“NO HUBO TERCEROS”
LAMOTHE Y ZYLBERBERG
Caminan a paso lento. Miran el piso y por momentos levantan la mirada. A plena luz del día, se cubren con lentes de sol aunque no intentan esquivar los flashes. Son días difíciles y de emociones encontradas para Esteban Lamothe (40) y Julieta Zylberberg (34). Los actores, que todavía conviven con su hijo Luis Ernesto (4) en una casa en Villa Ortúzar a la que se mudaron hace un mes, se muestran enteros y “de pie” aunque sus rostros denotan tristeza.
Tras su reciente separación con la actriz, luego de diez años juntos, el galán de “Las Estrellas” se refugia en las largas jornadas de grabación en Pol-ka y, al mismo tiempo, ultima cada detalle de su inminente mudanza .“Me estoy yendo de mi casa en estos días. Es un momento triste pero fue una decisión de común acuerdo, tomada con mucho dolor porque nos queremos mucho. Veníamos mal desde hace un tiempo y decidimos que lo mejor era estar un tiempo lejos. Nos separamos por cuestiones normales de pareja como el paso del tiempo. No hubo terceros en discordia”, explicó el actor quien además hizo hincapié en las versiones que lo vinculan sentimentalmente con su colega Griselda Siciliani (39).“No tuve ni tengo ni voy a tener nada con Griselda. Es una amiga. La última vez que nos vimos fue de casualidad y solo nos saludamos”, aseguró tajante.
Julieta, al igual que su el padre de su hijo, sostuvo que el motivo de su separación había sido consensuado y que no existieron terceros. “Ni Gri, que es mi amiga, ni Celeste (Cid) tiene que ver con esta decisión. Es algo más complejo y profundo”, expresó Zylberberg luego de que la misma Griselda manifestara su posición. “Somos amigos, nos queremos y que nos vinculen es muy incómodo. Juro por mi hija que no pasa nada con Esteban”, aclaró la protagonista de “Sugar”. En este contexto y pese al duro trance, los protagonistas dejaron las puertas abiertas a una reconciliación .“No es algo definitivo. Me estoy mudando por tiempo indeterminado. No alquilé una casa por dos años”, dijo Lamothe y Zylberberg concluyó: “Definitiva es la muerte”.