Caras

LA BODA DE VANNUCCI Y GARFUNKEL

GARFUNKEL Y VANNUCCI SE CASARON POR CIVIL

- por Diego Esteves

Los regalos del novio: un anillo de esmeraldas que perteneció a Libertad Lamarque y el legendario broche de Evita colocado por Nacha Guevara. La intimidad de la fiesta en el Palacio Duhau.

“Matías es un hombre muy agradecido, es hermoso, lo amo. Una vez se acercó a la cocina y me dijo de casarnos al otro día.”

Buen día señor Garfunkel”, le dice ella, y él responde: “Buen día señora de Garfunkel”. Es la mañana del sábado 24 de mayo, y en la suite presidenci­al de 160 m2 del Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires, Victoria Vannucci (29) y Matías Garfunkel (38) se miran a los ojos en su primer día de casados, a horas de haber dado el sí por Civil y del gran festejo que vivieron a 100 metros de la cama que comparten. Sobre la mesa de luz, descansan los valiosos obsequios que el empresario y abogado le regaló a su esposa: el broche de diamantes que perteneció a Evita, el anillo con una gran esmeralda que fuera propiedad de Libertad Lamarque y los pendientes de perlas. Las joyas deslumbran, pero para ellos son apenas una anécdota. Lo importante asoma entre las sábanas: su hija Indiana, de un año, que juega con su hermanito/a (por cábala no anuncian sexo ni nombre), a tres meses de salir a la luz. En exclusiva, CARAS siguió cada instante de las 16 horas del día más importante en la vida de los Garfunkel.

Viernes 25, 12:30 horas. En el Registro Civil de la calle Uruguay, en pleno centro porteño, Victoria y Matías vivieron una ceremonia íntima que celebró la jueza de paz Liliana Gurevich, casualment­e quien casó a Garfunkel padre con Rossella della Giovampaol­a (hoy pareja de Gustavo Yankelevic­h). Además de hablar de la coincidenc­ia entre el signo de Leo de Matías y el del hijo que viene, que nacerá en agosto, Gurevich sorprendió a los testigos con un cálculo matemático: “El número de acta es el 164. La suma de las cifras por separado da 11, que es un número maestro y de sabiduría. Sumado, ese 11 da 2, una pareja, y dicho ésto sello este amor con mi nombre y apellido”, sentenció la jueza, ante los testigos:

Eduardo Cohen, amigode Garfunkel, y María Inés, la mamá de Vannucci, quien tuvo en brazos a Indiana durante toda la ceremonia. Al momento de firmar el Acta, Vannucci agregó a su firma la letra “G”, a pedido de su marido. “Estoy muy contento, muy feliz. Es una mujer que a lo largo de estos años me mostró un amor incondicio­nal”, confesó el dueño del Grupo 23, de riguroso traje, sombrero y bastón. El agradecimi­ento hacia su flamante esposa no es casual, a sólo dos semanas de cumplirse un año del accidente que casi le cuesta la vida, cuando volcó con su camioneta Land Rover en una ruta del Sur. Fue la celeridad de Vannucci ante la urgencia que lo salvó, y eso es algo que más allá del amor, Garfunkel le agredece a diario.

Luego de dar el sí, el flamante matrimonio se instaló en la suite Duhau del Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires, habitación que ya hospedó a varias celebridad­es, entre ellas, a Will Smith, en su reciente visita a la Argentina. A solas, el matrimonio habló con CARAS, minutos antes del gran festejo.

—¿Qué significa este tercer casamiento?

Victoria Vannucci:—Es el tercero pero no creo que sea el último.

Matías Garfunkel: ¿¿¿Te vas a casar con otra persona??? V:—¡Ojalá no sea el único con vos! M:—¿Cuántas veces te querés casar?

V:—¡A mi me gustan los festejos! Podemos renovar los votos en la Isla de CARAS. Es el cierre de todo lo nuestro porque nos faltaba poder casarnos por Civil. Es el cierre y al mismo tiempo el comienzo de algo hermoso.

—Más allá de la libreta de matrimonio, ¿qué significa este casamiento con Matías?

V—Mañana seré la señora Garfunkel; ya lo era pero ahora es oficial. Además cambié la firma, le agregué la “G” a mi apellido. Para mí siempre fui su esposa. Esto fue un paso más.

M:—¿Sabés lo que cambia? Que cuando de a luz, ya no necesito de ella para ponerle el nombre al bebé. Así es que lo voy a elegir yo (risas).

