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“AQUI PASAMOS UNOS DIAS MARAVILLOS­OS”

EL PRINCIPE FEDERICO DE DINAMARCA EN BOCA JR.

- Por Gaby Balzaretti

Aunque sólo duró tres días la visita de la reina de Dinamarca, Margarita II —en danés Margrethe Alexandrin­e Porhildur Ingrid— (79) y su hijo, el príncipe Federico —Frederik André Henrik Christian— (51), conde de Monpezat, fueron tantas las actividade­s que realizaron durante esas setenta y dos horas que parecieron semanas. Para cumplir con tantos compromiso­s debieron dividir sus agendas y así conocieron la Casa Rosada y almorzaron con el presidente Macri y Awada, presidiero­n un Seminario de negocios en el CCK, visitaron la mítica Bombonera del Club Atlético Boca Juniors, pasaron por el Congreso de la Nación, tuvieron una cena de Gala en el Alvear Palace Hotel, viajaron a Tandil donde fueron homenajead­os por la comunidad danesa, recorriero­n el Teatro Colón y arrojaron flores blancas al Río de la Plata en el Parque de la Memoria.

“Es muy interesant­e estar acá, en momentos en los que el país se abre a las oportunida­des de negocios”, aseguró la Reina con una simpatía inusual en la

“¡Pasamos unos días maravillos­os en este país. Con una cálida recepción en cada lugar al que fuimos y es algo que no olvidaremo­s jamás”.

realeza europea. Sin dejar de sonreir, también recordó el paso de los pioneros daneses a mediados del siglo XIX por la Argentina y remarcó las conexiones históricas y culturales, subrayando que ambos países son “socios para lograr una desarrollo sostenible”. Mientras el primer día todas las miradas estuvieron enfocadas a la hipnótica monarca, luego se concentrar­on en la figura del príncipe que también tiene una historia digna de un guión cinematogr­áfico. Atractivo, rubio, de ojos claros, Federico no tuvo opciones al llegar a este mundo el 26 de mayo de 1968. Ya que desde 1513 los reyes de Dinamarca no pueden elegir otro nombre para su heredero; sólo deben decidir entre Cristian o Federico. Desde pequeño el príncipe fue educado para ocupar el trono. Aunque atravesó una etapa de rebeldía. Criado por niñeras e intitutric­es no fue hasta los 21 que recién comenzó una tirante relación con sus padres. Según él mismo contó, tenía miedo de no poder vivir las cosas que los chicos experiment­an a los 18 y por eso se rebelaba. Se hizo fanático del rock, de los deportes, de los autos de carrera y las motos (por lo que se ganó el apodo de “Príncipe Turbo”) y de los romances con actrices, modelos y cantantes que no recibían la aprobación de los reyes. Estudió Economía y Derecho en la Universida­d de Copenhague y luego sus padres lo enviaron a Harvard para alejarlo de los escándalos amorosos. Precisamen­te allá se hizo amigo del hoy Jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta (53). Recién en el 2000, cuando conoció a la abogada Mary Donaldson (47) comenzó a calmar su rebeldía aunque debió luchar para conseguir la aprobación de su madre. Finalmente se casaron en 2004 y hoy tienen cuatro hijos: Cristian (13) Isabel (11) y los mellizos Josefina y Vicente (8) que reciben una educación muy diferente a la que tuvo él. Ya que los niños asisten a una escuela pública luego de pasar por una guardería y están en permanente contacto con la realidad de los pequeños de su edad. “Yo no tuve mucha relación con mis padres hasta que cumplí los 21 años. Por eso no hay manera de que nuestros niños sean criados así… Porque cuando comprendí lo que era mi vida y la responsabi­lidad que cargaba sobre mi futuro vi mi vida apagarse porque sentí que debía comportarm­e como un completo adulto. Y eso fue muy incómodo porque no había mucha gente que pudiera explicarme lo que eso suponía. Por eso yo no quería ser rey”, confesó en mayor del año pasado en la monumental celebració­n por sus 50 años. Diferente a todos sus pares de “sangre azul”, Federico ama el rock de Led Zepellin y Metálica, aunque también asegura que escucha la música de David Bowie y hasta Justin Timberlake. Atlético y súper deportista, ha mostrado también tener varios tatua-

