GLAMOROSA VISITA DE LOS REYES DE ESPAÑA
AWADA Y MACRI, ANFITRIONES DE LUJO
Cuando el domingo 24, a las 21, el Airbus A310 con bandera española aterrizó en la pista principal del Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, las autoridades que aguardaban expectantes la llegada de los reyes de España prepararon su bienvenida. Sobre la aeronave, el rey Felipe VI (51) y la reina Letizia (46) se aprestaron a descender. Sin embargo, un imprevisto se los impidió por más de cuarenta minutos. “Se equivocaron en el tipo de escalera porque el avión que los trajo es de cuerpo ancho y tiene una altura diferente a la de otras aeronaves. Entonces la escalera que le acercaron tenía casi un metro de diferencia con la máquina”, intentaron explicar y extender las correspondientes disculpas, el canciller Jorge Faurie y los embajadores Ramón Puerta y Francisco Javier Sandomingo. Lo cierto es que los rostros de los monarcas no mostraban sus mejores sonrisas cuando finalmente pisaron suelo argentino casi a las 22 horas. La reina lució un vestido de la nueva colección Primavera-Verano 2019 de Hugo Boss, largo midi, con corte a la cintura y, encima, sin mangas, lo que le permitió exhibir, una vez más, sus tonificados brazos. Pero que para la fría noche otoñal la mostró demasiado veraniega. Sin embargo, el diseño de un valor de 379 euros, en “aguamarina” o verde agua (tono trendy de la próxima temporada europea que, dicen no fue un color elegido al azar, sino que
“Aunque por tratarse de una visita de Estado debían cumplir con el protocolo, rompieron reglas y mostraron un trato más familiar”.
lo escogieron porque es el tono “tendencia” entre las millenials), que acompañó con zapatos y cartera en nude, de Magrit, y aros en forma de estrella de Chanel, todo tan glamoroso que hizo olvidar la ausencia de un abrigo. Rápidamente la comitiva se dirigió al Hotel Four Seasons. Allí una lujosa suite de 200 metros, con vista al jardín, la piscina, la Torre y el Jockey Club, con un exquisito baño de mármol italiano y canillas bañadas en oro, los aguardaba para su descanso. Precisamente la misma habitación en la que reposó el rey Juan Carlos en su visita, y Ricky Martin, Nicolás Sarkozy o Jean Paul Gaultier, entre tantas
celebrities. Por primera vez desde que ocupan el trono español —su anterior visita fue en 2013 como Príncipes de Asturias— los monarcas viajaron a la Argentina, en una visita de Estado, de tres días, con una movida agenda oficial, que busca fortalecer la unión entre los dos paìses.
El lunes a las 10 de la mañana depositaron una ofrenda floral en la estatua del Gral. San Martín y, una hora después, se encontraron por primera vez con el presidente Mauricio Macri (60) y su esposa Juliana Awada (44). Sin dudas, más allá de las cuestiones de Estado, una de las reuniones esperadas con más ansias por el mundo fashion. Ya que las dos mujeres son famosas por marcar tendencia en la moda y ser un claro referente a la hora de lucir bellas. A pocos días de cumplirse un año del público enfrentamiento de la reina Letizia con su suegra, Sofía (80), en España aseguran “que las diferencias ya se han limado y que Doña Letizia ha cambiado mucho desde entonces y hoy se muestra más serena, sonriente, casi siempre de la mano de su marido” (con quien ya superan los 15 años juntos y 4 reinando su país) , y cuando representa a su país en el extranjero, es precisamente cuando se convierte “en una verdadera embajadora de lujo y de primer nivel”. Las bellas y “chic” Primeras Damas se olvidaron del protocolo y en su primer encuentro se fundieron en un fuerte abrazo con grandes sonrisas iluminando sus rostros. En la Casa Rosada pasaron por el Salón de los Bustos y se instalaron en el Salón Blanco para luego trasladarse al despacho presidencial. Mientras los hombres cumplieron con su funciones protocolares, Juliana y Letizia mantuvieron un encuentro a solas en el que hablaron de sus compromisos solidarios. Ya que la argentina hace 10 años que renueva su compomiso con las “Enfermedades Raras”, preocupación que comparte con su par española. Más allá del trabajo que ambas realizan en relación a la Primera Infancia. Nuevamente las miradas volvieron a posarse sobre los outfits de las glamorosas mujeres. Awada, con un vestido “Navy Blue” con pequeños lunares en plata, stilettos y cabello suelto, “desafió” a la elegante española que volvió a lucir veraniega con un vestido en color nude, by Pedro del Hierro, estilo New Look ’50, como siempre con stilettos y clutch (esta
vez en coral) de Magrit, que realzó con unos aros de perlas y diamantes que pertenecieron a su suegra quien los lució en la boda de la infanta Elena. Según los “fashionistas”, la española ha apostado por el minimalismo y la sofisticación con vestidos que marcan sus siluetas preferidas y aportan volumen a su figura. Dicen que el color crema elegido por Letizia fue porque transmite suavidad y dulzura.
Aunque por tratarse de una visita de Estado debían cumplir con determinadas reglas protocolares, ambas parejas se “permitieron” romper con algunas. Por ejemplo al mostrarse con su manos entrelazadas. Y también, al bromear por sus alturas (los tres llegan al metro setenta) en comparación con los casi dos metros del rey (mide 1,97) y cuando Macri twiteó una foto de los reyes, nombrándolos familiarmente por sus nombres y omitiendo sus títulos nobiliarios.
Horas después las dos parejas se dirigieron a la Quinta de Olivos para allí poder tener un almuerzo a solas. Por la tarde, mientras el rey visitó el Congreso de la Nación, su esposa se tomó un pequeño descanso para prepararse para la cena en su honor que le ofrecían, junto a 200 invitados, en el CCK. Reunión para la que Letizia tuvo un curioso pedido. Ya que entre las invitaciones oficiales distribuidas, solicitó se le enviara una especialmente a Mirtha Legrand. Quería conocer personalmente a la gran diva argentina ya que recuerda haberla visto en sus días como periodista cuando trabajaba en el Telediario de la televisión española. Y fue precisamente Marcela Tinayre quien mostró la invitación que recibió su madre. “Juliana llamó a mamá para invitarla
“Letizia ha cambiado mucho y se muestra más serena, sonriente, siempre de la mano de su marido. Hoy es una embajadora de lujo…”
ya que este evento no estaba previsto en nuestros planes. Pero ella le dijo que la reina Letizia quería conocerla. Es que mucho del programa de mamá sale en los diarios españoles y para nosotras en un inmenso honor”, contó la conductora.
Aunque lo que más se encargaron de destacar los corresponsales extranjeros fue la “familiar” relación entre ambas Primeras Damas. Sus gestos, sonrisas y abrazos espontáneos, fueron una clara muestra del afecto que se tienen y bastaron para demostrar la buena sintonía que existe entre ellas. Otro de los puntos más esperados y comentados, resultó la ausencia de las tan admiradas coronas de la colección de Letizia. Según se supo, la reina no lució corona durante sus presentaciones en la Argentina cumpliendo la tradición iniciada por su suegra, la ex reina Sofía, que se basa en una cuestión de respeto al anfitrión y en no hacer esa ostentación cuando la visita se hace a una república.