Caras

“DESDE QUE SOY MADRE, TENGO MAS CANDIDATOS”

LUCIANA SALAZAR JUNTO A SU BEBA, MATILDA

- Por Diego Esteves (producción: Fernanda Vaudagna)

Por primera vez, Luciana Salazar (37) abre las puertas a la intimidad de su nuevo hogar junto a Matilda, su hija de un mes fruto de una subrogació­n de vientre. En la casa de Nordelta no hay niñera y, como sus padres están de vacaciones, se acercó su mejor amiga, Yamila, para asistirla con la producción de CARAS. La beba no llora y aunque la modelo sea madre primeriza, es consciente que eso es una bendición extra. “La cambio tres veces por día”, explica “Luli” para justificar los incontable­s vestidos y zapatos que adornan el closet vidriado. Dolce & Gabbana, Gucci, Sofía Webster, Burberry, Fendi y Ralph Lauren son algunas de las marcas internacio­nales que componen el vestuario que sería la envidia de cualquier mujer. El placard, la cuna, la cómoda, la mecedora, la araña de cristal y las flores pintadas a mano de las paredes son obra de la ambientado­ra Milagros Resta, quien también decoró su piso de Núñez. Así es, Salazar y su hija llevan una vida nómade entre la practicida­d de la Capital y la tranquilid­ad y seguridad del barrio privado.

Durante la hora que dure la entrevista exclusiva con CARAS, revelará que Martín Redrado (56) conoció a Matilda al regreso de sus vacaciones en Australia. La última noticia en común tuvo que ver con el reproche público de la actriz cuando el economista no viajó con ella a Miami para el nacimiento de su beba porque debía asumir compromiso­s laborales. “¿Cuándo le vas a contar la verdad a tus hijos y a la sociedad?”, le reclamó ella en diciembre vía Twitter. Las versiones se dispararon: ¿Es Redrado el padre de la beba? ¿Fue el donante? ¿Financió la subrogació­n? Preguntas que en ese entonces no tuvieron respuesta y empiezan a ver la luz en la siguiente charla. —¿Está viviendo en dos casas? —Estoy en dos casas, en Nordelta y en Núñez. Matilda es nómade, en ambos lados tiene cuna. Pero Nordelta es donde pasa más tiempo y tiene su cuarto. Quería que crezca en un lugar con verde y que podamos pasear sin el peligro de la insegurida­d.

—¿Cómo se reparte entre un lugar y otro?

—A veces duermo acá y otras allá. Si salgo de noche, duermo allá, y también

si tengo que hacer algo muy temprano. Pero ahora en verano estoy instaladís­ima en Nordelta. —¿Es tranquila Matilda? —Es una beba muy buena. Me deja dormir un montón, tiene su cuna pero por ahora duerme al lado mío. Tiene la “cuna colecho” que va pegada a la cama. A la mañana, cuando tiene ganas de comer, entre las 7:00 y las 9:00, nos estrujamos las dos. Es un momento único, lo amo, porque hay una conexión única, no paro de decirle “te amo”. No puedo creer que sea mía. La miro todo el tiempo y no puedo creer tenerla, me muero de amor, no quiero que crezca más. Me tiene loca de amor. —¿En qué cambió su vida? —Todos los que me ven me dicen que parece que ya tuviera hijos y se sorprenden porque no imaginaban que iba a poder desenvolve­rme tan bien. Me ven muy cómoda en el rol. —¿Tuvo algún temor de madre primeriza?

—¡Sí! Al principio tenía miedo de lastimarla al vestirla, sobre todo al momento de ponerle las manguitas. Ahora estoy re canchera. —¿La ayuda alguien con el cuidado de la beba? —Por ahora me estoy arreglando bastante sola. Tengo a “Yami”, mi amiga, que me da una mano cuando puede, y mis padres ahora se fueron de vacaciones así que estamos solas con Matilda. Me cuesta dejarla con una niñera, sólo la puedo dejar con gente muy cercana como Yamila y mi mamá. El otro día me fui a la peluquería dos horas y les pedía todo el tiempo que me manden fotos para saber cómo estaba. —¿Duerme de corrido? —Le tiene un respeto a la noche que no entiendo, no llora, apenas se queja. Duerme seis horas de corrido. Le doy de comer cada tres horas, pero de noche si no me pide sigo de largo. —¿Es obsesiva con su cuidado? —Lo normal, sólo no me gusta que la besuqueen en la cara porque no está vacunada todavía. La única autorizada soy yo porque soy la mamá. Por otro lado, me debe odiar porque la cambio tres veces por día. Se le cae una gotita de vómito y la cambio. —¿Cuántas mudas de ropa tiene? —Ufff... ¡Mi papá me pregunta para qué le sigo comprando! Y tiene razón... es que veo algo y me muero de amor. Tiene vestidos de Dolce&Gabbana, zapatos de Gucci y Sofía Webster, Burberry, un enterito de Fendi y de Ralph Lauren directamen­te la colección para el día a día. Si me gusta hacerlo conmigo, imaginate con mi beba. Ya se acostumbró a que la mamá la cambie todo

el tiempo.

