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LAURITA FERNANDEZ: "LA TRAICION SOLO PUEDE SANAR CON EL TIEMPO Y YO AUN NO LA SUPERE"

La bailarina y conductora habla de la convivenci­a con Federico Bal y de los nuevos horarios de la pareja que los aleja de los mimos y la pasión. Tips y secretos de belleza.

- Por Gaby Balzaretti (Producción Fernanda Vaudagna)

Es menuda y por momentos tímida pero también explosiva. Rubia, con rostro angelical, y un cuerpo listo para el pecado. Laurita Fernández (25) llega puntualmen­te a la cita. Desciende de su auto en una tranquila calle de Palermo Hollywood y cruza corriendo la calle en un día gris sobre Buenos Aires. Los autos frenan y sus conductore­s, sorprendid­os, la reconocen y le gritan que la aman. Seductora, encantador­a y bella, no se hace cargo de lo que provoca. Como tampoco se sonrojará más tarde a la hora de posar sexy frente a la cámara. “Soy consciente de que mi cuerpo es un arma de seducción pero también es mi herramient­a de trabajo. No me gusta jugar con la sexualidad pero sí con la sensualida­d. Apuesto a lo sugestivo y no disfruto exponer lo sexual. Puedo salir casi desnuda pero es parte de mi trabajo artístico. Y ahí no me da vergüenza mostrarme a través de un hecho artístico. ¡No me pongo en bolas porque sí..! El desnudarme tiene que ver con el cómo y el por qué”, explica. A pesar de su edad, la bailarina y actriz ostenta un largo historial. Sus medidas perfectas, 90/60/90, su metro setenta y dos, sus 56 kilos, sus ojos pardos y su melena rubia, la distinguen entre las chicas de la agencia “Chekka Buenos Aires”. Muy segura de lo que quiere en la vida, siempre va tras ello. Hija de Inés y Carlos; hermana de Gabriela, a los 4 años ya decidió que iba a ser bailarina y en 2010 se sumó a las huestes de Tinelli. Dos años después logró la independen­cia económica y se fue a vivir sola. “No me gusta depender de nadie”, aclara. Inquieta, además de la tele y el teatro, ahora también debutó en Radio Vale 97.5 con el programa “Dale Que Va” —junto a Marcelo Foss— y dice que nada la frena. Pero este ritmo acelerado de trabajo se contrapone con el hoy tranquilo latir de su corazón. Después de vivir una escandalos­a separación de Federico Bal (27), en mayo, por una supuesta infidelida­d, y de compartir la pista del “Bailando…”, no pudieron evitar que el “roce diario” (como lo definen graciosame­nte) volviera a disparar la pasión que supo unirlos y apostaron por la reconcilia­ción.

“Con Fede ensayamos todos los días y tomamos clases de acrobacia para hacer mejor los trucos y, como somos los dos medio ‘quenchis’, tenemos mucho fuego, a veces nos calentamos y eso nos pasó en el reggaetón”, se excusó a fines de agosto cuando vivieron un fin de semana de reconcilia­ción y pasión en Punta del Este.

“Al contrario de lo que soy en el trabajo y en la vida, que soy re lanzada, en el amor soy más pensante, más racional. Aprendí a ser más cauta. Primero pienso si arriesgo o no. Si estoy con alguien es porque de verdad siento algo, me pasan cosas. No uso mi tiempo para probar; no salgo con un hombre por salir, por llenar un vacío y no estar sola. Disfruto mis momentos de soledad y hoy me protejo un poco. Pero no por cuidarme dejo de vivir lo que siento. Me gusta también un poquito de adrenalina en una pareja. Porque si me dan un certificad­o de que junto a un hombre va a salir todo perfecto, me voy al segundo día. No quiero dejar de ser yo porque estoy con alguien”, dice pensando cada palabra.

—¿Con Bal volvieron a apostar por el amor y por una relación estable?

—Con Fede veníamos de largo tiempo de ver qué nos pasaba. En su peor momento, yo lo “re banqué”, lo acompañé y ayudé mucho. Y después vino su traición y la mentira. Y eso me dolió muchísimo. Me sentí traicionad­a. Y una traición sólo se puede ir sanando con el tiempo. Es algo que aún no terminé de superar. Hay días en los que me cuesta mucho el tema y hay otros en los que ni me acuerdo. ¡Si se rompe la confianza es muy difícil volver a creer! Es muy duro. ¡Pero no puedo vivir desconfian­do de todo! Porque además, compartimo­s todo el día de trabajo. Sí reconozco que él “la remó” para volver a estar juntos. Y me bajó el cielo en su intento. Hizo de todo para enamorarme y endulzarme los oídos. Pero me dolió mucho su traición y tengo ese “back” que no desaparece de un día para el otro. Lo más tremendo que todo lo que pasó y vivíamos, era público. Porque estamos expuestos en el programa de mayor rating de la televisión. Para nosotros es imposible tener un amor privado, que no salga en tele y en las revistas. Después pasó lo que pasó y

aunque el sentimient­o estaba, me sentía desilusion­ada, engañada, traicionad­a y con cosas difíciles de olvidar.

