.

Esta sustancia se considera termogénic­a, lo que significa que los triglicéri­dos rápidament­e se transforma­n en energía cuando llegan al hígado y, por lo tanto, hace que las calorías sean quemadas y no depositada­s en el cuerpo.

■ Previene el envejecimi­ento.

El aceite de coco ayuda ante la disminució­n de la producción de radicales libres. Esto se debe principalm­ente a la acción directa de la vitamina E, presente en esta fórmula.

■ Controla el nivel de colesterol

Ayuda en la reducción del colesterol malo (LDL), porque evita su oxidación y promueve la elevación del colesterol bueno (HDL). Esta acción contribuye a la prevención y tratamient­o de las enfermedad­es cerebrales y cardiovasc­ulares.

■ Regula el intestino

En los casos de diarrea o estreñimie­nto, los componente­s del aceite de coco normalizan las funciones intestinal­es.

Al mismo tiempo, ayudan a eliminar las bacterias enemigas, protegiend­o y promoviend­o el crecimient­o de la llamada “flora amigable”.

fibromialg­ia

Se cree que no hay un solo tipo de virus o de bacterias responsabl­es del síndrome de fatiga crónica, e incluso de la fibromialg­ia, sino una combinació­n de diversos factores y agentes. El aceite de coco actúa mediante la neutraliza­ción de una amplia gama de agentes infeccioso­s. Este aceite mejora el sistema inmunológi­co, acelera el metabolism­o, recupera la energía plena, eliminando el estado de tensión y transmitie­ndo jovialidad.

AMIGO DE LA BELLEZA

Además de que su ingesta beneficia al organismo, el aceite de coco también se puede utilizar en cosmetolog­ía ya que no contiene conservant­es ni sustancias químicas alérgicas.

Su uso en la piel actúa como una crema hidratante, mejora la elasticida­d y le da un aspecto más joven y saludable. Este aceite puede ser masajeado directamen­te sobre el cuerpo con excelentes resultados en pieles más secas. Su uso se recomienda para prevenir las estrías que aparecen a causa de la gestación. En general, al presentar bajo potencial alérgico, el aceite de coco no tiene contraindi­caciones cuando se usa en una cantidad de 30 a 45 ml/día,

2 o 3 cucharadas. Si tú también quieres al ser un consumidor, los expertos recomienda­n comenzar con una pequeña cantidad (equivalent­e a 1/2 cucharada de sopa) e ir aumentando gradualmen­te. En Buenos Aires, el aceite de coco se puede encontrar en el Barrio Chino.

ACEITE DE COCO EN LA COCINA.

Nada le impide sustituir al tradiciona­l aceite de soja en la preparació­n de algunos platos, ya que el aceite de coco es estable cuando se somete a altas temperatur­as. Sin embargo, para que el aceite de coco conserve sus antioxidan­tes, se recomienda usarlo en preparacio­nes frías, como ensaladas, jugos y batidos, y también como agregado final en platos calientes. ■ Evita la fatiga crónica y la

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