EL ULTIMO ADIOS A NATACHA JAITT
EL DOLOR DE SU HEREDERA
Sin saber lo que le iba a deparar el destino, la actriz y vedette Natacha Jaitt fue a una reunión en un salón de Villa La Ñata, en la madrugada del sábado 23, y allí encontró su trágico final. Luego de transcurrir unas horas y, tras un llamado al 911 de una de las personas que estaba con ella, la policía y el personal médico encontró su cuerpo desnudo y sin vida, tendido en la cama de una de las habitaciones.
Según las primeras hipótesis, Natacha, de 41 años, habría fallecido debido a un accidente cerebro vascular producido por la ingesta de alcohol y cocaína, aunque en el entorno familiar no descartan la posibilidad de que se haya sido víctima de un crimen.
En estado de shock ante la noticia, su hermano Ulises Jaitt (32), quien estaba de vacaciones en Brasil con su sobrina e hija de la mediática, Antonella (20), regresó a Buenos Aires para hacerse cargo del último adiós a su hermana “¡Estoy destrozado! ¡Muerto en vida! Si yo estaba en Buenos Aires, esto seguro no que pasaba”, fue lo primero que dijo y también aseguró que pedirá la tenencia de Valentino Yospe (12), el hijo que Natacha tuvo con el actor, Adrián Yospe, quien también falleció, en 2011, a sus 41 años, víctima de un cáncer.
Con la presencia de sus familiares y amigos, el domingo 24 se realizó el velatorio de Jaitt en la Cochería AMIA. Cerca de las 9 de la mañana llegó al lugar Ulises y luego lo hizo la hija de Natacha, quien despidió a su madre con conmovedores mensajes en sus redes sociales: “Se fue mi ángel, mi guía, mi alma. Mujer que me dio la vida, mi madre, mi compañera, mi luz y
el amor de mi vida. Cómo explicarle a mi corazón que ya no te tengo más, cómo despertar si ya no puedo escuchar tu voz. Te llevaste todo mi corazón, sólo quedó este cuerpo sin amor. Dame fuerzas en este mar de dolor. El saber que no estás me parte el alma y destroza por dentro. No tengo palabras para el dolor que siento, nunca voy a soltarte (nunca voy a estar lista para soltarte). Ojalá estés con el zeide —abuelo en hebreo— cuidándome desde arriba con esa sonrisa hermosa que siempre tenías, con tu simpatía y amor que tenías de sobra ¡Gracias por ser mi mamá, la mujer que me dio la vida!”, escribió la joven. Horas después los restos de Natacha fueron trasladados al cementerio de La Tablada donde fue sepultado y despedido por sus íntimos.