“LLEVO EL FLAMENCO EN MIS VENAS”
ANTONIO NAJARRO, DIRECTOR DEL BALLET NACIONAL DE ESPAÑA
El sol se muestra amigable en el Parque de El Retiro, en Madrid. Tras posar en otros sitios emblemáticos de la ciudad, Antonio Najarro (43), Director del Ballet Nacional de España desde 2011, se dispone a hablar de otra ciudad que adora: Buenos Aires. Bailarín y coreógrafo, formado por los más prestigiosos maestros de danza en todos los estilos, está feliz de volver a la Argentina. “Si el público se emociona, yo me volveré a España más que satisfecho. Hay muchos cambios de vestuario, son cuarenta bailarines en el escenario, los mejores que tenemos en nuestro país, que se distribuyen en números corales, de solos, de dúos. La compañía está integrada por más de setenta personas”, le explica Najarro a CARAS, refiriéndose al espectáculo que brindará el Ballet Nacional de España en el Teatro Coliseo de la Ciudad de Buenos Aires, del 11 al 16 de junio, con una delegación que incluye bailarines, cantantes, coreógrafos, músicos en vivo, en un despliegue de la más auténtica tradición del flamenco, el bolero, la danza clásica, el folklore y lo mejor de la vanguardia. El programa cuenta con cuatro obras. Las dos primeras son Cantiñas (coreografía de Mercedes Ruiz y música de Jesús Torres), y Ser (la idea original y la coreografía son de Antonio Najarro y la música de Fernando Egozcue). Le sigue Bolero (con coreografía de Rafael Aguilar y música de Maurice Ravel). Y por último, luego del entreacto, Suite Sevilla (idea original, coreografía y puesta en escena de Najarro; la música es de Rafael Riqueni, Miguel Rivera y Diego Losada): una nueva creación coreográfica a través de la danza clásico-española fusionada con las nuevas tendencias vanguardistas. Esta última ha sido galardonada con el Premio al Mejor
Espectáculo de Danza de la Temporada en la XXI edición Premios Teatro De Rojas de Toledo. La producción de este espectáculo es de Lino Patalano para Asociación Maipo Arte Joven S.A., que cuenta con el Auspicio Institucional del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y que ha sido declarada de Interés Nacional por la Presidencia de la Nación.
Oriundo de Málaga, en el sur de España, ciudad donde descubrió lo que es la danza y el flamenco, ahora Antonio Najarro vive en Madrid, y recuerda muy bien su anterior visita a Buenos Aires. “Asistí cuando era bailarín del Ballet Nacional de España, hace más de quince años. De la Argentina solo conozco Buenos Aires, es una ciudad que culturalmente te absorbe. Se respira cultura, danza y tradición. Es un lugar con mucho arte, mucha raíz, y a mí como español amante de la tradición y de la vanguardia, son rasgos que me apasionan—comenta el gran artista, y luego hace alusión a su “coquetéo” con el tango—. El primer espectáculo que yo creé en mi compañía personal, antes de ser Director del Ballet Nacional, se llamaba ‘Tango Flamenco’, en el que nos presentábamos en vivo con once músicos argentinos que versionaban temas de Astor Piazzolla. Eran sesiones transgresoras, muy modernas. No contaban con bandoneones, utilizaban chello, violoncello, piano, batería. Era una fusión de danza española con tango argentino. Fue un espectáculo que tuvo muchísimo éxito con el que estuve de gira durante diez años por todo el mundo. Creo que conseguí entender la esencia de este arte, del tango, que me parece maravilloso. Con eso te digo que siento una gran admiración por la cultura argentina”, agrega.
Antonio Najarro admira y respeta muchísimo a los grandes exponentes de la danza argentina. “Pa
ra mí Julio Bocca es un gran referente. Me encanta como artista y la energía arrolladora que tiene. Paloma Herrera, Maximiliano Guerra… Argentina da grandes artistas con mucha intensidad. Como en la danza española, el gran porcentaje del éxito y del posicionamiento se debe a la personalidad que se manifiesta—asegura y explica por qué los bailarines españoles están catalogados como los mejores del mundo—. El bailarín español especializado en ballet clásico y danza contemporánea, al mismo tiempo tiene que zapatear. Además, del virtuosismo que requiere el flamenco, tomar las castañuelas, un instrumento de percusión que también exige muchísimo trabajo. Para ingresar al Ballet Nacional de España los bailarines tienen que pasar por pruebas muy duras y poseer un altísimo nivel”, dice.
Ansioso por recorrer Buenos Aires, sabe muy bien qué cosas le gustará vivenciar. “La idea es que en Buenos Aires me encuentre con un tango muy callejero. Lo que me llega al corazón es ver bailar una milonga por una pareja de ancianos, es algo que es lo que más me puede emocionar y enriquecer. Ahí es donde se ve realmente la historia de un país”, comenta.
Antonio Najarro es pura pasión. La danza fue, es y será su vida. “A mis 43 años, para mí bailar es una necesidad, es el momento en el que más ‘yo’ me siento. En cuanto a los valores, creo que la danza te hace ser mucho mejor persona”, concluye.