“LA NATURALEZA NOS CONECTA”
MARTIN VIRASORO Y SU HIJA MIA, EN LAS ISLAS TURKS AND CAICOS
Padre e hija en un exclusivo marco paradisíaco, reencontrándose en muchos aspectos y fortaleciendo otros. En definitiva, potenciando el amor que sienten entre sí desde siempre. Martín Virasoro y Mía Virasoro Calabró (9) la pasaron genial en las islas Turks and Caicos. Fue un viaje familiar donde la niña además disfrutó de la compañía de sus tíos y primos. “Mía está creciendo rápidamente y su sensibilidad y pro-actividad la llevan a estudiar danza clásica, gimnasia artística, practicar natación y tocar el violín— asegura el prestigioso Consultor Psicológico, antes de expresar cómo vive su paternidad—. Lo que un papá le puede enseñar a su hija no cabe en un libro, ni en un solo corazón. El padre que está presente, que maduró sus afectos, habilidoso en esa magia del cariño que hace crecer, que embelesa e ilusiona, sabe que tener una hija es algo muy especial”, agrega el especialista en Counseling Vincular y Organizacional que afronta un año con muchos desafíos profesionales. Asegura que su pasión es su profesión, y que dedica gran parte de su tiempo a la coordinación académica e investigación. “La emoción más buscada por la gente es la felicidad. Aquellos que son fuertes emocionalmente consiguen la felicidad y el éxito duraderos. Eso es lo que intento transmitir en mi consultorio y a mis estudiantes del IESCCI (Instituto de Educación Superior del Centro Cultural Italiano) donde coordino la Dirección Académica de la Carrera de Counseling”, afirma quien en septiembre formará parte del Congreso Internacional de Counseling que se realizará en Roma.
Martín celebra estas soñadas vacaciones con la hija (fruto de su relación con la periodista Marina Calabró), donde se confirmó el excelente vínculo que cultivan. “Somos confidentes y amamos la naturaleza y la vida al aire libre, por eso al elegir destinos donde vacacionar, siempre optamos por lugares de playa y sol. Disfrutarla y verla crecer sana y libre, con una mente tan amplia y un espíritu noble, me llena de orgullo”, concluye Virasoro.