MESSI Y ANTONELA YA SON MARIDO Y MUJER
CASAMIENTO CIVIL Y ALTA FIESTA PARA 260 INVITADOS EN ROSARIO
Aunque sus protagonistas sean fieles cultores del bajo perfil, no dejan de ser lo que son. Y cuando se confirmó que Lionel Messi (30) y Antonela Roccuzzo (29) se casaban en Rosario el viernes 30 de junio, una ola de expectativas, suposiciones y rumores comenzó a rodear el acontecimiento, caratulado desde el vamos como “La boda del año”. Pero los amantes del show off y la grandilocuencia debieron ajustarse a los deseos y la esencia de sus protagonistas, quienes al fin y al cabo lograron transformar una boda mediáticamente estelar en un coloquial casamiento “entre amigos”. Sí, acorde con los ideales de “Lío”y“Anto”, la noche tan esperada fue tal cual ellos la concibieron, con la gente y los invitados que tenían que estar sin ninguna clase de compromisos ni ataduras. Por eso, la lista de 260 invitados recompensó a quienes en algún momento formaron parte del círculo afectivo de los novios, un mix entre pasado y presente que no contempló oportunismo ni vínculos golondrina. Y así como el casamiento de Diego Maradona (56) a fines de los ochenta, con 1200 invitados y un Luna Park repleto de luces y celebridades, fue un fiel reflejo de la personalidad y el carisma de Diego, la boda del otro gran astro del fútbol argentino reunió en el complejo City Center a un combo de familiares, amigos y conocidos que se correspondieron con los novios, y que respetaron la privacidad y las pocas palabras que fidelizaron la causa.
Si hubo un punto en común entre ambas bodas insignes, ese fue la llegada desde Europa de los futbolistas que compartieron momentos deportivos cumbres de los dos. Y así como en 1989 vinieron desde Italia gran parte de los jugadores que formaron parte de aquel plantel histórico del Nápoli, ahora le tocó a los colegas de Messi en el Barcelona
desembarcar en tierras rioplatenses. Los Careca (56), Alemao (55) y Ciro Ferrara (50) de entonces se transformaron en los Gerard Piqué (30), Carles Puyol (39) o Cesc Fabregas (30) de ahora. Una diferencia sutil, aunque involuntaria, fue un deseo que los novios no pudieron satisfacer: el de casarse por iglesia. Tal como lo hicieron Maradona y Claudia Villafañe (55) en el Santísimo Sacaramento, Messi y Antonela habían previsto casarse en la Catedral de Rosario, y en tal sentido solicitaron un turno para la tarde del viernes 30. Sin embargo, los encargados del operativo de seguridad y las propias familias de los novios no observaron con buenos ojos el éxito de semejante movida, ya que el desborde de curiosos ante semejante congregación de estrellas hubiese sido complejo. Lo cierto es que la pareja intentó convencer a las autoridades eclesiásticas de que los casen en el mismísimo City Center, donde se llevó a cabo el civil y la fiesta, un pedido rechazado de cuajo por el arzobispado local. “Se negó este pedido porque antes
se le negó también a otras personas. No autorizan ceremonias fuera de ámbitos religiosos por cuestiones sacramentales”, explicaron voceros cercanos al arzobispo de Rosario, Eduardo Martín.
El primer síntoma de que no sería un fin de semana más en Rosario
“La próxima le toca al 'Pocho'”, avisó Javier Mascherano cuando posaron los players de la selección, a modo de presagio nupcial.
se comenzó a vivir el miércoles 28, con la cantidad de aviones privados que invadieron el aeropuerto de Fisherton. Los invitados extranjeros fueron instalándose, y así el jueves 29 se organizó una recepción con asado en la casa de campo La Quinta, un predio
situado en Pueblo Esther, a veinte kilómetros de Rosario. Messi y su familia suelen alquilarlo para distintas reuniones familiares, y allí los jugadores del Barcelona convivieron en la previa con los integrantes del seleccionado argentino y con ex compañeros de “Lío” en la recordada camada ‘87 de Newell’s. Ellos son los amigos de la infancia de Messi, los primeros en detectar a un talento sobrenatural que ya asombraba de pequeño con sus gambetas y finitas. Lejos de olvidarse de ellos, el novio participó entre otros a Lucas Scaglia (30), primo de Antonela, celestino de la pareja y hoy en el fútbol de los Estados Unidos, al arquero Juan
En un doble rol de cantante e invitada, a pedido de los novios, Karina cantó “Fuera”.
