“ARGENTINA ME ES MUY FAMILIAR”
ALBERT BARO: DE ALUMNO DE “MERLI” A GALAN DE POLKA
Ni los 50 minutos en auto que separaban a su pequeño pueblo —San Esteban de Palautordera — de Barcelona, donde grabó la exitosa serie catalana “Merlí”, ni las cinco horas de diferencia horaria entre su
país natal y la Argentina, donde se instaló para protagonizar ATAV (“Argentina, Tierra de Amor y Venganza”) complicaron a Albert Baró (23). Después de tres temporadas rodando en un colegio abandonado de un barrio residencial de la capital catalana, desde hace seis meses los días del actor español transcurren entre decorados de época, cuadras enteras pavimentadas con fachadas antiguas y livings aristocráticos de principios del siglo pasado.“Recibía muchos comentarios de gente de aquí que estaba viendo Merlí. Es una locura y alucinante que ese producto catalán haya llegado
tan lejos. Que algo pequeño, pero hecho con mucho cariño, fuera favorito de tanta gente en lugares tan lejanos. A veces me pasa que me felicitan y no sé por qué proyecto es, si por Merlí o ATAV”, aclara quien desde su desembarco a Buenos Aires, a fines del año pasado (donde celebró su primer año nuevo lejos de casa) duplicó sus seguidores en Instagram hasta llegar al millón.
Si bien su gran salto estuvo ligado al alcance mundial que cobró gracias a la plataforma Netflix, Baró convive a diario con la repentina popularidad adquirida como primera figura en una tira de eltrece. “Me gustan mucho los retos y para mí este es uno muy grande. Trabajé en Barcelona y en Madrid, y ahora me fui de mi país porque también me tienta salir de mis zonas de confort. Es un orgullo formar parte de esta propuesta en la Argentina, que tiene una historia y una producción novedosa para la televisión de aquí”, admite el ex alumno de “Merlí” que compone a Bruno Salvat, un hombre honesto y noble dispuesto a arriesgarlo todo para vengarse de Torcuato Ferreyra (Benjamín Vicuña) post Guerra Civil Española. Maravillado con la gastronomía porteña, el actor que debutó a los 12 en la cadena TV3 y se formó en clases de teatro, elige el asado por sobre la paella, plato típico de su país; además de adoptar ciertas costumbres argentinas como el ritual del mate amargo en el set o las salidas nocturnas con sus compañeros de elenco.
Hincha del Barcelona y admirador de Ricardo Darín y Diego Peretti, devela que para acortar las distancias, sus padres suelen reunirse con su abuela de 91 años para ver la novela de Pol-ka por Internet. “La Argentina me era muy familiar desde el primer momento y me sentí muy cómodo con todo desde que llegué. La vida que se lleva aquí es muy parecida a la de allá y ya adopté el ‘che’ y el ‘boludo’. Hay mucha influencia entre ambos, son dos países que se miran, hermanos. Acá tenía mis referen
tes, mis películas, había visto las últimas que me fliparon: Relatos Salvajes, El Ángel, Nieve Negra, con Darín y Sbaraglia, de hecho hice el casting para esa peli, y al final no quedé”, dice. Y aunque algunos rumores, y fanáticos entusiastas de “Brunia” (la unión de Bruno y Lucía en redes sociales), se empeñan en vincularlo con su actual compañera de elenco Delfina Chaves, el corazón de Baró ya fue conquistado por Nerina Uturbey, periodista argentina radicada en Madrid. “Es una fantasía de la gente. Con Delfina nos queremos mucho, somos amigos pero no hay nada más. A mí nunca me había pasado esto de los rumores”, sentencia el actor debutante en las ligas de Pol-ka.