“NO INVITARIA A WANDA A MI BODA”
ANDRES NARA PRESENTA A SU NOVIA
Abordo de su crucero “El Doc”, Andrés Nara (58) da cátedra. Su pasado desconocido hasta ahora como Dibujante Proyectista Naval y joven promesa del Diseño argentino le saca el foco al verdadero motivo de la nota: la presentación de su nueva novia, la cordobesa de 34 años, Pamela Acosta. A fines de los ´70, su imagen salió publicada a página entera en los diarios más importantes del país en una publicidad de la automotriz Ford, quien lo definía de la siguiente manera: “Andrés es dibujante proyectista naval. Un joven talentoso diseñador de lanchas deportivas. Su criterio profesional es el de combinar belleza con eficiencia y confiabilidad. Un criterio que se manifiesta en todo lo que hace y en todo lo que elige. Andrés Nara sabe elegir. Por eso eligió la confiabilidad Ford”, concluía la publicidad gráfica. Al poco tiempo, el padre de Wanda (32) y Zaira (30) se consagraría campeón sudamerican Offshore, competiría en el mundial de la misma disciplina en Key West a bordo de una lancha futurista para la época, que bautizó “Waza”, en honor a sus hijas.
En pareja desde hace siete meses con esta joven oriunda de Alta Gracia y madre de Mora (11), Andrés confiesa que quiere “todo” con ella: boda e hijo. Pamela es gestora náutica, mandataria automor y profesora de educación vial, y ambos se conocieron en la Prefectura de San Fernando, cuando él hacía un trámite por su trabajo en el rubro de la compra-venta náutica y automotor. El empresario habla de su difícil vínculo con Wanda, con quien no se habla desde hace cinco años, de su nula relación con Mauro Icardi,y lanza una declaración de principios: “No cambio dignididad por plata”. —¿Qué la atrajo de Pamela? Andrés Nara:—Físicamente me
cautivó. No estaba acostumbrado a charlar con mujeres tranquilas como ella, yo en ese sentido soy más eufórico. Ella tiene otra cabeza y otro concepto. Nos llevamos muy cómodo y ella habrá visto cosas en mí que le gustaron y así empezamos. —¿Qué vio en él? Pamela Acosta:— El profesor Andrés (risas)... cuando lo conocí le pregunté cosas relacionadas con la náutica y fue re caballero. Me gustó todo.
AN:—¡Le enseñé algunas otras cosas! (risas) Nos complementamos en muchas cosas y es notable. Estamos cómodos en las conversaciones, tenemos el mismo sentido del humor y nos llevamos bien en la intimidad. Eso nos lleva a permanecer y por eso decidimos convivir. Ella me pone a tierra, sabe cómo ubicarme, y viceversa. Son detalles muy importantes.
—¿Cómo se llevó con el hecho de que él sea un personaje público?
PA:—No me había dado cuenta quién era. Cuando empezamos a seguirnos por las redes, ahí me di cuenta. Me llamó la atención sin saber quién era. La primera cita fue increíble. Porque era como si nos conociéramos de siempre, ¿no bebé? —le pregunta— Lo acompañé a una consulta a una clínica de implante capilar.
AN:—Me vio en la peor etapa del tratamiento. El doctor me peló y tenía los remaches en la cabeza, fue un desastre. Me dije que si superábamos eso, era un amor para toda la vida (risas).
PA:—La idea era ir a almorzar. Después del implante capilar, ¡lo acompañé al mecánico! Y terminamos en Bahía de Nordelta comiendo un sandwich. Fue como si nos conociéramos de siempre. De él me gusta todo, me enamora todos los días y es muy caballero. Me encanta. Me contiene, me quiere y me guía. Quiere a mi hija y a mí, nos llevamos bárbaro.
AN:—Ella es muy madura y yo soy apendejado. Me gusta divertirme, es mi manera. Hay momentos que tenés que controlarte. Nos une el mismo humor, eso es muy importante. Tengo el celular sin contraseña porque confiamos el uno en el otro a ciegas. No tenemos nada que ocultar. Ella es algo celosa porque soy conocido, no me considero famoso. Y como algunas mujeres me miran a ella no le gusta ¡Pero yo no soy Brad Pitt!
—¿Hubo presentación familiar? PA:—El conoció a mi familia en Alta Gracia en enero.
