“INTERPRETO A UNA MUERTE SIN CLICHES”
ESTHER GORIS EN LA VERSION TEATRAL DE “ATRACCION FATAL”
Entre otras cosas está feliz porque es la primera vez que trabaja en un teatro que le queda tan cerca de su casa.“Voy y vengo caminando, estoy a dos cuadras, es una maravilla”, dice Esther Goris (55) en su departamento céntrico, en el piso 14 de un edificio de los años ’30. Tras sus recientes y exitosos roles, como el de “La Leona” en TV, y de haber encarnado a la madre de la Merello, en la película “Yo Soy Así, Tita de Buenos Aires” (por la que está nominada a “Mejor Actriz Extranjera de Reparto” en el Festival de Cine de Londres), la actriz que encarnó a Eva Perón en la Pantalla Grande, hoy celebra un presente luminoso. Goris forma parte del elenco de “Atracción Fatal”, la versión teatral de la exitosa película de 1987, dirigida por Adrian Lyne, con Glenn Close y Michael Douglas como protagonistas, que se convirtió en el segundo filme más taquillero de los Estados Unidos. Con dirección de José María Muscari y producción de Javier Faroni, Esther comparte el elenco con Pablo Rago, Sofía Gala Castiglione, Laura Novoa, Nicolás Pauls y Ana María Picchio, quienes provocan la ovación de los asistentes al Teatro Multitabarís Comafi.“La Paramount Pictures cedió los derechos de ‘Atracción Fatal’ por primera vez, y fueron muy exigentes. En esta versión, interpreto a La Muerte, que es la que cuenta toda la historia y nunca baja del escenario. Desde que empieza hasta que termina la obra, me la paso charlando con el público, es una Muerte muy simpática—explica Goris, que no es la primera vez que encarna a La Parca—. Es como que La Muerte me sienta bien (Risas). Ya había hecho de Muerte en ‘Bodas de Sangre’ (de Federico García Lorca) cuando era muy jovencita, dirigida por Alejandra Boero. Según Lorca era una viejita mendiga, y Boero, que nunca había incluido un desnudo en sus obras, decidió que la Muerte sea una mujer joven muy sexy. Imaginate, la directora me puso a bailar durante toda la obra completamente desnuda (Risas)”, afirma la actriz que estudió Letras y dio clases de Latín y Gramática, y que además de trabajar en cine, teatro y televisión, se destaca como guionista, directora y autora.
—Siempre le tocó interpretar a La Muerte sin caer en clichés… Fuera de la ficción, ¿le tiene miedo a la finitud de la existencia?
—Como dijo Woody Allen: “No le temo a la muerte, simplemente no quiero estar allí cuando suceda” (Risas). Pero bueno, ahora justo estoy de duelo… Hace cuatro meses falleció mi mamá, Rosalía, que tenía 93 años. Hice un documental con ella, muy íntimo, donde cuento su historia de lucha y felicidad. El documental se llama “Morrinha, Nostalgia de la Tierra Natal”. En él, mi mamá termina diciéndome:“Cuando yo me muera, tú tienes que estar alegre, no debes estar triste, porque yo tuve una vida muy larga y feliz” (Se emociona).
—¿Cuál es su actualidad sentimental?
—Podría definirse como discreta. Tengo una linda relación, estoy en pareja, feliz, y lo mantengo en el terreno de la discreción. Nunca he sido más feliz que de a dos. De mi vida privada casi nunca se supo nada, salvo lo de Alberto (el Gobernador de San Luis, Rodríguez Saá) porque era inevitable, ya que él es muy conocido. Yo nunca he dejado de querer a mis ex, con decirte que todavía sigo viendo al novio que tenía a los 15 años en Banfield, mi barrio. Hoy somos grandes amigos.
—Usted es una feminista de la primera hora, ¿qué opina de cómo se lucha hoy por los derechos
femeninos?
—Recién ahora me proclamo feminista, aunque aposté siempre por el feminismo. Yo escribí un programa de TV donde reivindicaba los derechos de la mujer; y hasta una película que se llamó “Ni Dios, ni Patrón, ni Marido”, sobre el primer diario feminista del mundo. La escribí e hice toda la investigación. Siempre fui feminista pero me faltaba darme cuenta (Risas). No solo voy a todos lados con el Pañuelo Verde, sino que asisto a las marchas y pertenezco al grupo de actrices argentinas que defienden estos derechos.
—¿De qué depende el hecho de estar empoderada?
—De tomar conciencia. Trabajé mucho con víctimas de violencia de género, y los relatos son espantosos. Nosotras, como actrices, tenemos una responsabilidad social y debemos saber muy bien de qué estamos hablando. Creo que todos los problemas penales relacionados con la violencia, antes son problemas culturales. Con la información podemos cambiar de paradigma, para que el hijo de ese violento no repita la misma historia.
—En “Atracción Fatal” se trata el tema de la infidelidad. ¿Fue infiel? ¿Sus hombres le fueron infieles?
—La obra propone un interesante debate. ¿La infidelidad es una manera de mantener viva la sexualidad de la pareja? ¿O por el contrario lo pone todo en riesgo y atenta contra la continuidad de esa relación? Yo nunca he sido infiel, te lo juro, porque para que me guste alguien me cuesta un montón, ¡así que imaginate la idea de que me gusten dos y al mismo tiempo! No estaría mal que suceda, pero nunca me pasó (Risas). Lo que también admito es que muchos hombres me fueron infieles. No tengo ningún problema con la infidelidad, si me la saben ocultar lo suficientemente bien (Risas).