Pandemia de gripe: ¿Argentina está preparada?
A 100 años de la “gripe española” que afectó a un tercio de la población mundial y causó más de 50 millones de muertes hay quienes se preguntan si una pandemia de esta naturaleza puede darse nuevamente y qué efectos podría tener. Qué aprendizajes nos dejó la “gripe española” y cómo debe un país prepararse para una pandemia.
Este año se cumple un siglo de la llamada “gripe española”, una pandemia de influenza que afectó a un tercio de la población mundial y causó la muerte de al menos 50 millones de personas. A 100 años de aquello, afortunadamente se han producido grandes avances en términos de prevención, diagnóstico y tratamiento de la gripe, pero aún así la duda respecto de si una pandemia de esta naturaleza puede repertirse y qué efectos podrían tener, sigue latente. La respuesta a esta incógnita es que sí, pero no sabemos cuándo. Por eso, es preciso trabajar para estar preparados lo mejor posible y evitar el impacto que tuvo en 1918.
Una pandemia de influenza es un brote mundial causado por la aparición de un nuevo virus de influenza, que por ser muy diferente de los virus de la influenza estacionales encuentra a los sistemas inmunológicos de las personas con menor capacidad para hacerles frente, por lo que las infecta fácilmente y se propaga de forma veloz. En los últimos 100 años la española no ha sido la única pandemia; en 1957 la gripe asiática causó la muerte de entre 1 y 4 millones, en 1968 la gripe de Hong Kong que se estima tuvo similar impacto que la anterior, y, por último, la gripe mexicana que en 2009 causó entre 0.2 y 0.3 millones de muertes. La existencia de dichas pandemias ha permitido el avance en términos de investigación y desarrollo de estrategias de prevención y de control ante la eventual aparición de un virus con potencial pandémico. Así, todos los países deben contar con un “Plan de preparación para una pandemia” para poder asegurar una respuesta rápida y efectiva. Este plan supone, entre otras cosas, preguntarse por ejemplo si deberían cerrarse las puertas de las escuelas, si los hospitales tienen la capacidad para atender a los eventuales enfermos, cómo se realizará el seguimiento a la diseminación del virus, a quienes se vacunará primero, con qué vacuna, etc.
Además, asegurar altas tasas de cobertura de vacunación antigripal en la población de riesgo es fundamental. Argentina produce la vacuna antigripal en una planta modelo y fue incorporada en 2011 al Calendario Nacional de Vacunación. Es de carácter gratuito y obligatorio para todas aquellas personas que formen parte de los grupos de riesgo. Se considera grupo de riesgo a las embarazadas, niños de 6 a 24 meses, niños y adultos de 2 años a 64 años con enfermedades respiratorias, cardíacas, inmunodeficiencias, pacientes oncohematológicos y trasplantados, personas obesas, diabéticos, personal de salud, mayores de 65 años.
Si bien la pandemia no avisa y aparece de forma inesperada, es posible hacerle frente. En este sentido, la planificación estratégica previa ayudará a minimizar la carga de la enfermedad, su impacto y la disrupción social. Y es responsabilidad de cada uno de los Estados desarrollar, testear, implementar y actualizar este plan, además deben dar soporte y estimular la investigación científica en diferentes disciplinas que puedan dar soporte a estos escenarios, así como generar acuerdos de cooperación público-privados con los productores de la vacuna.