Cruz Leguizamón (29), ex Central Córdoba de Rosario, a Agustín Ruani, Franco Casanova y Gonzalo Mazzía, un quinteto al que el astro ya había invitado en el 2014 a Brasil para ver partidos de la selección. La reunión duró hasta el atardecer, y por la noche se participó a quienes ya estaban en la ciudad a un cóctel de bienvenida en el propio Hotel Pullman, donde se hospedaron todos los invitados.
El viernes amaneció tan soleado y despejado como para interpretar que el clima se complotó con la festividad que se viviría en la ciudad. En el aeropuerto local terminaban de llegar los últimos invitados top, como Shakira (40) y Piqué, cerca del mediodía, y más a la tarde los brasileños Neymar (25) y Dani Alves (34) sin compañía femenina. En las entrañas del Hotel Pullman, y sin que la boda afectara en lo más mínimo el funcionamiento y la actividad del gigantesco casino, las horas previas se sobrellevaron con distensión y excelente camaraderia, sobre todo por parte del grueso contigente de futbolistas con pasado o presente celeste y blanco. “Haciendo la previa”, fue el recado que acompañó a la imagen en la que figuran Javier Mascherano (33), Angel di María (29), Marcos Rojo (27), Nahuel Guzmán (31), Gonzalo Higuaín (29), Mariano Andujar (33), Pablo Zabaleta (32), Ezequiel Lavezzi (32), Maximiliano Rodríguez (36), Lautaro Formica (31), el utilero Daddy Gallardo, el ex tenista Guillermo Coria (35) y el actor Nicolás Vázquez (40), entre otros. Ellos, los galanes de la velada, también tuvieron su espacio de belleza en el hotel a la par de las mujeres, quienes dispusieron de un espacio con maquilladoras y peluqueras propias. Porque el equipo de trabajo del Salón Berlín emuló su barbería de la calle Callao, en Rosario, y de las sucursales en Palermo y San Isidro, en uno de los pisos del Hotel
Pullman. Con música ambiente de Frank Sinatra y vestidos con la estética de los años ‘30, los barberos Atilio, Miguel Ángel, Felipe, Bruno, Mauro, Nicolás, Cristian, Tomás y Leo atendieron a todos los invitados que quisieron el servicio. Los primeros en recurrir fueron Messi y Martín Demichelis (36), quienes se hicieron un servicio de pelo y barba que duró dos horas. Mientras se atendían los demás players como “El Patón” Guzmán y Mascherano, quién mostró su nuevo look con tupida barba, “Lío” desafió al uruguayo Luis Suárez (30) a jugar un partido de metegol. Aperitivo en mano, “El Diez” culé fue el ganador y chicaneó al goleador charrúa, cuando los demás jugaban con la Play Station. El último en llegar a la sala de barbería fue Lucas Biglia (31), a tal punto que salió corriendo del salón apremiado por el inicio del civil.
Como la ceremonia se demoró algunos minutos respecto de lo estipulado, que era a las 19:00 horas, algunos invitados aprovecharon para salir a la alfombra roja, el úni-
co lugar donde la prensa tuvo contacto con los invitados. Los primeros en inaugurar el ritual fueron el camerunés Samuel Eto’o (36) y su mujer, Georgette, y a continuación le siguieron varios de los compañeros de “Lio” en Barcelona: Fabregas y Daniella Semaan (una de las mejores amigas de Antonela), Xavi Hernández (37) y Nuria Cunillera (by Rosa Clará), Puyol y la ex modelo y actriz Vanesa Lorenzo (40), por unanimidad la más bella de la fiesta, y Jordi Alba (28) con su pareja, Romarey Ventura, también vestida por Rosa Clará. El silencio de los ivitados fue roto por “Nico” Vázquez, cuya relación con
Messi se gestó por la buena onda recíproca que hubo cuando fueron presentados por Adrián Suar (49). Acompañado por Gimena Accardi (32), el actor demostró estar más acostrumbrado a esa clase de contacto con la prensa, y aseguró que al novio se lo vio “más feliz que nunca”. Antes del impasse que significó el comienzo del civil salieron a escena dos de los mejores amigos de Lionel: “El Pocho” Lavezzi con Yanina Screpante, muy esbelta con un diseño de Loris Azzaro, y “El Kun” Sergio Agüero (29) con “La Princesita” Karina Tejeda (31), una de las animadoras musicales de la fiesta.
