ROMANCE & HIP HOP
STREETSTYLE BY VALENTINO
New York fue la ciudad perfecta para presentar la última colección “Resort 2018” de Valentino. El director creativo de la maison, Pier Paolo Piccioli explicó que la Gran Manzana cuenta sola su idea de la moda y representa la riqueza de la sociedad actual. En una época donde no existen más los códigos pre-establecidos , el “freestyle” choca con el “lifestyle” y se generan diferentes identidades que se inspiran en las calles de la metrópoli. Para esta colección, Valentino ha confirmado a New York como teatro de la presentación porque es la cuna de nuevas culturas y el ejemplo de cómo las ciudades están cambiando. “Una vez estar lejos del centro tenía un significado negativo”, dijo Piccioli. Hoy, al contrario, en New York el Bronx se ha convertido en un lugar central, un lugar donde pasan cosas. Es en estos ambientes donde las personas perciben como una necesidad la expresión de sí mismos. Fue de esta misma necesidad que nació el hip hop (movimiento cultural de fin de los años setenta que promovía nuevas formas de arte y de inclusión urbana), una afirmación que se concretiza lejos de las instituciones, en lugares lejos del centro. Mirar a la calle y a la actualidad convulsionada y multiétnica teniendo siempre en cuenta la elegancia que se respira en un atelier como Valentino: así se puede resumir esta colección “Resort 2018”, que fue presentada en frente a sólo doscientos invitados, en un evento condimentado con ese toque de verdadera exclusividad que sólo quien tiene una grande y luminosa historia creativa sabe trasmitir.
Sobre la pasarela en un palacio en renovación en el Soho, desfilaron varios estilos como el “streetstyle” de la cultura funk y el “sportwear” que se trasforma en “daywear”, en los que no faltaron toques de romanticismo que hace parte del ADN de la maison. No es simple volver a manejar estos códigos, sobre todo si se piensa que las prendas que desfilaron pueden definirse como clásicos. El trench en género tecno y con ribetes con el “piping” (cinta tubular) subraya el proceso creativo que está en la base de la prenda, hasta convertirse en un vestido. Muy interesante el abrigo con volúmenes parecidos a los del bomber y también los bordados “ramage”( dibujo de ramas, hojas y flores) y de encajes sobre las remeras en acetato, lucidas sobre pantalones amplios y con bandas laterales. Las camisas blancas cambian de forma gracias a unos cortes sobre los hombros, los parkas son de cuero bordado, los vestidos de encaje se cruzan con prendas deportivas y el nuevo tailleur para el día Valentino es de color rosa camelia, con la falda tableada y la camperita para la gimnasia. “En esta colección he conectado el deporte con el romanticismo, los mitos pre colombinos y la
energía del hip-hop y de sus bandas. Es el nuevo freestyle al femenino que espero le guste a las nuevas generaciones de mujeres que mezclan todo a su manera, sin prejuicios y espontáneamente”, dijo PierPaolo en le backstage.
El vestido rojo, un “must” de la maison italiana, está presentado en forma diferente con ribetes blancos y parece casi un conjunto de gimnasia siguiendo el “athleisure” que es el fin rouge de la colección entera; los vestidos tiene detalles que recuerdan la boca y los lipstick de la artista Zandra Rhodes (designer inglesa que ya había colaborado con Valentino para la colección verano 2017 ), el abrigo de visón tiene un trabajo especial, el body deportivo se lleva abajo del vestido de encaje rojo, las sandalias tienen taco alto y se lucen con medias para el gimnasio o soquetes, mientras que las sandalias tienen la suela de goma y los cordones son de piel. El “trucksuit” (el equipo de gimnasia) después de haber sido presentado en las variantes mas disparatadas en las últimas temporadas, parece haber encontrado su máximo nivel en la sofisticación de la colección de Valentino: la alta calidad de los materiales, la minuciosidad de las terminaciones, las “nuances” elegidas y el calce perfecto ofrecen una verdadera nueva chance al conjunto más cómodo por excelencia.
Es casi imposible hablar de cultura “street” sin citar al denim: Valentino lleva sobre la pasarela un total look en versión “oversize”, desde la camisa a los pantalones, la cartera , definiendo así una nueva forma más relajada de moverse. “Quisiera que Valentino pudiese ofrecer la posibilidad de conseguir un estilo personal, característica que pienso interese mucho a las nuevas generaciones”—comentó Pier Paolo—Yo las miro, las estudio, me interesa su vuelta a los cánones clásicos de la belleza con una actitud completamente nueva, diferente, sin perjuicios. La actual es de una juventud muy interesante, que más que con la edad, tiene que ver con la voluntad de mezclar épocas, recuerdos, estéticas y culturas diferentes, casi siempre clásicas, con una modalidad libre y tal vez un poco punk”. El cambio de la maison italiana representa a la perfección el recorrido hacia el cual la moda contemporánea se esta dirigiendo: podemos hablar del fruto de un nuevo postmodernismo con el objetivo de utilizar fragmentos de lo que conocemos o amamos recordar para construir algo nuevo y diferente. Este “modus operandi” es aún más significativo por la preponderancia de Internet y de su poder, una costumbre consolidada que permite espaciar entre mundos diferentes y significados como tal vez nunca ha pasado antes en la historia. Volviendo a los vestidos y a los accesorios, Piccoli parece alejarse de la severidad y la tendencia a toda fuerza, que han caracterizado al Valentino de ayer : su “confusión” en la pasarela proporciona prendas y sugerencias para retocar según los gustos, ofreciendo más posibilidades que tendencias. Todo esta mezclado en una forma nueva con la voluntad de representarse siempre diferente y contagiado por el sano virus de la mutación, que es también el responsable de una conexión que se convierte en integración. Y “ya sabemos que una conexión sin integración es estéril”, concluye Paolo.