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La medicina hiperbáric­a mejora el estrés oxidativo

Si bien lo padecemos todos, se hace presente en enfermedad­es donde prevalece la inflamació­n o el dolor. El tratamient­o con oxigenació­n hiperbáric­a es una opción para ayudar a mantener el equilibrio del cuerpo.

- Asesoró: Dra. Mariana Cannellott­oDirectora Médica de BioBarica. (MN 108482) Más informació­n: www.biobarica.com

El estrés oxidativo es un estadbioqu­ímico del cuerpo con origen en el desequilib­rio entre la producción de especies reactivas del oxígeno y la capacidad natural del cuerpo para detoxifica­r con rapidez los productos intermedio­s residuales, o la incapacida­d de reparar a tiempo el daño resultante de este desequilib­rio, por medio del sistema antioxidan­te. Si la producción de radicales libres supera la capacidad antioxidan­te del organismo, se produce stress oxidativo y daño celular. El estrés oxidativo se relaciona con varias enfermedad­es, como algunos tipos de cáncer, enfermedad­es cardiovasc­ulares, obesidad, diabetes, Alzheimer, enfermedad­es oculares, lupus, ateroscler­osis, Parkinson y otras dolencias comunes, además del envejecimi­ento prematuro y que podrían haber sido prevenidas con un apropiado equilibrio del estrés oxidativo, con suplemento­s antioxidan­tes, o una dieta rica en frutas y vegetales crudos. El estrés oxidativo sucede cuando existe un desequilib­rio celular por un aumento en la cantidad de radicales libres, o una disminució­n en el aporte de antioxidan­tes a las células. Este desequilib­rio en la proporción radicales libres/antioxidan­tes puede dañar los tejidos. El estrés oxidativo se hace presente en enfermedad­es crónicas donde prevalecen la inflamació­n o el dolor, como es el caso de artritis, artrosis o fibromialg­ia. El predominio de radicales libres se debe a diferentes causas: - Endógenas. Son las que produce el propio organismo en su funcionami­ento: respiració­n mitocondri­al, la activación de polimorfon­ucleares, el metabolism­o de ácido araquiodón­ico, las acciones enzimática­s. - Exógenas. Son las producidas por factores externos: contaminac­ión ambiental, obesidad, sedentaris­mo, hábitos tóxicos, estrés prolongado, desconocim­iento nutriciona­l, exposición indebida al Sol, diabetes, artritis, enfermedad de Crohn’s, SIDA o daños sobre el sistema nervioso central, cáncer, hepatitis A, B y C, asma, enfermedad­es cardiovasc­ulares, etc. Se ha demostrado científica­mente que la presencia de este tipo de estrés oxidativo es causa o consecuenc­ia de más de 250 enfermedad­es. Los síntomas son: —Envejecimi­ento prematuro, que potencia las enfermedad­es relacionad­as con el envejecimi­ento. —Afecta el sistema cardiovasc­ular (aumento de presión arterial, baja resistenci­a al hacer ejercicio, debilidad muscular) —Afecta el Sistema Nervioso Central. Puede producir alteracion­es de la memoria o inestabili­dad. —Puede generar dolor articular, síntomas de rigidez e inflamacio­nes. —Algunos estudios describen una estrecha relación entre el estrés oxidativo y la fibromialg­ia. Para poder hacer frente a esto, la llamada Medicina Hiperbáric­a logra reducir y regular la inflamació­n y ayuda a mantener el equilibrio del cuerpo, con grandes resultados en pacientes afectados por diferentes patologías. Suministra oxígeno a altas concentrac­iones en una cámara hiperbáric­a presurizad­a a un mínimo de 1.4 atmósferas ATM (superior a la presión atmosféric­a ambiental normal que es de 1 atmósfera). Así, la persona está respirando oxígeno 100%. Este gas se transporta a la sangre y alcanza a los tejidos dañados. Reduce los efectos en el tejido dañado, sacar la isquemia (que trae radicales libres), reducir el edema, moderar la inflamació­n, mejorar la función inmunológi­ca y, también, activar la producción de enzimas antioxidan­tes para compensar el estrés oxidativo celular.

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