PLANETA
El arquetipo paterno por antonomasia está representado, en términos astrológicos, por el Sol: aquel dador de luz y calor que permite la manifestación de la vida y en el que se inscriben, por casa, por aspectos y por signo, las particularidades y la tradición propias. Sin embargo existen dos planetas que, lejos de este rol inmanente simbolizado por la estrella de nuestros Sistema Solar, representan la función paterna: Júpìter y Saturno. El primero es el astro más voluminosos del sistema planetario y está compuesto de gases, el segundo es uno de los astros más misteriosos y bellos, su sistema de anillos lo hace particular. El trazo jupiteriano habla de una paternidad que acompaña, que enseña el camino y otorga la confianza necesaria para largarse a andar. El saturnino, en cambio, es de una impronta fría pues propone el descubrimiento con las potencialidades sin ningún auxilio. Júpiter transita sobre Cáncer mientras que Saturno lo hace en Escorpio, dos signos de Agua bajo fuerte influencia.