Jardín Zen
La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
Bienestar y Satisfacción
Chuang-tzu y Hui-tzu se encontraban jugando ajedrez. En algún momento Hui-Tzu exclama: -“Dices que eres una persona común. Si eres tan común ¿cómo puedes ser tan feliz?”
Chuang-Tzu con la mirada aun en el juego contesta: “Yo soy como cualquiera; solo que no tengo sentimientos de ira, miedo o tristeza. Como no sufro, el bien y el mal no me afectan”.
Hui-Tzu guarda silencio y luego pregunta: “¿Podría realmente existir alguien que no sufre?” Chuang-tzu responde: -“Claro que si. Cuando tu comprendes la mente entonces no te encuentras apegado a gustos o disgustos, entonces no te hacen algún daño. Tu simplemente sigues la realidad sin tratar de controlarla. Tan simple como eso”.
Hui-Tzu se detiene y exclama apresurado: -“Pero si no sufres para nada entonces ¿cómo puedes considerarte humano?”
Chuang-Tzu continúa: -“¿Es la felicidad inhumana? ¿De dónde proviene el sufrimiento? ¿Podría este existir fuera de la mente?”
Hui-Tzu continua con el juego y dice: -“No es natural ser feliz todo el tiempo. La rabia y la tristeza son parte de la vida. Solo vivimos dejando marcharse estos sentimientos lo mejor que podemos”. Chuang-Tzu sonríe y luego de beber su té exclama: -“Tú tienes una extrañísima manera de ver lo natural. Lo natural es espontáneo, libre. Cuando estamos en claridad, la ira y la tristeza no pueden llegar. Si tomaras menos tiempo pensando y más tiempo investigando tu mente, pararías de hablar así. Acaso, ¿cómo puedes vivir dejando marchar algo que no existe…para empezar?”