SCREPANTE EN PUNTA, SOLA Y CONTENIDA
REFUGIADA EN SUS AMIGAS
Yanina y el futbolista se cruzaron seguido, ya que tiernen muchas amistades en común.
Si se analiza la temporada de Punta del Este, muchas voces podrían coincidir en que fue el verano de las reconciliaciones. Tres parejas de peso mediático, como las de “Pampita” Ardohain (41) con “Pico” Mónaco (34), Nicole Neumann (38) & Matías Tasin (40) y “Tomi” Guarracino (29) con Ivana Figueiras (31), son calificados ejemplos para sostener esa hipótesis, ya que en todos los casos se los vio refundando sus relaciones. Y si para homologar el concepto se necesita una “excepción que confirme la regla”, esa bien podría ser la del futbolista Ezequiel Lavezzi (33) y Yanina Screpante (34), quienes se fueron de la costa uruguaya con el mismo estado civil con el que llegaron: solteros o, mejor dicho, distanciados. Una situación que quedó expuesta en el día a día, ya que cada uno hizo su vida por su lado refugiados en amigos y familiares. Aunque la cantidad de amigos en común que comparten, producto de ocho años juntos, provocó más de un encuentro casual en fiestas y reuniones sociales, una circunstancia que sorprendió pero que no dejó de ser una realidad tangible.
“Ocho años de convivencia no se borran así nomás”, confió un amigo en común que compartió momentos con ambos en el Este. Y así como “El Pocho” alquiló una casa en la laguna de José Ignacio que frecuentaron sus amigos, su hermano y su hijo, Yanina se refugió en la flamante casa de su amiga “Caro” Sosa, la mujer del futbolista argentino José Sosa (33), que supo jugar con Lavezzi en el Nápoli. Es la residencia primeriza del nuevo barrio “La Bonita”, un emprendimiernto del empresario Rodolfo Costantini (hermano de Eduardo) con terrenos que gozan de privilegiada salida al mar. Allí Yanina reconstruyó sus emociones y recibió la visita de varias amigas, además de entretenerse con las hijas gemelas de los dueños de casa. También se reencontró con sus épocas de modelo, cuando fue convocada por la marca Forever 21 para participar de su desfile en Manantiales. Unas vacaciones diferentes que la conectaron con otras sensaciones y la mantuvieron en sintonía para afrontrar una época de cambios y desafios.