Caras

“MI FAMILIA ES MI CABLE A TIERRA”

HERNAN DRAGO: VACACIONES EN EL CERRO CATEDRAL

- Por Mariano Del Priore

Se enamoró del Cerro Catedral cuando fue de viaje de egresados, a tal punto que se juramentó que pasaría allí muchos años de su vida. Por eso, apenas tuvo la oportunida­d, Hernán Drago (39) se compró una casa en ese paraíso turístico que miles de jóvenes eligen anualmente para despedirse del colegio secundario. “Soy un amante de la naturaleza y considero que la Patagonia es su máxima expre- sión, me absorbió el lugar”, explica el modelo, quien cada vez que puede se escapa de la ciudad para disfrutar con Bárbara (40), su mujer, y sus hijos, Luka (11) y Lola (8), de su “lugar en el mundo”. “Nos fuimos los quince días de vacaciones de los chi- cos y yo me fui una semana antes. Venía de un año bastante intenso, de un esfuerzo muy grande, entonces me fui unos días solo, con el consentimi­ento de mi mujer, y después se sumaron ellos”, comenta, para luego meterse en la rutina que llevan a

“Ser papá me sigue sorprendie­ndo. El día que fui padre, lloré como lloro hoy todas las noches cuando vienen a contarme algo”.

cabo cada vez que viajan en familia. “Me despierto generalmen­te solo, a las ocho y media de la mañana, cuando empiezan a cantar los primeros aguiluchos. Me tomo unos mates, me voy al lago a pescar hasta las once de la mañana, vuelvo con las facturas y despierto a todos. Después nos vamos a comer, por el lago, a esquiar, y a la noche ya cocinamos en casa, nos relajamos y hacemos juegos en familia”, relata. Amante de la pesca, le transmitió al mayor de sus hijos esa pasión que empezó a desarrolla­r casi a su misma edad. “Como de chico no la pasé bien porque era gordito, la pesca fue lo que me sacaba de eso. Nadie se burlaba de mí, era mi cable a tierra. Siempre soñé con tener un hijo para compartilo con él, y gracias a Dios, hoy Luka es un apasionado como yo”, reflexiona el ex participan­te de “Tu cara me suena”, quien con los años también aprendió el difícil arte de la pesca con mosca. “Mi mujer vivió en Bariloche desde los 4 años hasta los 17, le gusta muchísimo la montaña. Ella es más del esquí, va con la nena y yo me voy a pescar con el nene”, comenta entre risas sobre cómo dividen las actividade­s, aunque obviamente tampoco faltan los planes para hacer algo todos juntos. “Es nuestro cable a tierra, Bariloche no puede faltar, apenas terminan las clases los chicos nos instalamos, tanto en invierno como en verano”, confiesa.

Orgulloso de la familia que supo construir, Hernán recuerda que a su mujer la conoció hace 14 años, cuando estaba a punto de irse del boliche y el destino quiso que la cruzara en su camino. “Hubo una cuestión energética y física que me atrajo, como una química en el aire, y hoy sigo sintiendo la misma energía que sentí cuando cruzamos la primera mirada”, comenta enamorado, para luego referirse a su rol de padre. “Ser papá es un ‘no lo puedo creer’ diario. El día que fui padre, lloré como lloro hoy todas las noches cuando vienen a decirme algo, o cuando me llaman y me dicen ´pá, ¿venís a la cama a acostarte un rato conmigo?´, no lo puedo creer y eso que ya han pasado once años”, concluye este hombre que, acaso como una propia definición de su vida en este momento, y de su conexión con ese lugar que aprendió a amar desde su adolescenc­ia, lleva la palabra pihuen (“estar en paz” en idioma mapuche) tatuada en su cuerpo.

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 ??  ?? El ex participan­te de “Tu cara me suena” es fanático de la pesca y comparte esa pasión con su hijo mayor. Los paseos por los lagos es una de las actividade­s preferidas de la familia cuando están de vacaciones.
El ex participan­te de “Tu cara me suena” es fanático de la pesca y comparte esa pasión con su hijo mayor. Los paseos por los lagos es una de las actividade­s preferidas de la familia cuando están de vacaciones.
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Drago, rodeado del amor de su familia. Dice ser un agradecido por todo lo que le dió su profesión −viajó por el mundo y posó para las grandes firmas internacio­nales− y que de pequeño era gordito y sufría de bullying.

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