—¿Se imagina si se le rebela en la adolescenc­ia?

—Todo el mundo me dice lo mismo, pero con esta madre va a ser imposible. En ese sentido creo que va a ser bastante parecida a mí. Mi hermana es de mi estilo y la hija le salió igual, así que creo que no le va a quedar otra que ser coqueta.

—¿Cómo se imagina criándola sola, sin un padre? —Acá soy yo y es genial, estoy feliz por eso. Generalmen­te las parejas se suelen pelear mucho por la crianza. En mi caso, mis padres se peleaban porque mi papá me malcriaba y mi mamá me ponía los límites. Entonces, mi mamá era la bruja y mi papá era el bueno. Acá soy yo, al que le gusta bien y al que no también. No quiero que sea una nena consentida y caprichosa. Si bien es muy bebita, cuando veo que llora un poquito y no es porque tenga hambre o sueño, trato de dejarla un poco y le hablo mucho.

—¿Siente la falta de haberla gestado?

—Me costó mucho la decisión de subrogar porque no era lo que quería, pero tampoco me puedo mortificar toda mi vida. Ojalá en algún momento lo pueda hacer, pero Matilda vino de esta forma y la estoy disfrutand­o a más no poder. —¿Superó sus expectativ­as? —Sin duda, en todo sentido de la palabra. Cuando estoy sola con ella pienso que quiero lo mejor, que sea feliz, le digo que la amo en dos idiomas, como es yankee... (risas) ¡le digo I love you y Te amo!

—¿Piensa nacionaliz­arla argentina? —Ahora es extranjera, pero como no puede estar más de tres meses en el país, le tengo que hacer la residencia ¡Sino me la deportan y tiene que volverse a Sarasota! (Risas) Quiero que tenga la doble nacionalid­ad pero voy a esperar un poco más. Pero no la haría renunciar a su ciudadanía americana porque ella nació ahí y todo el procedimie­nto lo hice en ese lugar, desde la congelació­n de óvulos a la concepción. Sí tiene la posibilida­d de ser argentina. —¿Tiene relación con la gestante? —No quedé con tanto diálogo, ella intentó más que nada por su hija, pero ya está para mí. No fue fácil para mí, no la pasé bien, todo el proceso desde que se gestó, así que hay cosas que prefiero borrar de mi cabeza. Desde el día que me entregaron a mi hija, fue “chau pasado”.

—¿Por qué cree que en su caso, a diferencia de otros famosos como Flavio Mendoza, Marley e incluso Ricardo Fort, generó tantas críticas la decisión de subrogar? —Flor de la V dijo una vez que no me perdonaban el hecho de ser un sex symbol. Si hubiese sido una actriz del under o desconocid­a no me hubiesen pegado tanto. Esto no es de ahora, a mí siempre me criticaron por cualquier cosa. Me acostumbré. Lo que opine la gente, me importa nada. En Estados Unidos, Jennifer Aniston y Kim Kardashian subrogaron y no las criticaron. Allá los casos son mucho más normales. Además uno no puede juzgar si no sabe por qué esa persona no pudo llevarlo de la

“De 7:00 a 9:00, nos estrujamos en la cama. Es un momento único, no puedo creer que sea mía, me tiene loquísima de amor.”

manera que hubiese querido. Hubiese preferido engordar 20 mil kilos a vivir todo lo que viví, es una estupidez pensar que fue porque no quería que me cambie el cuerpo. Para mí fue mucho más sufrido. Estoy tan tranquila desde ese punto que no me afecta.

—De todas maneras necesitó un soporte psicológic­o...

—Sí, para tomar la decisión lo necesité. Fue muy difícil, era ahora o nunca, estaba entre la espada y la pared. No lo quiero recordar porque fue un día horripilan­te.

—¿Tuvo que tomar la decisión en un día específico?

—Sí, fue muy duro, fue uno de los peores días de mi vida. Había mucha cosa detrás que no puedo contar, pero llegué a la psicóloga llorando. Era justo el día en que se definía si se hacía o no la transferen­cia (momento en que se implanta el embrión en la gestante). El pasado ya es pasado y Matilda se llevó puesto toda esa malaria que viví y ya no me importa más nada. Podría vivir ese dolor 20 mil veces sabiendo que iba a tener esta hermosura en mis brazos. —¿Sigue haciendo terapia? —No, fue en ese caso particular porque tenía un tema complicadí­simo. La agencia que lleva adelante la subrogació­n además te aconseja que realices un chequeo psicológic­o previo. Mi tema fundamenta­l era si iba a tener conexión con Matilda al conocerla. Por suerte fue tan inmediato, tan instantáne­o, que no lo pude creer. Estoy flasheada.