Después que el Director Provincial del Registro Civil de Santa Fe, Gonzalo Carrillo, consasgrara a los novios como marido y mujer, momento que coronó Abel Pintos (33) con el tema “Sin Principio ni Final”, toda una debilidad de la novia, las figuras del fútbol internacional siguieron desfilando por la Red Carpet, montada sobre un espacio exterior entre el hotel y el casino. La segunda tanda de fotos comenzó con Luis Suárez, uno de los integrantes de la letal delantera MSN, y su mujer, Sofía Balbi, socia de Antonela en el local de zapatos de Sarkany que acaban de inaugurar en Barcelona. El tandem continuó con Sergio Busquets (28) y Elena Ghalera (by Rosa Clará), Di María, Fernando Gago (31) y Ever Banega (29) con sus respectivas parejas, Jorgelina Cardoso, Gisela Dulko (32) y Valeria Juan, Sergio Romero (30) y Eliana Guercio (39), y por fin la esperada salida de los novios, con la libreta roja de matrimonio en la mano derecha de Antonela. El astró rosarino no ocultó la emoción y felicidad del momento, y si bien no fue locuaz, interactuó con los fotógrafos para que ninguno se quedase sin la instantánea más buscada
Los siete bartenders agasajaron a la novia con su trago preferido: caipiroska de frutos rojos.
de toda la noche. La secuencia culminó con el beso unánimemente reclamado, y así la pareja nupcial se retiró junto con la asistente que cuidaba la cola del vestido de Antonela. El set fotografico tuvo dos capítulos más tras la salida del flamante matrimonio: los padres del futbolista, Jorge y Celia Messi, con su hija, María Sol Messi, ambas vestidas por Claudio Cosano, y un grupo de jugadores de la selección en el que aparecieron caras que no se habían mostrado como las de Mascherano, Biglia, Guzmán y Andujar, todos con sus mujeres. Cuando se retiraban, “Masche” tomó la posta y bromeó muy conven-
cido que “la próxima te toca a vos, Pocho”, augurando una futura boda entre el delantero y Screpante.
Después de una variada recepción de delicatessen en bandejas y aún con la emoción a flor de piel por acabar de dar el “sí”, la pareja inauguró la pista de baile cuando empezaron a sonar las consolas de los DJ Danilo Michaut y Fer Staver. Los recién casados ingresaron al salón junto a todos los invitados. No hubo tema de entrada ni vals de los novios. “Cinco Minutos”, de Lucas Sugo, fue la canción que dio inicio a la primera tanda con cumbia y reggetón, donde no faltó el hit “Despacito”. Cesc Fábregas, Jordi
Alba, Neymar, Suárez, Piqué, Mascherano, Dani Alves, Xavi y los argentinos Guzmán, Demichelis y “Pocho” Lavezzi fueron los protagonistas de la pista, animando buena parte de la velada. Hubo música para todos los gustos: cumbia santafesina, pop y los shows en vivo con orquesta completa de Márama y Karina. Cuando la novia hizo el tradicional lanzamiento del ramo ya tenía puesto el segundo diseño más cómodo de Rosa Clará. E inmediatamente se vio el despliegue lumínico de la noche: los invitados recibieron pulseras electrónicas computarizadas que, en coordinación, seguían el ritmo del tema “Ping Pong”. No faltó un súper cotillón al ritmo del dance, donde los novios estuvieron en andas bailando en las alturas y hasta los lanzaron por los aires varias veces. Hubo un corte en el baile para dar paso a que los mozos sirvieran entre las mesas el lomo asado del plato principal, y con amenización se siguió incluso hasta el postre. Fue allí, a la medianoche, cuando Marcelo Tinelli (57), su hijo, Francisco (19), Guillermina Valdes (39) y “El Tirri” Luciano Giug-
no (50) ingresaron al Centro de Convenciones del complejo City Center. El menú abarcó una recepción de seis estaciones: en la Charcuterie se ofrecían variedad de fiambres, spianata, salame al ají, bresaola, salame premium, lomito a las hierbas y bondiola. En la variedad de quesos se podía degustar Morbiere, Pategras, Gouda, Raciette, Atuel y artesanales de cabras. También pata de jamón crudo reserva oro, variedades de panes caseros, ensaladas y escabeches de autor. En la sección Diferentes Destinos había sorrentinos de distintos sabores, chop suey de pollo, empanadas de carne, mini empanadas de bogas y fija de ternera. La estación caliente