“LOS AÑOS SON BENEVOLOS CONMIGO”
DEBORA BELLO, EN MIAMI: ORGULLOSA DE SUS CUATRO DECADAS
El tiempo pasado invita a la nostalgia de aquellos veraneos en Punta del Este, cuando Debora Bello (40) ya insinuaba que su estilizada figura resistía estoica el paso de los años. “El tiempo pasa, pero viene siendo benévolo conmmigo”, dice celular de por medio desde Miami, la ciudad donde la modelo afincó su hogar conyugal con Diego Torres (46) y con Nina, su hija de tres años. “Por ahora seguimos en Miami, laboralmente Diego centraliza aquí todas sus cosas y está a dos horas de sus constantes viajes por América Certral. Para poder mantenernos unidos como familia, la base está acá”, asiente con firmeza, y vuelve a referirse al privilegio de sentirse joven a los cuarenta, cuál “señora de las cuatro décadas” a las que invocaba Arjona (Ricardo): “Creo que lo mío es ochenta por ciento genética, el resto es consecuencia de una vida saludable, sin locuras ni privaciones. Y para que se refleje de esta manera hay que sentirse integralmente bien en todos los aspectos, en lo emocional, en el humor... Yo acepto mis cuarenta de la mejor manera, ni loca volvería el tiempo para atrás. Estoy viviendo el mejor momento de mi vida, para mi, la estabilidad emocional no se cambia por nada. Son cuarenta años bien llevados, con sus buenos y sus malos momentos, pero aprendiendo de los malos para disfrutar hoy de todo esto, que no es poco”.
Fiel devota de la vida sana, Debora cuenta que en Miami le dedica cuatro de los siete días de la semana a cuidar y tonificar su fígura. Mucho gym, yoga y Rock Cycle, una disciplina que es furor en los Estados Unidos, una especie de gimnasia sobre la bicicleta parecida al spinning, la ayudan a mantener su estructura física, consciente de que se debe “aceptar el paso del tiempo como corresponde”. El resto del tiempo lo reparte entre el cuidado de su hija, a quien adora llevar e ir a buscar al jardín, el monitoreo a la distancia de su tienda de ropa on line, Black Dress, y su aporte en el manejo de la imagen de Diego Torres y su banda. Una rutina que disfruta tanto como la vida “de a tres” que comparte en La Florida junto con el músico y su heredera.
“No lo digo por decirlo, sino que disfrutamos mucho de seguir juntos en este mismo barco. Uno ve tantas familias descartables que valora tener la unidad por la que trabajamos durante tantos años. Porque estos catorce años con Diego son producto de lo que nosotros