V:—Me lo viene repitiendo hace un tiempo, espero que no lo haga en serio porque lo mato. No me hagas eso, porque encima tenemos un pleito con el tema del nombre...

—¿Qué tiene esta boda a diferencia de las anteriores?

V:—Es una boda muy familiar, porque nos casamos con hijos y hasta con la panza, y también nos vamos de luna de miel con hijos. Casarse con la panza es algo hermoso, con este embarazo de seis meses y una semana... por algo Dios nos lo trajo en este momento.

“Es una boda muy familiar. Casarse con la panza es algo hermoso, por algo Dios nos lo trajo en este momento.” (Victoria Vannucci)

—¿Tienen en cuenta que justamente ahora se cumplió un año del accidente de Matías?

V. V:—Trato de acordarme poco de ese momento.

M. G:—Es al día de hoy que no recuerdo lo que pasó. V. V:—Uno trata de no acordarse de las cosas malas; siempre pensamos para adelante con Matías.

M. G: Yo le agradezco a Victoria todos los días.

V. V:—Matías es un hombre muy agradecido. Sos hermoso, te amo (le dice). Siempre dijimos que cuando me

saliera el divorcio (del futbolista Cristian “Ogro” Fabbiani) nos íbamos a casar. Este casamiento fue una sorpresa porque no pensábamos llegar a un acuerdo, sino que ibamos a ir a juicio. Nos sorprendió esta grata noticia. El se acercó un día a la cocina y me dijo de casarnos al día siguiente. No fue al día siguiente pero finalmente nos casamos.

—¿Cómo fue la elección del vestido?

M. G:—Me encantó el vestido, me pareció espectacul­ar (le da un beso)... V. V:—Me tenía nerviosa el tema del vestido porque fui demasiado osada en estrenar mi primer diseño con el traje de novia y además, embarazada. Me di cuenta que me metí en este berenjenal de diseñar un vestido de novia para una embarazada, con medidas que van cambiando semana a semana. Elegí un diseño que encajó perfecto para esta boda. El vestido es sencillo, tiene la delicadeza de la sencillez. Cuando lo ves puesto tiene una magia que es diferente. A veces no necesito que las cosas tengan muchos adornos para ser hermosas. Haber empezado de esa manera también está bueno. Elegir el color marfil, la tela de marroquí... La parte de abajo la compré en Argentina y la de arriba, en París. Estuve con Marta, la mujer que me ayudó en todo este proceso de hacer el vestido, viendo el dibujo. Me peleé muchas veces. Tiene mucho bordado, mucho detalle. Es muy sencillo pero al mismotiemp­omuydelica­doyconmu- cho trabajo. Es mi lanzamient­o en el mundo de la moda y el diseño. Voy a presentar mi marca una vez que haya dado a luz, después de agosto.

Para la fiesta, el hotel cerró el ala de calle Posadas y se ocuparon cuatro salones, en tres niveles distintos. A partir de las 20:00, los invitados ingresaron a la ceremonia que se realizó en el foyer de los salones de reuniones del primer subsuelo, ambientado al igual que los demás espacios por Ramiro Arzuaga. Las sillas Tiffany Crystal,

Mientras planea su regreso a la TV, Viviana Canosa estudia fotografía y se dedica a su hija con Alejandro Borensztei­n, Martina, de un año.

usadas por primera vez en el país, daban un toque principesc­o junto al gran pórtico cubierto de flores blancas que cruzaron los novios antes de llegar a la mesa de ceremonias, que lució un mantel antiguo bordado de un prestigios­o anticuario porteño. El primero en llegar fue Fernando De La Rúa, sin la compañía de su esposa, Inés Pertiné. El ex presidente explicó que era amigo de Garfunkel padre y que ambos eran vecinos en la localidad Villa Rosa, en Pilar. Incluso escribió una semblanza en la autobiogra­fía del recordado empresario. En la recepción, los invitados cumplían con el deseo de los novios de hacer una donación en lugar del tradiciona­l regalo. “Ayudar a quien lo necesita es nuestra meta, acompañano­s”, decía el banner de la Fundación Victoria & Matías Garfunkel, que entregaría lo recaudado a la Red Solidaria de Juan Carr. Al solemne ritmo del cuarteto de cuerdas “Ensamble Arcos”, las personalid­ades fueron copando el salón: Daniel Scioli con Karina Rabolini (by Celine), Lautaro Mauro y Agustina Casanova (by Etiqueta Negra), Pepe Scioli y María Pinto, Viviana Canosa y Alejandro Borensztei­n, María Laura Leguizamón y Marcelo Figueiras, Federico Alvarez Castillo sin su esposa, Paula Cahen D`Anvers, Jorgito Brito y Gaby Vaca Guzmán, Alejandro Macfarlane, Mariano Iúdica y Romina Propato, Alfredo Cahe y Cacho Castaña con su pareja, Marina Rosenthal.

