“CHAMAN” STYLE EN EL CAÑON DEL COLORADO
SALVAJE Y MAGICO DESFILE DE DIOR
En el medio de la naturaleza salvaje del desierto americano, cerca de Los Angeles, entre carpas, alfombras tejidas y globos de aire cruzándose en el cielo al atardecer, se presentó el espectacular desfile “Dior Cruise 2018”. La primera Colección Crucero de María Grazia Chiuri para la Maison Francesa encontró en la reserva natural de las montañas de Santa Mónica su locación perfecta. Una femineidad fuerte y antigua, conectada con la tierra, salvaje y mágica: es desde acá que empieza el mundo contado por la diseñadora italiana a través de esta colección. El origen del mundo es un caos de misticismo y bestialidad, entre leyenda y creencia. “Una mujer libre no es una mujer perdida”, decía Simone de Beauvoir, y es en este contexto que se abre un nuevo capítulo de la revolución que Maria Grazia trajo a la firma francesa. El desfile “Cruise 2018” es un ulterior paso hacia aquel concepto de feminismo que había introducido la creadora Chez Dior, con su ya famosísimas TShirt. La mujer está al centro de todo y con ella los vestidos, extensión de su personalidad, su fuerza, su coraje. La colección se llama Sauvage justamente en previsión del lanzamiento del famoso perfume por primera vez en versión femenina. La Chiuri sale del esquema de los tecnicismos, de las elucubraciones mentales de determinados diseñadores que crean para ellos mismos o hacen discursos complicados para no ser demasiados fáciles de usar. La creadora romana esta conectada con la sociedad en la cual vivimos, es contemporánea, con plena lucidez creativa y eso se percibe en cada colección.
Pasarela tras pasarela se convierte en lo que hoy tienen que ser los diseñadores: no solo crea-
dores, sino también expertos comunicadores, sostenedores de nuevos idiomas al paso con la modernidad, un mix de roles y personas, de pasado y presente, con una mirada al marketing para hacer deseable lo que se crea.
Esta es una colección coherente y fácil que mezcla el “Mood Warm y Cozy” a la habitual elegancia “ladylike” de las creaciones Dior, y a la fuerza consciente y femenina. Chiuri ha explicado que la elección de desfilar en Los Angeles había sido tomada antes de su llegada a Dior, por lo tanto este fue el punto de partida para construir la colección. En vez de pensar en Hollywood, en los Oscar y en aquel mundo patinado, María Grazia ha mirado a la naturaleza y al desierto que rodea la ciudad. Desde los archivos de Dior ha retomado una colección de 1951 dedicada a las pinturas prehistóricas de las grutas de Lascaux (lugar descubierto en el sur de Francia en 1940 y declarado patrimonio de la Unesco), y le puso a todo su sensibilidad feminista. Principalmente se inspiró en la famosa artista Georgia O’Keeffe (mujer de uno de los primeros fotógrafos famosos, Al-
fred Stieglitz), que pintó los paisajes de New México, los rascacielos neoyorquinos y flores.
En el medio de un “catwalk” polvoriento desfilaron modelos “chamanes” luciendo creaciones muy femeninas con un toque “Wild and Nature”. Los gowns icónicos con bustier de pequeñas plumas, breteles con el logo del brand y faldas longuette a rueda, han sido interpretados según la inspiración de la colección: se mezclan prendas estilo “country”, como las maxi polleras en fantasías “plaid”, las camperas de lana y las camisas escocesas, con vestidos bordados “western style”, con capas y ponchos de gamuza pintada o patchwork bordados de flecos que recuerdan las prendas de los nativos americanos. Las nuances son entre las más cálidas y naturales, el amarillo ocre, el color óxido hasta las tonalidades del desierto americano que van desde el color arena al rojo. Otro elemento chic es el punto de la cintura, subrayado y valorizado por cinturones de cuero. La mujer chamán luce sólidas botas
con cintas de cuero: son cómodas y quedan fantásticas con las faldas bien femeninas. Seguramente serán super “wanted” y la estrella bajo la suela es el bonus extra para caminatas de star.
La Chiuri ha recuperado y vuelto a interpretar el heritage Dior declinando las pinturas parietales del paleolítico en ideogramas estampados sobre faldas y vestidos. Lobos, ciervos, toros y animales extintos se convierten en el motivo protagonista de los bordados que enriquecen las faldas, de los trabajos knitwear, de los estampados sobre lo sombreros, de los dibujos sobre la gamuza y los detalles de piel sobre los chalecos. La adivinanza, las cartas de Tarot, la curación son temas profundamente relacionados a Monsieur Dior, y hoy son interpretados en clave moderna por María Grazia Chiuri, que no se queda solo con la moda, sino que llega también a conectarse con los orígenes del mítico perfume Eau Sauvage, donde el olor de la piel de cada uno es la expresión del alma. Nos conquistan los accesorios, hechos para ser deseados, desde las carteras con logo a la vista (parece estar nuevamente de moda), a los choker y a los sombreros llevados con maxi pañuelos que se entrevén.
Numerosas celebrities, entre cantantes y actores de Hollywood, fueron al desierto para ver esta colección Dior. Rihanna estuvo perfectamente en tema con el show: cubierta de piel, jeans, muchas joyas estilo mejicano, de plata y turquesas, y con el característico sombrero, infaltable en todos los looks sobre la pasarela. Charlize Theron lució una capa con flecos y décolleté, en Total Black, así como Brie Larsen, Laura Dern y Demi Moore. Pero la cantante protagonista de la velada fue Solange, que se exhibió durante el party organizado después del desfile para hacer bailar a todos bajo el cielo estrellado.