Pubertad: consulta ginecológica en las niñas
La pubertad se caracteriza por cambios físicos y emocionales que generan grandes expectativas en los padres y en los chicos. Es un período en el que existen cambios en relación con las gónadas y caracteres sexuales secundarios, lo que junto a los cambios hormonales darán los físicos: aumento de estatura, aparición de vello, desarrollo mamario, modificación en la disposición de la grasa, maduración de los órganos sexuales internos y externos, comienzo de los períodos menstruales. El primer signo clínico de pubertad en la niña es el crecimiento mamario (aparición del botón mamario), que suele ser en promedio a los 10 años. Otro evento importante es la aparición de la menarca o primera menstruación. La primera consulta ginecológica en la pubertad No hay una edad exclusiva para consultar por primera vez al ginecólogo, ya que, en realidad, mucho de los aspectos del desarrollo puberal son chequeados en la consulta pediátrica, mediante el control del peso, la talla y la revisación de los caracteres sexuales. Es importante conocer y seguir al paciente. Es usual que las mamás acerquen a sus hijas para un control ginecológico que evalúe el normal desarrollo, lo cual es muy productivo. También existen algunas consultas más frecuentes en esta etapa como pueden ser la aparición de flujo y vulvitis, así como la presencia de irregularidades menstruales. Esta primera consulta ginecológica tiene también una función de educación para la salud y prevención. Algunas de las consultas más frecuentes en la etapa de la pubertad son: un crecimiento acelerado esto requiere atención y consulta pediátrica o ginecológica. cómo comen, duermen, con quién se relacionan (sobre todo en redes sociales). Muchos eventos en el entorno socio familiar de las niñas, el tipo de alimentación, el estrés, así como el exceso de ejercicio pueden modificar la velocidad del crecimiento y desarrollo. Es importante consultar si por ejemplo existe sangrado vaginal sin haber tenido desarrollo mamario o del vello o si vemos que la niña no tiene su menarca a pesar de que han pasado un año y medio o dos desde el inicio del desarrollo de las mamas. la secreción que sale de la vagina y puede ser normal o anormal. Cuando comienza el desarrollo puberal con el aumento de los estrógenos la formación de flujo aumenta, cambia el pH vaginal y la niña comienza a tener una descarga vaginal de lo que se llama leucorrea fisiológica, que es normal en esta etapa: es una especie de flujo blanquecino, lechoso. ¿Cuándo preocuparse y consultar? si es diferente, por ejemplo, con sangre, verdoso o amarillo, con feo olor, si pica, arde o molesta o si junto a estas características hay molestias perianales también (hay parásitos intestinales que se asocian a flujo vaginal, muy común en las niñas). que puede ocurrir es por traumatismos vulvares. En las niñas, uno muy típico es por caídas a horcajadas, como, por ejemplo, en el borde de la bañera al salir de la misma, o con los caños de la pileta de lona, o de la bicicleta. Es importante traumatismos es importante descartar el abuso sexual encubierto.