MEGHAN IMPUSO SU “MODA PRENATAL”
CON HARRY MOSTRO PANCITA DE 3 MESES
El primer tour oficial como futuros padres de Meghan Markle (37) y el príncipe Harry (34) resultó un gran éxito para la Familia Real inglesa. Dicen en el Palacio que la reina Isabel II (92) está feliz con la imagen que está transmitiendo su “nueva nieta” al mundo. “La pareja es la carta de la reina en la renovación generacional de la monarquía británica. Ella hoy descansa en los hombros de Meghan”, aseguran en la realeza británica. Mientras la pareja terminó su gira por Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga, todos los aplausos se los llevó la ex actriz. La duquesa de Sussex conquistó con su belleza, simpatía y sus “outfit prenatal”, de tres meses de embarazo, en cada salida oficial o no protocolar. En los 16 días de tour por los diferentes lugares cumplió con 70 eventos en los que lució 24 looks. Los que, según los expertos fashion, fueron acertados, se agotaron en sus tiendas de origen y hoy son los más copiados por las mujeres del mundo entero. Salvo un “pequeño gran error” que la llevó a convertirse en la burla de las redes sociales. Y fue cuando al arribar a Tonga, en el aeropuerto Fua’amotu, bajó del avión con un vestido colorado de Self Portait, valuado en 450 euros según lo anunciaba la gran etiqueta que se olvidó de cortarle y que colgaba de su ruedo en la parte trasera de la falda. Lejos de amargarse por la “metida de pata”, Meghan cambió de ropa. En Buckingham comentan que al finalizar su embarazo el presupuesto total de su guardarropas superará el millón de libras. Su estilo, definido con líneas puras, siluetas definidas, con pocas costuras y despojado de ornamentos en su claro rechazo a lo artificial, la llevaron a inclinarse también por firmas de diseñadores de culto como se no-
tó en sus zapatillas Veja, su bolso Gabriela Hearst, sus vestidos Reformation y Self Portait y sus looks “boho chic” con toques étnicos. “Meghan es lo anti-exceso”, remarcan los expertos. Claro que también dentro de su guardarropas se encuentran modelos de Jason Wu (de 1700 dólares), tacos de Manolo Blahnik, clutch de Dior (como uno que tiene una abeja y cuesta 830 dólares) o los brazaletes de oro de Pippa Small. “Meghan usa la moda como forma de diplomacia; como comunicación política para una minoría privilegiada que es la monarquía, que tiene por costumbre pronunciarse sin hablar”, señalan los expertos. Y esto también se lo enseñó a su marido; ya que Harry desde que está a su lado ha cambiado su manera de vestirse. Ella le impuso una paleta de colores diferentes con “americanas” en colores pastel; además de hacerle arremangar las camisas y achicar las solapas de sus sacos. Hoy las energías de Meghan están volcadas a su próxima maternidad. Mientras a ella por ahora no le preocupa conocer el sexo de su bebé, dicen que Harry quiere ser papá de una niña. Ellos por el momento no se animan a hablar de nombres para su hijo, aunque en su entorno ya dicen que de ser una niña podría llevar el nombre de Diana, en honor a la madre de Harry, además de barajarse Victoria, Mary y Elizabeth. Y, si es varón, Alexander, Philip, Charles y Edward, son los que ganan las apuestas. “Aún no hemos decidido el nombre. Es posible que lo busquemos entre todos los que nos manda la gente…”, confió Harry en Australia. Lejos del protocolo real, una vez más, Meghan y Harry ya estarían buscando una experta niñera
“Ella le enseñó a Harry a vestirse. Le cambió los colores y le achicó las solapas de los sacos”.
para su bebé y dicen que sus amigos George Clooney (56) y su mujer Amal (41) le recomendaron a quien los asistió en el nacimiento de sus mellizos, Ella y Alexander (1). Y la elegida sería la mujer de color, Connie Simpson, más conocida como “Nanny Connie”, tiene más de 30 mil seguidores en las redes sociales y escribió el libro “Los Secretos para Dominar los Primeros cuatro meses de la Paternidad”.