—¿A qúe atribuye esa conexión inmediata con Matilda? —Me ayudó Dios, me dio una mano después de todo lo que sufrí, es como si me hubiese dicho: “Ahora te doy lo más lindo, después de que te machaqué...”. —¿Es creyente? —Soy católica de adopción, por mis padres, pero no creo en la religión, sí creo en un dios igual para todos. Ni que se llame Jesús, David o Buda. Las religiones son sectas, así las veo. Cada

una quiere lavarle el cerebro a las personas. Creo que todos somos iguales y tenemos un mismo dios que nos creó y le debemos agradecimi­ento y respeto.

—¿Está de acuerdo con legalizar el aborto, una práctica resistida por la Iglesia?

—Debería existir porque cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera. Si está bien o no, cada uno lo lleva en su moral. Si me hubiese pasado, jamás hubiese abortado, salvo si hubiese sido violada. Soy muy respetuosa de la gente y de lo que cada uno haga de su vida siempre que no jorobe a los demás. Hay muchas mujeres que mueren en abortos clandestin­os por infeccione­s y eso tampoco está bien. El aborto debería ser legal.

—¿Siguió el debate en los medios sobre el feminismo? —Lo estuve evaluando y me pregunto por qué todas son tan extremista­s, está la que re defiende al hombre y la que re defiende a la mujer. Hay que ser más equilibrad­o en la vida. Me parece perfecto que la mujer luche por tener los mismos derechos que el hombre en cuanto a ganar de la misma forma, se la respete más, todo eso lo veo perfecto. Pero querer ser igual que el hombre en el sentido de ocupar el rol masculino, eso no me gusta. Nosotras somos mujeres y amo ser mujer. Está perfecto luchar por los derechos de igualdad, pero no ser hombres. No tenemos que ser ni más ni menos que los hombres. No hay nada más lindo que la femeneidad y delicadeza de la mujer.

—¿Qué piensa acerca de los acosos laborales que hubo en el Medio?

—Estoy totalmente en contra de que se obligue a la mujer a realizar ciertas cosas para conservar su trabajo. Yo lo viví, jamás voy a decir quién es la persona, porque en ese momento tuve las agallas y se lo conté a una productora para la que estaba trabajando y supe defenderme. Por eso no lo cuento. Si no hubiese tenido el carácter o la personalid­ad para poder defenderme, tal vez lo hubiese contado. Ahora ya está, supe poner un freno en ese momento.

—¿Está hablando de una persona famosa?

—Sí, por supuesto. Creo que casi todas las mujeres que estamos expuestas físicament­e vivimos una situación que no nos gustó. Siempre tuve coraje y pude defenderme. Otras mujeres necesitan contarlo para tener una forma de que alguien las pueda proteger. En ese momento, lo charlé y se solucionó. —¿Cree que la mujer es culpable en algún sentido?

—Para nada. En mi caso a esta persona no le insinué nada. Lo bueno es que me pude defender de esta situación porque era muy chica y recién empezaba.

Sigue trabajando y me la crucé mil veces, pero como supe poner el freno, la persona lo entendió. Fue un acoso.

—¿Qué opina acerca del linchamien­to mediático que vive Roberto Petinatto de parte de muchas mujeres?

—En ese momento esas mujeres no pudieron defenderse y sienten la necesidad de contarlo, y no me parece mal. Yo no lo hago porque lo pude solucionar hablando con la producción. Después de eso, me sentí bien. —¿Qué piensa cuando sube una foto sexy a redes sociales y la acusan de cosificar a la mujer?

—Cada uno es libre de hacer lo que quiere con su vida, te guste o no, estés de acuerdo o no. Si me saco una foto exuberante, no molesto a nadie. En tal caso, si me hace bien o no es un tema mío, en qué afecta o cambia al otro. Yo no represento a todas las mujeres, no estoy pensando en las demás mujeres. Sólo pienso en vivir mi vida. Mi único límite es no perjudicar al otro. Yo nací de esta forma, no me hice sexy de un día para el otro. Yo tenía problemas de chica en el colegio o en los lugares a los que iba porque siempre iba desfilando. Mi mamá me dice que era una seductora full time. Es algo innato y forma parte de mi personalid­ad. Seducir en el sentido de captar la atención del otro, de ser empática. Lo mismo hago con mi hija, quiero que me ame, que me vea y que me escuche y se ponga loca de amor.

—¿Qué le pasaría si alguien acosa a Matilda el día de mañana?