argentina fue la más solicitada y ofreció cazuela de mollejas, carnes trinchadas ahumadas, riñones a la provenzal, y chorizos y morcillas bombón. Por pedido del novio hubo una exquisita estación de sushi. Luego llegó el turno del plato principal, postre, mesa dulce y un final de fiesta con churros y chocolate al ritmo brasileño y carnaval carioca. A escasos minutos de las 8:00, el DJ tuvo que cortar la música después de 15 minutos de alargue solicitado por “Lío”, quien quiso coronar su gran noche con el tema “Por Primera Vez”, de Los Palmeras. —¿Quién es esa chica? —¡Mi prima, Lío! Messi tenía nueve años cuando en el cumpleaños de su compañero de las inferiores de Newell’s, Lucas Scaglia, pregunta por Antonela. Él la mira y sonríe. Ella también. Pero su timidez lo vence y recién con los días Messi encuentra en el lápiz y papel la forma de acercarse: todas sus cartas culminaban con la misma frase: “Algún día vas a ser mi novia, Antonela”. Ese día llegó pero se interrumpió en el 2000, cuando a los 13 años Lionel viajó a España junto con su padre, Jorge, para probar suerte en las inferiores del Barcelona. Sin embargo, su ilusión
sentimental nunca se desmoronó. Estaba convencido de que formaría una familia con “Anto”. Incluso tras enterarse que mientras él comenzaba a deslumbrar al Camp Nou, ella empezaba a salir con Guillermo Burroni. Después el tiempo, la paciencia y perseverancia del crack rosarino reubicó los roles. “‘Lío’ y ‘La Negra’ jamás dejaron de hablarse. Siempre que él venía a Rosario se interesaba por ella. Hubo un momento que los unió más. Cuando murió la mejor amiga de ella (Úrsula) durante un accidente automovilístico que conmocionó a la sociedad rosarina, el ‘Caso Capozzuca’, él la acompañó en todo momento. Ese reencuentro fue crucial para que ella luego dejara a su novio, quien en los días previos a la boda bromeó que ‘aunque sea me dejó por Messi’”, le confió a CARAS un allegado de la familia. Fue en ese año, el 2007, cuando “La Pulga” le propuso ser la novia e irse con él a España. Y ella, aún adolescente, no aceptó.
Antonela es la segunda de las tres hijas que tuvieron José Roccuzzo y Patricia Blanco, dueños de la cadena de supermercados Único. Las cuñadas de Messi, Paula (30) y Carla (26) Roccuzzo, adoran a Leonel desde pequeño, cuando los Roccuzzo le regalaban botines y lo llevaban durante sus salidas al cine y sus fines de semana a su quinta de Roldán. Durante ese tiempo en el que “Anto” estudió los primeros años de Odontología y Comunicación Social en Rosario, “Lío” la visitaba apenas su carrera de futbolista se lo permitía. También en vacaciones, cuando ella terminaba sus torneos de gimnasia deportiva en GER, viajaba a Barcelona para quedarse algunos meses con él. Fue recién a fines de 2009, poco antes del Mundial de Sudáfrica 2010, cuando la pareja oficializó su noviazgo y Antonela se instaló en la casa de Leonel en Barcelona: una mansión de cuatro plantas, costera en Casteldefels, que les recordaba el río Paraná. En esos días de ensueño, en los alrededores de Plaza Cataluña, mientras Leonel entrenaba, Antonela perfeccionaba su inglés y continuaba con su rutina de ejercicios. En junio de 2012, ante una colmada cancha de River con hinchas argentinos, Messi festejó un gol a Ecuador con la pelota debajo de su camiseta de la selección. Así, “El 10” anunció la llegada de su primer hijo, Thiago (4), tres años antes de que nazca su segundo heredero, Mateo (1).
“Gracias por todo querido amigo.Me gusta verte feliz. Hermoso todo. Te quiero mucho Leo” .
(Marcelo Tinelli)
El amor pudo con la distancia, el tiempo y la fama. El viernes 30 de junio de 2017, en el Hotel Pullman del Casino City Center, Messi dijo “¡sí, quiero!” ante la mujer de su vida. Lejos de la fama por ser el mejor jugador del mundo, esa noche estaba el niño que se forjó en el barrio General Las Heras, donde desafiaba la ley de la gravedad cada vez que pateaba un balón. Una fecha que Lionel y Antonela inmortalizaron en un tatuaje de números romanos en su dedo anular derecho, donde hoy, mientras disfrutan de una caribeña luna de miel en las islas de Antigua y Barbuda, lucen sus alianzas de recién casados.