“FUE FACIL TRABAJAR JUNTOS”
BRAD PITT Y LEO DICAPRIO: DUPLA DE ORO
Tener juntos, en la misma película y sobre la misma “red carpet”, a Brad Pitt (55) y Leonardo DiCaprio (44) fue un sueño que se convirtió en realidad en la edición número 72 del Festival de Cannes y en ocasión de la avant premiere mundial del nuevo trabajo de Quentin Tarantino: “Once Upon Time in Hollywood”. El director americano volvió a la “Croisette” para presentar fuera de concurso su película, veinticinco años después de ganar la Palma de Oro por “Pulp Fiction”. Y, con él, desfilaron en la alfombra roja tanto sus protagonistas masculinos como la bellísima Margot Robbie. Un cast “so glamorous” que hizo delirar el público y por el que los fotógrafos estuvieron esperando durante varios días. Para Pitt y DiCaprio se trata de la primera vez juntos en la pantalla, por lo que nunca estaremos suficientemente agradecidos o agradecidas a Tarantino por haber juntado tanto esplendor: aunque Leo
fue el joven “Jack Dawson” de “Titanic” continúa teniendo una “baby face” a sus 44, mientras Brad sigue confirmando que es irresistible a pesar del tiempo. Alcanza con leer los mensajes en Twitter y Facebook para tener una idea de la repercusión que lograron: “Los dioses son inmortales” escribió alguien, otros le agradecen a Tarantino y hay quienes los definen como “los hombres ideales para los próximos doscientos años”. “Mientras filmábamos nos conocimos mejor. Lo nuestro se ha convertido en una relación cinematográfica, una asociación. En la película somos complementarios, diría que somos una sola persona”, dijo Pitt sobre la “buddy movie”, dentro y fuera del set, considerando lo que afirmó su “socio”, Di Caprio: “Brad y yo somos de la misma generación, esta película es una lindísima historia de amistad y fue increíblemente fácil crearla juntos”. Ambos ya habían colaborado con Quentin Tarantino; el primero como protagonista de “Bastardos Sin Gloria” y, el ganador del premio Oscar, en “Django Unchained”.
“Once upon a Time in Hollywood” , título que deja en claro el enésimo homenaje de Tarantino al director italiano Sergio Leone, tiene como protagonistas a “Rick Dalton” (DiCaprio ) y a “Cliff Booth” (Pitt): una vieja gloria de series de TV western y su fiel “stuntman” (doble de riesgo) que fatigan en encontrar espacio en una ciudad y una industria cinematográfica que parecen no estar más interesadas en ellos. Ambientada en Los Ángeles de 1969, la película se estrenara a cincuenta años del homicidio de Sharon Tate, quien murió embarazada de ocho meses a manos de los miembros de la secta de Charles Manson. En el filme, Tate, mujer de Roma Polanski, es una de las vecinas que tiene Rick Dalton en su casa de Bel Air. Un guión, según lo dicho por Tarantino, sobre el cual trabajó durante cinco años y con el que, considerando el “cast” estelar—desde Al Pacino a Damian Lewis, Dakota Fanning y Lena Dunham—no quedan dudas que será un nuevo culto. Por primera vez juntos en cine, Brad Pitt y Leo Di Caprio compiten en excelencia, demostrando tener una química especial: si el segundo es, como siempre, excelente en el papel de la estrella insegura, quien se siente mediocre en un engranaje mucho más grande y complejo, el primero sorprende regalando una de sus mejores interpretaciones. Cliff, que desde hace tiempo hizo las paces con sus fantasmas y desilusiones, representa la vida práctica y concreta que te encara con toda su violencia, esa mirada desencantada que sabe mirar mas allá de la ficción. “Me identifiqué enseguida con Rick Dalton. Yo crecí en la industria cinematográfica y entiendo a Rick, que mira alrededor, ve que los tiempos están cambiando y que él se quedo atrás. Yo, al contrario, he sido afortunado”, confesó DiCaprio.