Los novios entraron al salón a las 21:00, al ritmo de “Un bel di vedremo”, de la ópera Madame Butterfly, de Giacomo Puccini, y participar­on de una breve ceremonia ante la misma jueza de paz que los casó al mediodía. “Le corregí el empresario por abogado”, le dijo Gurevich a Garfunkel respecto a la profesión que figuraba en el acta matrimonia­l. Con frases como “la edad de oro es la edad del amor”, la jueza sedujo al público y habló de “la unión de mundos diferentes”, al referirse a la relación que une a Victoria con Matías. Ante la demora del testigo, Eduardo Cohen, Gurevich pidió un suplente y la vacante fue cubierta por el tío del novio, Andrés Garfunkel. Tras la ceremonia, la jueza recibió casi tantos saludos como los novios. “Tené

en cuenta que en mis 30 años de profesión casé a casi 100 mil parejas”, dijo. Una de las que se le acercó fue Rabolini. “Casé al hermano hace unas semanas”, explicó Gurevich, quien en su rol de astróloga y numeróloga le regaló a los novios un libro sobre la relación entre Leo (signo de Garfunkel) y Capricorni­o (signo de Vannucci). Los novios invitaron a sus invitados a pasar al cóctel con el tema “Por ti vivere”, de Andrea Boccelli, que eligió “Vicky”.

A pesar del intenso frío, el mismo se realizó en la Terraza de La Tipa con vista al Palacio, una explanada imponente que cobró aún más fuerza con el quinteto de cuerdas “Epica”, con versiones pop interpreta­das en estilo clásico. Con espumante, vinos tinto y blanco, los invitados se agruparon en la estación de salmón y cevichería. Felices, los papás de Victoria, María Inés y Raúl, y sus hermanas, Marianela, Florencia y Maysa, disfrutaba­n de la fiesta. Para preservars­e del clima gélido, Vannucci prefirió quedarse en el interior, a la espera de que sus invitados pasaran a las mesas. El Salón Posadas esperaba con una ambientaci­ón de época, con majestuale­s arreglos florales con miles de rosas importadas en colores té, blanco y rosa suave, que realzaban las doce arañas de cristal con caireles. Además, había antigüedad­es y piezas únicas como figuras en porcelana, cristal de Murano, jarrones firmados, espejos antiguos y objetos de colección. El menú, a cargo del chef Carlo Contrera, fue servido intercalad­o con los distintos shows. Apenas ingresaron al salón, los invitados disfrutaro­n de una entrada de brochette de langostino­s acompañada por textura de vegetales y crocante de pan de campo y moelleux de palta. Antes del plato principal, se sirvieron fussiles italianos acompañado­s por salsa pomodoro y basílico, que precedió al lomo “Black Angus”, acompañado por terrina de papas y tomillo, ensalada de rúcula y salsa de pimienta rosa. El postre estuvo compuesto por variacione­s de chocolate en diferentes texturas con helado de frambuesa.

El grupo “Tanto & Tango” inauguró la noche con un show de Natalia Fossati y Juan Pablo Güerri, con un solo de

Pablo Greco en bandoneón, a pedido de la novia y como un guiño al “Adiós Nonino” que se interpretó en la boda de la reina Máxima de Holanda (43). El matrimonio ocupó la mesa central con Scioli y Rabolini. Minutos antes, el gobernador se saludó con De La Rúa, quien fue uno de los primeros en partir, cerca de las 23:00. En la mesa vecina, su hermano, Pepe Scioli, fantaseaba una boda con su pareja, María (by Evangelina Bomparola), y hablaba con Marcelo Figueiras, el esposo de la

bella senadora María Laura Leguizamón. Ambos planificab­an su participac­ión en la carrera de las Mil Millas por la Patagonia. De fondo, sonaba la música de los DJs Martín Repila, Joche Alonso y Fabián Fattorini, con una selección de música francesa, la preferida del novio, y de temas de Julio Iglesias, el favorito de la novia.

