“LO NUESTRO ES UNA MEZCLA DE BAILE Y PASION”
LOS “MALEVO”, EN LAS VEGAS
El ensayo transcurría con absoluta normalidad. Artistas talentosos de todas las latitudes anticipaban ante familiares y organizadores lo que se iba a ver un día después en el Zumanity Theatre del Ney York-New York Hotel & Casino, uno de los hoteles emblemáticos de la luminosa Las Vegas. Allí, el viernes 3 de marzo, celebrities y luminarias se congregaron para asistir al evento solidario One Night for One Drop, que anualmente realiza el Cirque du Soleil con el fin de recau-
dar fondos para el acceso al agua segura en el mundo. Los testigos contemplaban los audaces números a los que nos tiene acostumbrados la compañía canadiense, hasta que un grupo de gauchos modernosos, con bombos y boleadoras, irrumpió en el escenario. El repertorio a puro malambo fue obra de los “Malevo”, el grupo argentino que con su danza y zapateo generó adrenalina entre la audiencia. Y ni bien los valientes gauchos terminaron con su parte, el público se eyectó de sus asientos por primera vez en toda la tarde. Todos se pararon para aplaudir un espectáculo quizás habitual en el conurbano bonaerense, donde más prenden las raíces del folklore, pero totalmente novedoso y atrapante para esa audiencia foránea que empieza a familiarizarse con los “Malevo”.
¿Quienes son estos soldados del malambo que irrumpieron en la escena internacional? Los “Malevo” fueron creados por Matias Jaime (28) a mediados de 2014, pero fue recién el año pasado, a partir de su participación en el America’s Got Talent, que el mundo artístico comenzó a hablar de ellos. “La decisión de formar el grupo fue por una necesidad de expresión, yo golpeaba las puertas por el malambo y jamás te llamaban. Era muy difícil sostenerse sólo con las clases, y durante algunas giras con compañías de tango observé que la gente se fascinaba con el malambo. Valía la pena apostar por esto, y así se forjó ´Malevo´. A la mayoría de los chicos los conocía del ambiente, lo que más me importó fue formar un grupo humano compacto con buenas personas. Yo sabía que en algún momento el malambo iba a estar a la altura del tango”, explica el caudillo intelectual y coreográfico del grupo, quien logró formar una base estable de dieciseis integrantes. Y como en todo grupo exitoso hay un columna vertebral, en Las Vegas lo acompañaron Daniel Medina (19), Leandro Figueroa (21), Leandro Palavecino (21), Alejo Acosta (18), Nicolás Morales (24), Adrián Saldivia (27) y Migel Flores (31): todos, al igual que Jaime, orioundos
de distintas localidades del Gran Buenos Aires.
El prestigioso concurso fue entonces el punto de inflexión del grupo, que a partir de ahí incrementó su demanda y popularidad. Jaime sostiene que el zapateo y las boleadoras, invento que se lo atribuye al “Chucaro” Santiago Ayala, son dos elementos tan desequilibrantes como la emoción innata que genera el malambo. “Cuando empezamos a mover los pies en forma sincronizada y con fuerza, algo que nos diferenciaba de los gauchos, la gente se prende. En Las Vegas hay muchos shows y espectáculos perfectos, con artistas increíbles y sincronizaciónes exactas. Pero no suelen tener esa pasión para romper y traspasar el escenario, y eso es lo que buscamos hacer nosotros, una mezcla de baile y pasión. Antes eramos el adorno de un show de tango, pero ahora demostramos que nos podemos sostener solos”, reivindica Jaime, orgulloso por los frutos que empieza a cosechar el grupo: “Agradecemos al festival One Drop que nos hayan invitado y nos permitan compartir escenario con artistas de todo el mundo. Por un lado nos honra, y por el otro nos obliga a hacer cada vez mejor las cosas. Porque ahora, que se nos abren las puertas, debemos trabajar más duro que nunca. Si no sabés sostenerte te caes otra vez”.
“Antes el malambo era un adorno del tango. Ahora demostramos que podemos solos”.