“LAS MUJERES ME PIDEN A ‘DIOSITO’”
NICOLAS FURTADO, EL CODICIADO REO DE “EL MARGINAL”
Desde que Nicolás Furtado (30) leyó los libros de “El Marginal” supo que sería “Diosito”. Por eso, llegó al casting con la prótesis dental —característica que luego adoptaron los productores de la serie—, durmió en una plaza y se metió en la villa 31 para componer su personaje. El resultado lo desbordó. Logró que el menor de los Borges no muriera en la mitad de la primera temporada, como estaba planificado. Y se convirtió en uno de los protagonistas de la segunda, con picos de más de 10 puntos de rating en la TV Pública, números que en la última década el canal estatal sólo consiguió con partidos de fútbol.
“En la intimidad me piden que hable como Diosito... Mientras que no aparezca otro personaje así de grande, me van a identificar con él. Y no reniego porque ese papel me puso en este lugar “, asegura sobre la precuela de la ficción ganadora del Martín Fierro de Oro 2017. Antes, Nicolás se destacó como el cantante de cuarteto, “El Bicho”, en “Educando a Nina”. “A partir de Diosito, muchos empezaron a verme como el actor que siempre soñé ser. Y empecé a creer más en mí: se me acercaron proyectos que tenían más que ver con lo que me gustaba”, agrega el actor uruguayo que hace cuatro años y medio reside en Buenos Aires, donde le encanta andar en longboard. “A mis personajes trato de ponerles de manera sutil cierto gusto por las bandas... De Argentina escucho mucho La Renga, Callejeros, Los Redondos, Charly García o Los Piojos. ‘Diosito’ es ricotero a full. Es tan libre el trabajo del actor que realmente vale todo a la hora de componer. No hay límites”, cuenta quien rechazó la convocatoria para el casting de la serie de Carlos Monzón y la película de Rodrigo. Nicolás despierta suspiros en hombres y mujeres por igual pero conserva intacta su humildad. Desde su bajo perfil, desmintió el romance que lo relacionaba con Soledad Fandiño y aclaró su soltería. “Me tirotean un poco por redes sociales. Aunque la mayoría me escribe con buena onda por mi trabajo. Siempre son mensajes agradables”, concluye agradecido y ya trabajando para que su buen presente sea sólo el comienzo de algo más grande.
“Me tirotean un poco por redes sociales. Aunque la mayoría me escribe con buena onda por mi trabajo, son lindos mensajes”.