jes en su cuerpo. Como un tiburón en su gemela y un dibujo nórdico en su hombro. Justamente fue su espíritu deportivo mezcla con solidario lo que lo llevó a disfrutar de una tarde en la mítica “Bombonera” del porteño barrio de La Boca para interioriz­arse sobre los proyectos sociales que lleva adelante la Fundación Boca (como la integració­n de niños en silla de ruedas) y allí fue recibido por el secretario general del club, Christian Gribaudo, y los jugadores xeneizes Cristian Pavón, Paolo Goltz y Florencia Quiñones. Fascinado con el estadio hasta se animó a “hacer unos jueguitos con la pelota en la cancha” y recibió una bolsa de regalos, dentro de la que se destacaba la camiseta del club y un mate de plata. Que graciosame­nte preguntó para qué bebida era. Y allí también vivió un momento muy especial al ser sorprendid­o por el artista rosarino Andrés Mariani, cuya trayectori­a está signada por su compro-

miso con la época y lo social. Desde hace años el pintor dedica parte de su carrera acompañand­o a la “Fundación Boca Jr” y por eso le obsequió un óleo, de 1,20 por 1,80, sobre lienzo, que fusiona los colores de las tres bandera y que resultó una muestra del inolvidabl­e encuentro “Donde —según confió— a través del artes las diferencia­s se pierden y se encuentran en la más cálida y profunda armonía. Lo hice en agradecimi­ento a Dinamarca por acompañar nuestra labor solidaria, afianzando valores y promoviend­o la sustentabi­lidad”.

Luego de tres días sin tregua, la reina Margarita II y el príncipe Federico, se despidiero­n de la Argentina con la misma gran sonrisa que habían desembarca­do. “¡Pasamos unos días maravillos­o en este país. Con una cálida recepción en cada lugar al que fuimos y es algo que no olvidaremo­s jamás”, confiaron con la promesa de no dejar pasar otros 53 años para regresar.

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 ??  ?? Con 51 años el también conde de Monpezat cautivó con su porte, simpatía y pasión por los deportes. En la mítica “Bombonera” se animó a jugar con la pelota, recibió un mate de plata de regalo y el artista rosarino Andrés Mariani le obsequió un gran cuadro en su honor.
Con 51 años el también conde de Monpezat cautivó con su porte, simpatía y pasión por los deportes. En la mítica “Bombonera” se animó a jugar con la pelota, recibió un mate de plata de regalo y el artista rosarino Andrés Mariani le obsequió un gran cuadro en su honor.
 ??  ?? Frederick André Henrik Christian, en el CCK, con el Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne (izq.). Y la reina Margarita en la Corte Suprema, junto a Carlos Rosenkrant­z. También visitó el Congreso y posó junto a las autoridade­s de la Cámara Alta de Senadores. Por la noche, en la Gala en su honor en el Alvear Palace Hotel, donde saludó a Gabriela Michetti.
Frederick André Henrik Christian, en el CCK, con el Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne (izq.). Y la reina Margarita en la Corte Suprema, junto a Carlos Rosenkrant­z. También visitó el Congreso y posó junto a las autoridade­s de la Cámara Alta de Senadores. Por la noche, en la Gala en su honor en el Alvear Palace Hotel, donde saludó a Gabriela Michetti.
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A pesar de sus 79 años, la reina Margarita II se mostró incansable. Junto a Diego Santilli visitó el Parque a la Memoria en la costanera y luego, en el Teatro Colón con Rodríguez Larreta y su esposa Bárbara presenció un ensayo de “Don Quijote”, con Paloma Herrera como anfitriona.
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