“FUE MUY INTENSO”
RICKY MARTIN, EN LA SERIE DE VERSACE
En su rol de actor, Ricky Martin (46) se involucró emocionalmente con el personaje que interpreta en la serie “El Asesinato de Gianni Versace: American Crime Story”, que debutó en FX el jueves a las 22:00. En la segunda temporada de la serie que el año pasado recreó el juicio del siglo, el de O.J. Simpson, Ricky se pone en la piel de Antonio D’Amico, pareja de Versace durante 15 años, a quien encontró moribundo en las escaleras de su mansión en South Beach el 15 de julio de 1997, después de que un sociópata de 27 años, Andrew Cunanan (interpretado por Glee Darren Criss), le disparara dos veces.
La serie relata momentos románticos de la pareja (Ricky y Edgar). Ubicada en Ocean Drive, Casa Casuarina, la villa de inspiración romana y vistas al mar que Gianni Versace habitaba cuando pasaba su tiempo en Miami, fue el set de rodaje. Curiosamente, Ricky nunca había puesto un pie ahí hasta el día en que tuvo que recrear la escena del asesinato.
A Ricky se lo ve en varias escenas con poca ropa. Respecto a su relación con Gianni Versace, contó: “Me invitaban siempre a las fiestas en su casa porque vivía en Miami, pero yo en ese tiempo trabajaba con Armani, que me daba los looks para mi tour, y no quedaba bien ir a lo de Versace”. Para componer mejor el papel Ricky habló con D’Amico, quien después del asesinato estuvo deprimido mucho tiempo y se mantuvo con bajo perfil.
El encargado de interpretar a Versace es el amigo del cantante, el venezolano Edgar Ramirez, quien logró un gran parecido con el fallecido diseñador. El show no sólo va a contar la muerte del diseñador y su último desfile en París, sino también la relación con su hermana Donatella (interpretada por Penélope Cruz), que no tenía una buen vínculo con Antonio. Y además va a seguir la ruta del asesino, Andrew Cunanan, un joven trastornado que en 3 meses mató a 5 personas, incluyendo al famoso diseñador.
Su esposo, Jwan Josef (33), y sus mellizos de 6 años, Valentino (6) y Matteo (6), estuvieron cerca suyo en Miami, como apoyo psicológico, mientras grababa las escenas del asesinato. “Legaba al hotel y me largaba a llorar, fue muy intenso. Por suerte estaban ellos cerca, sacan lo mejor de mí”, confesó el puertorriqueño.
“Me invitaban siempre a las fiestas en su casa porque vivía en Miami, pero yo en ese tiempo trabajaba con Armani”