Campaña contra el ACV
Como parte de su campaña “En movimiento contra el ACV 2018”, Grupo Medihome convoca a toda la comunidad el domingo 14 de octubre, desde las 12 horas, para armar el Logo más Grande del Mundo de un cerebro con materiales reutilizables en la República de los
El ACV es una causa muy frecuente de muerte y la primera causa de invalidez en los adultos y mayores, sin embargo, en los últimos años, se registran cada vez más casos en personas de entre 15 y 45 años. En Argentina ocurren 150.000 ACV al año y cerca de 80.000 muertes al año. 1 de cada 3 personas que lo sufren presentan secuelas graves, que requieren de cuidados especiales y de la asistencia de terceros por el resto de sus vidas. Estar “En movimiento contra el ACV” implica prevenirlo realizando actividad física con regularidad, haciéndose chequeos médicos periódicos, llevando una vida social activa. Es también acudir a tiempo a un centro de salud en caso de presentar síntomas como dificultad para coordinar o articular la palabra, confusión mental, dificultad para tragar la saliva, adormecimiento o debilitamiento de las extremidades del cuerpo, dolor de cabeza muy intenso que no calma con analgésicos comunes, trastornos parciales o totales de la visión y/o dificultad para coordinar los movimientos. Estar “En movimiento contra el ACV” es además darle un tratamiento a la persona junto a su entorno afectivo y con la contención que necesita para mejorar su calidad de vida y prolongarla. Y, por último, fomentar la investigación para seguir mejorando la salud de las personas. El ACV puede darse por dos causas: al obstruirse una arteria e impedir que llegue sangre a una parte del cerebro (lo que se denomina ataque cerebrovascular isquémico o infarto cerebral) o al romperse una arteria dentro del cerebro provocando una hemorragia y dañando el sector donde ocurre (ataque cerebrovascular hemorrágico). Enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, las dislipemias (colesterol y triglicéridos aumentados), la obesidad y el estrés son factores de riesgo para padecer un ACV. El sedentarismo y el hábito de fumar son conductas que lo favorecen. El antecedente de un familiar directo que haya sufrido un ataque cerebral, también aumenta la probabilidad de sufrirlo.
La secuela más frecuente de un ACV es un déficit neurológico que afecta la mitad del cuerpo del lado contrario al que se produjo la lesión cerebral (hemiplejía) y la mitad de una parte de la cara del mismo lado de la lesión (parálisis facial). Pero, dependiendo de la región del Sistema Nervioso comprometido, las manifestaciones clínicas pueden ser variadas (alteraciones del equilibrio, trastornos para hablar o para tragar, trastornos visuales, pérdida de la memoria, deterioro cognitivo etc.)
El tratamiento de las secuelas debe ser intensivo y personalizado. Con los avances actuales es posible trasladar todo lo que el paciente necesite a su propio hogar. La Internación Domiciliaria es un recurso terapéutico de mucha utilidad para la recuperación de las funciones perdidas. Tiene múltiples ventajas y mejora la calidad de vida tanto del enfermo como de su familia. Evita engorrosos traslados, cuida la economía familiar, fomenta la seguridad, el autocuidado y la independencia.
Es importante resaltar que el ACV se puede prevenir. Corrigiendo las causas que lo predisponen, las posibilidades de padecerlo se reducen drásticamente. Controlar la presión arterial, no fumar, mantener el colesterol dentro de límites seguros, desarrollar una actividad física regular, hacer chequeos médicos periódicos; son medidas esenciales y necesitamos internalizarlas y hacerlas costumbre. La actividad física aumenta la fuerza, mejora la circulación, contribuye a prevenir y disminuir la hipertensión arterial, a quemar grasas que tapan las arterias, a llevar oxígeno necesario para todo el cuerpo, a generar endorfinas y bajar el stress. Usar las escaleras, practicar un deporte, andar en bicicleta, caminar hasta el trabajo y bailar son algunas acciones cotidianas que hacen que nos movamos, que se pueden hacer en distintos lugares, sin costo en muchos casos y con grandes beneficios para la salud. Cuando compartimos esas actividades con otros, se potencia el efecto positivo.