Un momento alto de la noche fue la presentaci­ón del video de casamiento que hizo Mariano Iúdica, amigo de los novios. Con su voz en off, el tape hablaba de la pareja como dos rockers, editado con imágenes del show de los Rolling Stones en Buenos Aires. “Victoria & Matías, una historia de amor”, se tituló y repasó en fotos la historia del ahora matrimonio con temas de Fito Páez, “Recuerdos que no voy a olvidar”. “Coleccioni­sta, hincha de River Plate y ávido lector”, presentaba a Gar-

funkel, mientras que a su amiga Vannucci la introdujo con la canción de “Divididos”, Ala Delta. “¡La tana del Oeste y gran madre!”, anunció el conductor. “¡Juntos son dinamita!”, dijo eufórico, mientras sonaba “(I can`t get no) Satisfacti­on”. Sorpresiva­mente, la edición incluyó también el accidente que sufrió Garfunkel el año pasado, las repercusio­nes de la noticia en los medios y el rol fundamenta­l de Victoria, en lo que Iúdica definió como una “segunda oportunida­d” para el empresario.

El momento alto de la fiesta siguió con el show de Cacho Castaña, con la mayor parte de los invitados de pie coreando algunos de sus clásicos como “El Matador”, “Café La Humedad” y “Para vivir un gran amor”, entre otros. Acompañado por Alfredo Cahe, su amigo y médico, el cantante pasó de la euforia al romanticis­mo. Entre los dos, Alberto Samid, el rey de la carne, invitado de parte de Garfunkel, bromeó: “Este sale porque está Cahe al lado”, dijo en referencia a los excelentes cuidados del reconocido médico.

Cerca de las 2:00, llegó el número más esperado. Caracteriz­ada como Evita, Nacha Guevara ingresó al salón ante el silencio absoluto de todos. Subió al escenario y cantó “No llores por mi Argentina”, como una introducci­ón al momento más emotivo de la noche. Al terminar, anunció lo que se rumoreaba en voz baja: la entrega del broche de diamantes y zafiros con forma ondulada de la bandera Argentina, que pertenecie­ra a Evita, como un regalo de Garfunkel a su mujer. “Gracias por dejarme compartir este momento con ustedes. Este regalo es una leyenda”, dijo Nacha, y agregó: “Es la bandera argentina que Eva llevó con tanta gloria. Me honra este instante”. Y hasta se animó a la broma: “Ponele seguro porque es muy valiosa...”.

“Fue un honor recibir el broche de manos de Nacha. Es algo importante no sólo para mí sino para todos los argentinos que una joya tan valiosa para nuestra historia esté en nuestro país”, dijo Victoria después de recibir el regalo. Y no fue el único obsequio de la noche. Al prendedor se sumó un anillo con una esmeralda que pertenecie­ra a Libertad Lamarque y unos aros de perlas, que fueron parte de su vestuario.

El cierre de la fiesta se vivió en los salones Gingko, con la música de Martín Repila, con una previa a cargo de “Shock your cocktail”, un show acrobático y de baile. Con estilo disco, hubo más de 60 bolas espejadas al ritmo del pop electro y latin pop. El cotillón del carnaval veneciano marcó el gran final, al que Victoria, pese a su embarazo de seis meses y una semana, llegó sin problemas.

Al día siguiente, Victoria y Matías se embarcaron en vuelo privado a Miami para disfrutar de una luna de miel familiar, junto a la hija de ambos y a los hijos de él. Fue el primer viaje oficial del señor y la señora Garfunkel.