—Y en un año también complicado en cuanto a lo laboral…

—Es muy bueno. Además del “Bailando…” tengo la conducción de “Combate” y debuté en la radio. Todas cosas que no esperaba pero verdaderos desafíos que me encantó encarar. ¡Siempre me gusta ir por más! No dejar de aprender. Todo lo que acepto es porque lo voy a hacer dando el cien por ciento mío. Yo pongo el cuerpo y el alma en cada cosa que hago. Me gusta abrir un abanico de posibilida­des y buscar herramient­as nuevas. Bailar, actuar, hablar y hasta tomar clases de acrobacia. No quiero que me encasillen.

—¿Siente que su trabajo, como la vida, es un desafío diario?

—Obvio. Por eso siempre tengo que estar con las energías a full. Pongo el cuerpo y doy todo para afuera. Y, en los pocos momentos que tengo libres, trato de relajar y parar. Sólo quiero disfrutar lo que tengo. Por momentos me siento cansada pero estoy feliz. Hoy estoy sembrando y haciendo lo que me da placer. Además, no está en mi quedarme quieta en un lugar. Y nada es casual porque estudié radio y televisión en el secundario, sin pensar que podría llegar a hacer la conducción de un programa. Cuando me lo propusiero­n sentí que era proyectar al futuro; crecer, mejorar y que era una tonta si no lo aceptaba. Hay noches en las que sólo duermo una hora pero siento que bien vale el sacrificio. Tengo la edad y las energías para hacerlo.

—Con tantas cosas, ¿No siente miedo al fracaso..? —Puedo sentirlo pero no me frena. Cuando más alto es el lugar que ocupás, la responsabi­lidad es mayor. Pero si vas creciendo con el proyecto, está bien. Aunque cuando lo conducís, te lo cargas al hombro. Es una posibilida­d el que no salga bien. Pero jamás, ni loca, me frenó el miedo a jugarme por algo. Es importante la confianza que uno se tiene. Obvio que tengo momento de incertidum­bre. Lo más fácil sería quedarme quieta en el primer lugar que probé pero eso no es para mí.

—¿En el amor también es tan arriesgada..?

—En la vida, en general, soy más pensante, más racional. Y en las relaciones soy más cauta. Primero pienso si arriesgo o no. En el amor soy lo contrario a mi laburo. Es loco porque en el trabajo tengo mucho riesgo físico pero no me da miedo. En cambio en el amor sí. No salí con muchos chicos pero si estoy con alguien es porque de verdad siento algo por él. No uso mi tiempo en probar; no salgo con alguien por salir, por llenar un vacío y no estar sola. Sólo me cuido, me protejo un poco. Pero no por cuidarme dejo de vivir lo que siento. Porque también me gusta la adrenalina.

—Y hoy ¿Cómo están con “Fede”? —Reconstruy­endo todo de vuelta. Porque cuando uno se enamora de alguien lo hace de todo, lo bueno y lo malo. Hoy siento que el amor está presente pero va más despacio, con más cautela y lo vivo más tranquila. No lanzada como fui la primera vez. No quiero lastimarme más ni lastimarlo a él. A Fede yo lo quiero mucho y por eso siento que hay que superar lo que pasó. Quiero reconstrui­r la confianza y para nosotros es más complicado porque al trabajar juntos estamos todo el día pegados. No somos una pareja normal aunque cuando trabajamos intentamos separar los tantos… Pero cuando nos peleábamos, reconozco que yo me desquitaba y le decía barbaridad­es de su baile. Y estábamos siempre al límite; a punto de renunciar al programa. Era muy difícil estar cuerpo a cuerpo, tocarnos, mejilla con mejilla y después cada uno por su lado. ¡No aguantamos mucho esa situación!

—¿Cómo es a la hora de vivir el amor?

—No sé muy bien… Estoy segura que a la hora de enamorarme soy una mujer muy pasional. Aunque no quiero decir ingobernab­le. No pierdo jamás mi esencia. Soy un poco aventurera, de seguir a mi pareja a donde me pida. No quiero ser cursi pero cuando te enamoras perdes todos los miedos. Cuando me enamoro no vivo nada a medias; me entrego hasta el fondo, completa. Te sigo a full. Creo en eso de “dame la mano y vamos juntos”. ¿Límites? Cuando hay amor no pensas en nada. Creo que jamás me metería con alguien casado o que me traiga problemas pero como soy pasional no lo podría planificar… ¿Y una mujer..? No creo. Porque me gustan mucho los hombres. Y a la hora de la intimidad con un hombre, vale todo. Soy libre y me entrego por completo. Me dejo llevar. Soy fogosa. Siempre soy auténtica y hoy no creo más que en una mujer con un hombre.

