LA RED CARPET SE TIÑO DE NEGRO
PROTESTA EN LOS GLOBOS DE ORO CONTRA EL ACOSO SEXUAL
No fue una ceremonia más. En su 75 edición, los Globos de Oro—premios otorgados por la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood a lo mejor del cine y la TV— tuvieron otro gran protagonista: el negro. Y es que el color elegido por casi la totalidad de los asistentes tuvo el objetivo de hacer visible la lucha por la igualdad de género y, en especial, contra el abuso y acoso sexual dentro de la Industria del entretenimiento. Una problemática que quedó expuesta tras la ola de denuncias que involucraron a figuras como el productor Harvey Weinstein, Kevin Spacey y Dustin Hoffman, entre otros.
Celebrados en el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles, los premios contaron con una “red carpert” que cambió glamour por activismo. “Hemos estado aisladas las unas de las otras. Finalmente nos unimos en solidaridad todas las mujeres para hacernos escuchar”, expresó Reese Witherspoon, nominada como productora e intérprete de “Big Litle Lies”, al resumir la declaración de principios de “Time’s Up” (Es el momento), movimiento bajo el que se unen actrices, productoras, guionistas, directoras y otras empleadas del mundo del cine para acabar con el acoso sexual en su sector y recaudar fondos para ayudar a mujeres y hombres que han sido sexualmente hostigados, agredidos o abusados en sus trabajos.
“Este es un momento de solidaridad, no una oportunidad para hacer un desfile”, agregó Eva Longoria al respecto. Como parte de la campaña para visibilizar
este reclamo, algunos famosos también llevaban pines en sus vestidos o trajes, con la leyendas “Me Too” (Yo También) o el mencionado “Time’s Up”. La iniciativa tuvo como embajadoras a luminarias como Angelina Jolie, Jessica Chastain, Meryl Streep, Emma Stone, Catherina Zeta-Jones, Ashley Judd, y Natalie Portman, todas de riguroso negro. Encabezados por Dwayne Johnson, “The Rock”, los hombres también sumaron su voto, como Justin Timberlake, Jude Law y Chris Hemsworth, en favor de la protesta.
En una noche en la que los dicursos fueron más significativos que nunca, Nicole Kidman, ganadora a la Mejor Actriz Miniserie o Película de Televisión, ha sido también la primera en mencionar “el poder de las mujeres”. Su estatuilla por “Big Little Lies” se sumó a las restantes que obtendría dicha producción: Mejor Miniserie o Película de Televisión, Mejor Actor de Reparto en Televisión (Alexander Skarsgård) y Mejor Actriz de Reparto en Televisión (Laura Dern). “Tres Anuncios en las Afueras” fue elegida mejor película, por encima de “La Forma del Agua”, el filme más nominado, cuyo director, Guillermo del Toro, finalmente se quedó con el premio a la Mejor Dirección. Entre tanta reivindicación y el toque de humor que aportó el cómico Seth Meyers, presentador de los premios, en su discurso de apertura—“Mucha gente pensaba que sería más apropiado que una mujer fuera la anfitriona de estos premios, y puede que tengan razón. Pero, si les sirve de consuelo, soy un hombre que no tiene absolutamente ningún poder en Hollywood”, comenzó diciendo— los análisis más frívolos, como la preponderancia de escotes profundos, transparencias y el vestido-pantalón como inesperada tendencia en una alfombra roja atípica, parecen haber quedado relegados a un segundo plano. “Durante demasiado tiempo, las mujeres no han sido escuchadas o no se les ha creído si se atrevían a contar la verdad sobre estos hombres. ¡Pero su tiempo ha terminado!”, concluyó Oprah Winfrey. La presentadora recibió el Premio Honorífico “Cecil B. de Mille” y su combativo discurso contra los hombres “poderosos y brutales” fue ovacionado de pie.