MAXIMA Y SU NEW ESTILO A PRUEBA DE PROTOCOLO
EN VISITA OFICIAL A ALEMANIA
El crudo invierno alemán hizo que la reina Máxima de Holanda (45) se luciera con una espléndida gama de colores y elegantísimas prendas. La argentina alternó entre diseños claros y oscuros, según si el evento admitía alguna estridencia o si exigía tonos más tenues, para transmitir un gesto de congoja y solidaridad con el pueblo alemán. Pamelas, casquetes y tocados, fueron parte del atuendo real, siempre acompañados con el taco aguja, que estiliza su figura, y faldas a la rodilla, que dejan lucir sus piernas.
Junto al rey Guillermo Alejandro (49), la reina visitó el monumental castillo del siglo XII de Wartburg en Eisenach, donde recorrieron las salas de este imponente lugar, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1999. Se trata de uno de los castillos fortificados mejor conservados del país y tras sus muros se esconde una gran historia. La pareja firmó en el libro de autoridades y mostraron su gran complicidad. Máxima y su esposo recorrieron algunas de las regiones más importantes del país, acompañados de una delegación comercial de 70 personas. Regiones como Turingia, Sajonia y Sajonia-Anhalt, en el este del país.
Además durante su visita, los reyes de Holanda honraron la memoria de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial y el genocidio judío, durante su visita al campo de concentración de Buchenwald, donde estuvieron internados más de 3.000 holandeses y más de 700 perdieron la vida.