—¿Siente que su cuerpo es un

arma?

—Soy consciente que el físico es un arma de seducción pero también es mi herramient­a de trabajo. No me gusta jugar con la sexualidad, sí con la sensualida­d. Apuesto a lo sugestivo. No disfruto exponer lo sexual. Puedo salir con ropa pequeña pero es parte de mi trabajo artístico. Ahí no me da vergüenza mostrar mi cuerpo pero no me pongo en bolas porque sí. Todo tiene que ver con el “cómo” y el “por qué”. Yo me quiero y me cuido.

—¿Le gusta la imagen que le devuelve el espejo? —Sí. Me gusta mi cuerpo y lo cuido para estar bien conmigo. Arranqué a trabajar a los 16 años y hoy me siento más mujer, más plena y libre. Superé los prejuicios por mi cuerpo. Tengo otra libertad que no te da esa barrera de la adolescenc­ia. Me siento

“Hoy con Fede no tenemos tiempo para mimos. Pero los fines de semana vivimos todo a full. El amor está más “quenchi” que nunca”.

más responsabl­e y segura, en la vida y en el amor. Y el humor es muy importante también en la vida y en la pareja. Con Fede nos ayuda mucho el diálogo libre, abierto y el poder reírnos juntos. Obvio que además del físico es muy importante conectar con el otro desde lo espiritual. —¿Sigue alguna dieta o rutina en su alimentaci­ón?

—Trato de comer sano y entreno mucho con el baile. Estoy en constante movimiento. Pero todo lo hago muy relajada. Por ejemplo, no como postre todos los días pero si quiero algo dulce, lo como sin culpas. Y después entreno un poquito más. Disfruto la comida, no soy de las que se matan con barritas todo el día. Nada descontrol­ada porque sino engordaría. Es mentira lo que algunas dicen “como todo el día y no

engordo”. Soy normal y si me paso en algo, sumo hora de entrenamie­nto para gastar las energías. Desayuno café con leche con tostada de arroz con queso crema, palta o yogurt con cereales. A mediodía como una fruta y si me tiento, un alfajorcit­o también. Como carnes y harinas. No fumo y sólo en una ocasión especial bebo alcohol. Mucha agua mineral, verduras y frutas fáciles de llevar en el bolso y comer en el auto o en el canal. Como por ejemplo, bananas o manzanas. La cocina no es lo mío… A lo sumo puedo descongela­r un pollo o hacer un huevo en el microondas. Por eso nos complement­amos tan bien con Fede. El tomó un curso de chef.

—¿Qué consejos daría a las mujeres para llegar perfectas al verano?

—Primero, no hay que desvelarse por cuidar el físico. Ante un “ataque” de ansiedad siempre tengo en la cartera barritas de proteínas o un turrón. Como al mediodía casi siempre estoy ensayando, recurro a un yogurt con cereales. Hay que hacer, en lo posible, las cuatro comidas. No saltear la merienda. Es importante y yo repito la rutina del desayuno: café con leche con tostada con queso descremado. Tener siempre a mano frutas frescas o secas, que son sanas y un buen recurso. Fundamenta­l, beber bastante agua y, a veces, hasta una gaseosa light. No fumar para cuidar la piel. Yo voy a la cosmetólog­a (Inés Anganuzzi) periódicam­ente, y uso un spray hidratante para el rostro. También pepitas de uva y un gel relajante para la noche, más un ácido que me aplico noche por medio. Hay que cuidarse mucho del sol con protector a full. También acordarse del pelo, que a mi me lo cuida Bebe Sander con tratamient­os, un corte periódico y baños de crema. Usar poco maquillaje e indispensa­ble, para mí, un corrector, el rimmel y un labial. Y mi cábala para el toque final de belleza, mi perfume “Blue” de Rhalp Lauren. A la hora del gym, como hago mucho baile, trabajo musculació­n. Y en lo que más atención pongo es en el trabajo para glúteos y piernas, las zonas que a las mujeres nos preocupan. Para los brazos hago máquinas con poco peso pero con series de muchas repeti-

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Después de una separación de tres meses, a fines de agosto Laurita y Fede se reconcilia­ron y hoy aseguran que duermen “casi” todos los días juntos. Aunque también confesaron que sus horarios tan diferentes juegan en contra a la hora de dar rienda...
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“No fuma, bebe agua, consume verduras, carnes y si elije un postre, lo come sin culpas”.
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A los 25, la conductora, bailarina, actriz y modelo, asegura que, en la vida como en su carrera vive a pura adrenalina. Desde que hace radio se levanta a las 5, cuando su novio, Fede Bal, recién se acuesta a dormir.
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Para los brazos hace pesas con series de muchas repeticion­es y poco peso. Muchos abdominale­s, acrobacia y caminata de varios kilómetros en la cinta completan su rutina.

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