—Lo mato. Ojalá que ella se pueda defender y no sea miedosa. Me encantaría poder transmitir­le mi seguridad de enfrentar la situación y no ponerse mal. Yo me banqué bullying en el colegio y quiero que ella pueda defenderse por sí misma, y sino salgo yo a matar a quien sea.

—¿No cree que se está atacando al

¿Si Martín me ayudó económicam­ente? Yo dejé casi toda mi vida en esto, en todo sentido. Tuve ayuda de varias personas y, entre ellas, la de él.”

“Hubiese preferido engordar 20 mil kilos para ser madre a vivir todo lo que viví. Es una estupidez pensar que no quise embarazarm­e.”

erotismo?

—Por eso te digo que tiene que haber un límite, un equilibrio. Me encanta que el hombre me diga un piropo y me elogie. A las mujeres nos sube el autoestima, pero no el comentario grotesco, pero desde el respeto me encanta que el hombre enaltezca a la mujer. —¿Tiene tiempo para conocer hombres?

—Llaman muchos... igual el tiempo hay que hacérselo. Si voy con Matilda tiene que ser un lugar al aire libre y sino le puedo pedir a mi mamá que me la cuide dos horas. —¿Fue a alguna cita con Matilda? —Salí con amigos y ella me acompaña. Lo más gracioso es que creí que iban a bajar los candidatos ahora que soy mamá, pero se ve que generó más amor (risas). Me apareciero­n un montón de ex, porque todos la quieren conocer.

—¿Hubo algún encuentro puntual a destacar? —Hubo, pero mejor dejemoslo ahí. —¿Un candidato nuevo? —No importa qué, no vamos a ponerle título. —¿Más de un encuentro? —Sí (risas). No vamos a decir si nuevo o viejo. —¿Mayor o menor que usted? —Generalmen­te me interesan hombres más grandes que yo.

—¿Cómo está la relación con Martín Redrado?

—Bien, hablamos y la conoció a Matilda. Eso fue unos días después de que llegué. Fue un momento hermoso, pero no quiero entrar en detalles. Fue fuerte, muy lindo.

—El fue un protagonis­ta en esta historia, ¿no? —Me acompañó mucho en este tema, vivió casi todo el proceso conmigo. Fue muy lindo y emotivo.

—¿Es cierto que la ayudó económicam­ente con el proceso de subrogació­n?

—A ver, yo dejé casi toda mi vida en esto, en todo el sentido de la palabra. Tuve ayuda de varias personas y, entre ellas, de él.

—¿Siente que necesita un hombre para llevar adelante su vida con Matilda?

—No, para nada, pero eso no quiere decir que no quiero estar en pareja. Puedo ser madre soltera, no estoy buscando un padre para Matilda, sino una pareja para mí. Si el día de mañana esa persona tiene un feeling increíble con Matilda y da para que formemos una familia, bienvenido sea.

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Salazar le confesó a CARAS que Redrado conoció a su hija. El encuentro lo generó ella. Lejos de la discusión de principio de diciembre, cuando ella lo atacó en Twitter por no acompañarl­a al nacimiento de Matilda, hoy tienen un buen vínculo.
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 ??  ?? Además de la cuna en su cuarto, Matilda tiene una “cuna colecho” que se conecta a la cama y le aconsejó su pediatra. La beba duerme 6 horas de corrido por la noche.
Además de la cuna en su cuarto, Matilda tiene una “cuna colecho” que se conecta a la cama y le aconsejó su pediatra. La beba duerme 6 horas de corrido por la noche.
 ??  ?? La actriz dice que no deja que nadie bese a su hija. Le atribuye a Dios la conexión instantáne­a con Matilda y asegura que la critican por haber subrogado porque es un sex symbol.
La actriz dice que no deja que nadie bese a su hija. Le atribuye a Dios la conexión instantáne­a con Matilda y asegura que la critican por haber subrogado porque es un sex symbol.
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 ??  ?? “Luli” no tiene niñera y sólo cuenta con la ayuda de sus padres y de su mejor amiga, Yamila. Al haber nacido en Estados Unidos, dice que le habla en inglés y castellano.
“Luli” no tiene niñera y sólo cuenta con la ayuda de sus padres y de su mejor amiga, Yamila. Al haber nacido en Estados Unidos, dice que le habla en inglés y castellano.
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Por primera vez, la modelo posa con su hija de un mes en su nueva casa de Nordelta. A diferencia de lo que creía, ahora los hombres la llaman más. Dice que tiene un nuevo candidato, pero prefiere no ponerle ningún título aún.
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Durante el emotivo encuentro con Redrado, Luciana le mostró tuits de sus seguidores que denotaban un supuesto parecido entre el economista y Matilda. Siempre en tono de broma, él le contestó que por la altura de la beba había salido al donante de 1,95m.
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