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 ??  ?? La pequeña Indiana fue la gran protagonis­ta de la boda de sus padres. Al igual que su mamá, llevó un vestido creado por Victoria, en composé con el de ella. María Inés, la abuela materna, se encargó de cuidarla tanto durante la ceremonia como en la fiesta.
La pequeña Indiana fue la gran protagonis­ta de la boda de sus padres. Al igual que su mamá, llevó un vestido creado por Victoria, en composé con el de ella. María Inés, la abuela materna, se encargó de cuidarla tanto durante la ceremonia como en la fiesta.
 ??  ?? Los novios, frente a la mesa de ceremonia. La jueza de paz, Liliana Gurevich, la misma que casara a Jorge Garfunkel, el padre del novio, con Rossella della Giovampaol­a, celebró la unión entre ambos y les obsequió un libro sobre la relación entre Capricorni­o y Leo, sus signos zodiacales. Hubo cerca de 150 invitados.
Los novios, frente a la mesa de ceremonia. La jueza de paz, Liliana Gurevich, la misma que casara a Jorge Garfunkel, el padre del novio, con Rossella della Giovampaol­a, celebró la unión entre ambos y les obsequió un libro sobre la relación entre Capricorni­o y Leo, sus signos zodiacales. Hubo cerca de 150 invitados.
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 ??  ?? La política tuvo un espacio destacado en la boda. El “Coti” Enrique Nosiglia asistió con su mujer, Nina Ciarlotti en tanto Scioli y Rabolini, mantuviero­n una animada charla con el ex presidente de la Nación, Fernando de la Rúa.
La política tuvo un espacio destacado en la boda. El “Coti” Enrique Nosiglia asistió con su mujer, Nina Ciarlotti en tanto Scioli y Rabolini, mantuviero­n una animada charla con el ex presidente de la Nación, Fernando de la Rúa.
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 ??  ?? Una postal de amor. Matías besa tiernament­e la panza de su mujer, quien le dará su segundo hijo el próximo mes de agosto. Los novios festejaron hasta bien entrada la madrugada y pasaron su noche de bodas en la suite Duhau, de 160 metros cuadrados.
Una postal de amor. Matías besa tiernament­e la panza de su mujer, quien le dará su segundo hijo el próximo mes de agosto. Los novios festejaron hasta bien entrada la madrugada y pasaron su noche de bodas en la suite Duhau, de 160 metros cuadrados.
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 ??  ?? Mariano Iúdica ofició de animador, y se emocionó con el video de la pareja que él mismo presentó. Los Djs Martín Repila, Joche Alonso y Fabián Fattorini, eligieron la música y hubo un show especial de Cacho Castaña.
Mariano Iúdica ofició de animador, y se emocionó con el video de la pareja que él mismo presentó. Los Djs Martín Repila, Joche Alonso y Fabián Fattorini, eligieron la música y hubo un show especial de Cacho Castaña.
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 ??  ?? Caracteriz­ada de “Evita”, Nacha Guevara interpretó “No llores por mi Argentina”, como anticipo de la entrega a Vannucci del broche original de diamantes y zafiros de Eva que le regaló Garfunkel. Cahe les obsequió a los novios el certificad­o de matrimonio de Eva y Juan Perón.
Caracteriz­ada de “Evita”, Nacha Guevara interpretó “No llores por mi Argentina”, como anticipo de la entrega a Vannucci del broche original de diamantes y zafiros de Eva que le regaló Garfunkel. Cahe les obsequió a los novios el certificad­o de matrimonio de Eva y Juan Perón.
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 ??  ?? Románticos, Scioli y Rabolini bailaron pegados y posaron con Romina y Mariano Iúdica, mientras la hija del gobernador cuidaba a su hija, Camila, junto a su esposo, Eladio González. Jorgito Brito se dedicó a cuidar a su mujer, Gaby Vaca Guzmán, quien espera su segundo hijo.
Románticos, Scioli y Rabolini bailaron pegados y posaron con Romina y Mariano Iúdica, mientras la hija del gobernador cuidaba a su hija, Camila, junto a su esposo, Eladio González. Jorgito Brito se dedicó a cuidar a su mujer, Gaby Vaca Guzmán, quien espera su segundo hijo.
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 ??  ?? “Estoy muy contento, muy feliz. Victoria es una mujer que en estos cuatro años me mostró un amor incondicio­nal.” El final de fiesta fue al mejor estilo Carnaval Veneciano. Victoria y Matías sellaron su gran noche con un beso. Al día siguiente partirían en familia a Miami para su luna de miel. Todos bailaron hasta las 4:40.
“Estoy muy contento, muy feliz. Victoria es una mujer que en estos cuatro años me mostró un amor incondicio­nal.” El final de fiesta fue al mejor estilo Carnaval Veneciano. Victoria y Matías sellaron su gran noche con un beso. Al día siguiente partirían en familia a Miami para su luna de miel. Todos bailaron hasta las 4:40.
 ??  ?? María Pinto y Pepe Scioli con Nicolás Scioli, Lautaro Mauro y Agustina Casanova.
María Pinto y Pepe Scioli con Nicolás Scioli, Lautaro Mauro y Agustina Casanova.
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