BÓVEDA CELESTE
Desde hace unos meses Júpiter transita la constelación de Libra y de los intereses vocacionales para el signo de la balanza, supone, para Aries, el signo opuesto, un desafío muy interesante. Júpiter es el astro más voluminoso del Sistema Solar y su composición es completamente gaseosa, estas características tienen que ver con la abundancia referida y con la liviandad que sucede tras su paso. Que su tránsito exponga un aspecto difícil, más allá de lo que pudiera pensarse en una primera instancia, muestra que los arianos tienen por delante un año para reconectar con lo más esencial de su vocación. En este ítem se funda algo fundamental de lo personal: la vocación es la guía que estructura nuestro derrotero y el encuentro con ella no siempre resulta simple. Aries tiene la posibilidad de concentrar su energía en algo que usualmente es su norte: la pasión que surge como impulso natural y los modos de hacer rendir aquellas cosas que concitan su atención. Durante este lapso el de la pareja será uno de los temas por los que los carneros celestes accederán a la sabiduría.
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