EL OCASO DE TIGER WOODS
POR SU ADICCION A LAS DROGAS Y EL ALCOHOL
Fue considerado el mejor golfista de todos los tiempos. Tiger Woods (41) alcanzó la fama y deleitó con sus golpes a los amantes del golf. Ganó una inmensa fortuna y llegó a ser el segundo mejor del mundo, detrás del reconocido Jack Nicklaus. Hoy, la droga y el acohol lo han convertido en una sombra de la gloria que fue. Con varios kilos de más y la mirada perdida, hace unos días protagonizó un oscuro episodio cuando la policía lo detuvo en la Isla de Júpiter, a 150 km de Miami, por conducir bajo efectos de estupefacientes y alcohol.
Cuando lo hallaron, su Mercedes Benz 2015 estaba en funcionamiento, con las luces de freno encendidas y Woods estaba sentado al volante. No podía mantener los ojos abiertos ni moverse por sus propios medios. Una vez en la dependencia policial y esposado, el golfista no podía interpretar las indicaciones de la oficial de Palm Beach que le indicaba como hacer un test de alcolemia. Eran las 7 de la mañana cuando ingresó a la dependencia policial y fue liberado cerca del mediodía, sin que abonara una fianza. Ni bien quedó libre, Tiger se dirigió a la mansión que posee en la exclusiva isla donde sólo habitan mil personas de un poder adquisitivo muy alto. Los problemas del golfista comenzaron cuando reconoció sus numerosos adulterios y su adicción al sexo, sumado al consumo de sustancias. Su salud se deterioró y debió ser operado cuatro veces de su espalda por problemas en sus vértebras. A pesar de tratar de ser optimista respecto a su futuro profesional, pasó del puesto número 2 al 876 en esa displina.