“NO TENGO COMPLEJOS”
NACHO SUREDA DE “EL MARGINAL”
No siempre tuvo el cuerpo tan trabajado, pero sí la vocación y constancia que lo llevaron a formarse desde muy chico como actor. “Tenía cinco años cuando hice mi primera obra, que dirigía mi padre actor y en el teatro que mi abuelo tenía en Escobar, donde crecí.
A los 12 también estuve en un capítulo de Los Simuladores”, cuenta Ignacio Sureda (29), quien en la piel de “Pantera”, el violento personaje de “El Marginal”, se volvió una de la caras populares de las dos últimas temporadas de la ficción éxito de Underground y la TV Pública.
“Pantera me cambió la vida. Imaginate que antes de filmar ¨El Marginal¨ había decidido irme a vivir y probar suerte en México, después de un año y medio sin conseguir trabajo como actor. Había hecho un curso de neutro, empecé a vender las cosas de casa, inclusive mi auto, y también había sacado pasaje cuando me llamaron para el casting”, agrega “Nacho” sobre las circunstancias que definieron su llegada a la serie. Su personaje gustó tanto que los guionistas cambiaron el final y lo mantuvieron vivo para la tercera entrega de la historia.
“Fue la oportunidad de mi vida. Me lo tomé a fondo. Para lograr el personaje estuve mucho tiempo encerrado en casa, me aislé de todo. Para este año me preparé con un fisicoculturis
ta, con Adrián Siri. Fueron tres meses comiendo un kilo de carne y un kilo de pollo por día, galletas de arroz, agua baja en sodio y nada más. El entrenamiento no fue de tantas horas, sino de calidad. En esos meses dejé de salir y tampoco podía tomar sol porque mi personaje estaba en cautiverio. Así que cambié mi hora de sueño: empecé a dormir de día y a vivir de noche. A la una de la mañana salía a andar en bici después de entrenar y cenar y de madrugada me ponía alguna película hasta las siete de la mañana. No siempre tuve este cuerpo. De hecho cuando pegué el estirón en la adolescencia quedé larva, muy flaco. No me sentía cómodo y a los 17 me metí al gym porque quería buen lomo”, confiesa el actor, que, curiosamente, vivió diez años en el mismo departamento que habita hoy pero sin televisión, ni internet. “Fue una época un poco hippie. Sólo escuchaba música. Yo también canto y toco un poco la guitarra. Siempre le di más bola a la parte actoral. Igual hace dos años que ya tengo tele”, detalla con humor.
“No me incomoda que me señalen como una especie de sex symbol, tal vez sí que me encasillen; quedar como el musculoso, el hot, el chongo. Porque detrás de todo eso hay una formación, hay laburo. No me hice conocido por un cuerpo, sino por un personaje que si bien está en cuero todo el tiempo, es un personaje. Me estoy adaptando un poco a todo eso,
¿no? A que me cosifiquen un poco”, asegura entre risas. “No me pone mal. Me divierte ser sexy. No reniego de esa parte mía porque soy eso también. Diría que me siento a gusto con lo que veo, me disfruto. Soy muy estético, me gusta vestir bien y hasta he trabajado como vendedor de ropa”, afirma el actor que alguna vez también confesó su costumbre nudista en la intimidad.
“Sí, es verdad, desde chico me molesta andar vestido. La ropa es para la calle y el frío. Si está lindo en casa, ¿para qué? Soy muy libre y no tengo complejos. Me gusta andar como Dios me trajo al mundo. En invierno se complica, pero cuando tengo ganas mando la ¨calefa¨ a full y no hay problema. Alguna vez alguna vecina me ha mandado por chat una foto que me sacó tomando sol por ejemplo. Me encantaría ir a una playa nudista, nunca fui. Sería como mi ámbito”, bromea. Del mismo modo que muchas fans le acercan elogios por su trabajo como actor, otras se atreven a propuestas más osadas. “Pero a mí no me gusta eso del histeriqueo virtual. Soy más del cara a cara”, dice.
“De una mujer lo físico me atrae pero no es todo. Me gusta la mujer inteligente, la que se cuida y arregla y la que se preocupa en estar bien. También la que huele rico, eso es clave (risas) También soy muy romántico. Tal vez doy esa imagen del macho y galán que se levanta a todas, pero no es así. Hoy estoy mucho más tranquilo. No tengo sexo con cualquiera porque sí. Esa es una etapa pasada, porque laburé mucho en la noche, en boliches. No es fácil encontrar a alquien que saque esa parte mía pero soy un tipo muy cariñoso, súper tierno. Me cuesta engancharme. No me gusta la mujer confictiva, tampoco los celos”, concluye el actor, quien a la hora de contestar si esta en pareja o permanece soltero, sólo admite, con cierto halo de misterio un “estoy muy bien”, sin dejar de sonreir.
Agradecimientos: locación Hotel Patios de San Telmo @patiosdesantelmo Dufour Juguetería del Tomate.
“No me incomoda ser el chico sexy. Sí quedar encasillado en eso.”