“PINTAR ME HACE SENTIR ACTIVO”
PACHO O’DONNELL ARTISTA
Médico psicoanalista y dramaturgo, a los 77 años sigue creando. Tiene una obra en cartel y presenta “Un Placer Secreto”, la muestra en la que expone platos pintados por él mismo.
En el aire se respiran oléo y pegamento. Sobre la mesa, cuidadosamente ordenada, sobresale una vasija de barro pintada en la que reposan fibras, marcadores y pinceles a la espera de la mano del artista; y algunos platos listos para ser colgados en alguna pared o expuestos en una repisa. Allí dentro si hay algo que no falta es el color que inunda no solo las obras sino también las paredes y objetos de decoración. En este colorido santuario, ubicado al final del largo corredor principal de su casa, Pacho O’Donnell (76) despunta un hobby que supo mantener oculto por varios años y que hoy se transformó en la muestra “Un Placer Secreto”, que fue un suceso en el Centro Cultural Borges.
“La exposición llevó ese nombre porque es algo que yo he hecho, y posiblemente debí seguir haciendo, con reserva. Algunos generosos amigos me convencieron de que tenían un cierto valor artístico y, arengado por ellos, le mandé un WhatsApp con varias fotos de los platos a Teresa Anchorena, una persona muy importante dentro del mundo de las Artes Plásticas en Argentina. Ella me contestó que le parecía un arte conceptual muy interesante y que me quería ayudar a exponerlo. Ese mensaje para mi fue como un bautismo. Después, las cosas fueron sucediendo. Se enteró Roger Alua, el Director del Centro Cultural Borges, y me invitó a exponer. A ese ofrecimiento le dije: ‘Si a una persona de la categoría de Rodrigo Alonso le interesa vamos adelante. Si no le interesa, seamos prudentes’. A Rodrigo Alonso le gustó mucho y aceptó ser el curador, lo cual para mi es un elevado honor”, asegura.
Mientras muchos hablan de las creaciones de este médico psicoanalista, escritor y político, como verdaderas obras de arte, él se sonroja al pensar que lo que comenzó como un pasatiempo terminó convirtiéndose en algo mucho más grande. “Esto es una muestra de que realmente uno puede reconvertirse todo el tiempo. Es bueno empezar a hacer cosas nuevas a pesar de que supuestamente uno tiene edad ya para quedarse quieto. Hace tiempo que yo, en mis momentos de introspección, tomé el hábito de trabajar con platos. Cuando alguien me pregunta por qué, no me resulta fácil contestarle entonces tengo que apelar a mi cosa psicologista y pensar... Recuerdo que en mi época de hippie en Europa me impactó mucho un plato barato que tenía el dibujo de ‘El Quijote’ de Picasso. Lo compré, lo metí en la mochila y cuide de que no le pasara nada durante un largo viaje; que por supuesto terminó rompiéndose en
Ya lleva más de 100 obras realizadas y planea seguir sumando. Trabaja con óleo, metal y pegamento, sobre platos realizados en barro.
Buenos Aires. Se ve que ese tema del plato, como primer impacto artístico, me quedó. Otra influencia podría ser la de Carlos Paéz Vilaró, de quien he sido muy amigo y a quien he visto trabajar con platos. O los de Marta Minujín quien también lo hizo en una época. Todo esto, de alguna manera, me legitima el plato como un soporte artístico”, dice.
Este “placer secreto” ya lleva más de 100 obras realizadas, de las cuales 48 formaron parte de la muestra y el resto reposa en el living principal de su casa y en la habitación donde despliega su arte desde que comenzó a pintar. Su secreto: utiliza solo platos de barro. “Algunos son playos, que son lo que hago hacer especialmente; y otros que son platos con los bordes más altos que son los de los que van debajo de las macetas”, agrega.
Temoroso de la respuesta que el público puede tener ante sus obras, confiesa que nunca ha tomado las posiciones cómodas. “Siempre he sido bastante polémico, he dicho lo que se esperaba que no
“Siempre he sido bastante polémico. No me asusta mucho que me critiquen.”
dijera o estaba a favor de situaciones complejas. No me asusta mucho que me critiquen. Al final de su vida, Ernesto Sábato pintaba y yo le pregunté cuando iba a exponer y él me dijo: ‘En la Argentina no voy a exponer nunca. Tengo mucho miedo de que me destrocen. Mejor dicho, sé que van a destrozar’. Y expuso en París pero nunca en Argentina”, expresa.
Padre de cinco hijos, está casado con la reconocida gastroenteróloga, Marina Orsi a quien define como su “gran compañera”. Mientras muchos a su edad sólo buscan disfrutar de la tranquilidad del hogar, él no descansa y se muestra más activo que nunca. Con su arte expuesto en las paredes del Centro Cultural Borges, se anima a actuar en la obra de su autoría, “A la Izquierda un Roble”, que se presenta los sábados a las 20 en el “Centro Cultural de la Cooperación”.
“Lo que no tengo ganas de hacer es dejar de crear. En este momento hay una obra de teatro mía en cartelera en homenaje a Mario Benedetti, que está funcionando muy bien, con localidades agotadas. He sido una persona de una gran creatividad que me ha forzado a hacer cosas. Por ejemplo, yo ya tengo proyectos para los años que vienen”, asegura con entusiasmo.
No existe nada que Pacho O’Donnell no haya hecho o intentado. Reconocido en el campo de la Medicina, la Literatura y la política, cuenta con un sinfín de condecoraciones y premios por su destacada labor en cada uno de ellos. Aún así, confiesa que no cree que las generaciones venideras lo recuerden. “Un vez escribí un cuento que decía que las personas terminan de morir cuando los nietos descuelgan el cuadro del abuelo. Creo que voy a ser el cuadro del abuelo descolgado por algún nieto”, concluye.