AN:—Era como si nos conociéramos de toda la vida.
—¿Cómo reaccionaron Wanda y Zaira con su nueva madrastra?
—Wanda y Zaira son muy celosas. Con Wanda hace cinco años que no hablamos. No tenemos un motivo en especial. Es un poco de todo. Yo no estaba de acuerdo con Mauro, había cosas que no me gustaban y yo no soy de fingir. Fui al casamiento pero no estaba de acuerdo y no aposté a la pareja. Quería que a Maxi lo respeten como padre y eso no ocurrió. No soy de callarme y transmito lo que siento. Me merecía cierto respeto. Además, cuando estaba por nacer la primera hija de Wanda y Mauro yo me adelanté y confirmé la noticia del embarazo. Mauro se enojó conmigo y yo también porque no fue de mala intención.
—¿Conoció a sus nietas de parte de Icardi?
—A ninguna de las dos. Es una lástima. El problema también es que viven en Italia. Cuando vinieron la última vez, Valentino, el mayor, estuvo con Zaira, y Wanda quería que lo viera. Le di el trofeo de cuando corrí el campeonato mundial de Key West. Fue muy emotivo. Cuando suben al avión Wanda con él, se sacaron una foto y se la mandaron a Zaira para que me la haga llegar. Hay ganas de acercamiento, pero yo soy bastante rebelde. El tema es con Mauro porque yo no soy de ceder. No le gustó que me pusiera del lado de Maxi, más allá de que admito que él hizo todas las infidelidades habidas y por haber. En esa no lo banco. Con Maxi también me peleé hace un año cuando se filtraron
“No cambio dignidad por plata. Para mí sería mucho más funcional rebajarme y ser más sumiso”.
unos audios de Maxi a Wanda e hice público mi descontento. Ahí cortamos relación con Maxi también. —¿Sigue las noticias de Wanda? —Sí, estoy muy al tanto. Wanda es híper inteligente, los chicos patean bien la pelota pero no tienen su agilidad comercial. Ella sabe apretar y aflojar y es muy astuta. Sabe manejarse muy bien en ese aspecto. El mundo del fútbol es uno de los más machistas que hay entonces la limitan. Sufrí cuando la vi llorando en una entrevista reciente, no me gustó y sé que su dolor es real. Ella maneja bien todo,
pero cuando le tocan a sus hijos, se quiebra. Y sufrió ese atentando en Milán y se asustó. Se sintió acorralada en otro país y no la pasó bien, por lo que yo veo. —¿Pensó en escribirle? —Es difícil que ella ceda y yo también soy muy duro. Porque acá se mezcló el poder, plata y fama, un cóctel terrible cuando se mezcla todo eso en una familia. Para acercarnos tenemos que dejar a un lado todo y sólo dejar el vínculo padre e hija, cosa que es muy difícil. El único que la controlaba era yo, dicho por Maxi, pero ahora ya no pasa. En esta situación la hubiese controlado y le hubiese sugerido que afloje o tire. Se lo está haciendo pagar el Inter y hasta el Atlético de Madrid. Para mí, apretó demasiado, más allá de que hizo una negociación excelente. Su esposo y padre de sus hijos, que es excelente con los hijos de Maxi, tiene una importancia notable. Ella tendría que salir de su rol de esposa, manager y madre, para que podamos acercarnos.
Yo no cambio dignidad por plata. Para mi sería mucho más funcional rebajarme y ser más sumiso, algo que hizo la madre. Acá la estamos pasando mal todos, yo estoy con complicaciones económicas, no me sobra, pero sería más funcional bajar un cambio y con su vuelto me salvo. No me interesa eso, no cambio dignidad por plata. —¿Le gustaría darle un hermanito a Wanda y Zaira? —Queremos todo. Lo estamos charlando.Yo quiero disfrutar más con ella, pero a Pamela le gustaría porque se afianza mucho el vínculo con un hijo en común. El casamiento es más factible porque nos complementamos muchísimo. Es muy difícil ensamblarse tan bien como nos pasó a nosotros. —¿Invitaría a Wanda a su boda? —No, si no estamos bien. Lo más importante es tener una charla antes y que el entorno, llámese Mauro, mi ex mujer o Zaira, haga algo para que nosotros podamos ceder a esa situación. Como está planteada la situación, es complicado. Me duele por mis nietos.