LOS CAMBIASO: POLO Y ESQUI EN USHUAIA
RELAX Y DIVERSION EN FAMILIA
Su compromiso con el deporte que tanto lo apasiona suele alejarlo de una actividad que puede llegar a comprometer la salud física de cualquier deportista. Y en vísperas de una nueva temporada de polo de alto hándicap, donde su nombre y sus pergaminos lo convierten en gran protagonista, Adolfo Cambiaso (43) hizo una excepción y se internó por unos días en el maravilloso mundo de la nieve. “No arriesgamos, no hacemos locuras, todo es muy controlado y tratamos de minimizar los riesgos”, dijo “Adolfito” después de tomarse unas minivacaciones en el centro de esquí más austral del mundo: Cerro Castor, en Ushuaia. Con la contenedora compañía de sus tres hijos, Mía (15), “Poroto” (12) y Myla (7), el astro del polo mundial combinó las tablas de esquí con el infaltable polo, ya que participó de un torneo en el que una de sus compañeras de equipo fue Mía. “Ushuaia es lindísimo, y es un placer esquiar en Cerro Castor. Vinimos con un grupo divertido y la pasamos muy bien. Venir con mis hijos es un lujo, me relaja la cabeza antes de arrancar la temporada al-
“Ushuaia es lindísimo, y es un placer esquiar en Cerro Castor, la pasamos muy bien. Venir con mis hijos es un lujo, me relaja la cabeza antes de arrancar con la temporada alta”.
ta”, confió de cara a la Triple Corona que comenzará en el country Tortugas a fin de mes.
Invitado junto a sus hijos por la polista y empresaria Andrea Ferreira, patrona de Mía en el equipo Brava Polo Club, Cambiaso dejó su sello ganador sobre la cancha montada sobre la base del cerro. Porque cuando llegó la hora de jugar, demostró que es el mismo tanto en el césped como en la nieve. “Fue un torneo todos contra todos. Nos divertimos, la cancha estaba impecable en un día perfecto, soleado... más no se puede pedir. Este año hicimos un cambio, salió ‘Poroto’ y entro Mía. Y volvimos a ganar. Todo gracias a la generosidad de Andrea, que nos invitó por segundo año consecutivo”, agregó quien hace del polo un modo de vida. Sino basta con revisar su agenda ni bien regresó de Ushuaia: este fin de semana, con La Dolfina Valiente, ganó el Abierto de San Jorge. Y desde este martes comparte equipo en el Abierto del Jockey Club con su heredero de tan sólo doce años, todo un hito en el polo de alto hándicap.