MILAN FASHION WEEK
EXALTACION DE LA FEMINEIDAD
Las tendencias que surgieron desde los desfiles del Fashion Week de Milán son muchos y diferentes, aunque la exaltación de la femineidad resulte ser la principal. Para la primavera/verano 2020 sobre las pasarelas milanesas se vio desfilar a una mujer delicada y seductora, con aquella seducción un poco tímida y tremendamente fascinante. Es un tributo de chiffon y sedas livianas, acompañadas por estampados micro florales, mientras el rosa es el color de la temporada derivado en todos sus matices. Las formas del cuerpo se entrevén en un delicado juego de sobrexposiciones y volant y los volúmenes de las faldas y de los top son “bold”, como las formas de las corolas florales.
Polo, tailleur, pantalones derechos y de tiro alto y creaciones estructuradas y rigurosas para Prada: la femineidad es sofisticada, formal y un poco masculina. El primer día de los desfiles milaneses ha estado caracterizado por la nueva colección firmada por Miuccia Prada que elige el confort nunca banal y el estilo en la búsqueda de los géneros y de las lineas “limpias” de inspiración rigurosamente retro. Las trasparencia caracterizan los vestidos de algodón liviano, mientras que para los sacos en shantung Miuccia opta por colores más vitamínicos como el verde petróleo y el naranja infierno. Crop tops, pantalones amplios y sacos sobre los hombros, como divas de otras épocas: la mujer de Fendi es una mujer de carácter, que se distingue en un vértigo caleidoscopico de “trend”, citaciones y detalles que juegan con la estética de los años 70: desde el inconfundible monograma de estilo “seventies” de las maxi lentes, pasando por las nuevas versiones en clave ecofur de la franela cuadriculada, look “grunge nineties” y el matelassé, leit motiv para esta colección primavera/verano 2020.
Un mundo encantado es la moda de Vivetta: su colección es un homenaje
a los años sesenta con una serie de mini vestidos en algodón ceñidos a la cintura, con mangas a “pouf ” y faldas amplias y vaporosas. Vivetta nos cuenta una Grecia de encanto sofisticado, con estampados de colores mediterráneos, como el amarillo de los girasoles, el azul del cielo y el rosa del atardecer. No faltan las margaritas decorando atípicos sacos “sahariana” y aparecen los cristales Swarovski sobre vestidos en chiffon, shorts y sacos de corte masculino.
Francesco Risso, director creativo de Marni, con esta colección logra hablar de ecología, de sustentabilidad, de forestas que se incendian por intereses comerciales, de plástico que invade a los océanos. Temas simples, cotidianos, que todos conocen y que se han trasformado en problemas que conciernen a todos. Una colección donde la elegancia no se asusta de convivir con estéticas étnicas, de vestidos que se descomponen y se sobreponen no sólo para crear nuevos volúmenes, sino para compensarse el uno con el otro. Risso muestra una sabia aplicación de técnicas de atelier no sólo porque muchas prendas están realizadas con telas pintadas a mano y por lo tanto son piezas únicas, sino sobretodo porque con su “alucinada” imaginación a través de la moda logra contar la transformación de un pensamiento en un vestido, logrando un mensaje comprensible y concreto.
Con su natural capacidad, Giorgio Armani para la colección primavera/verano 2020 volvió a transformar en vestidos y accesorios una sensación aparentemente inmaterial. El desfile empieza con tonos neutros, marrones y beige, sobre sacos de hombros “redondos” y cinturas ceñidas, que lentamente se mezclan con el azul eléctrico, hasta llegar a una palette cada vez mas eterna hecha de tonos pasteles y de grises casi impalpables. Una historia hecha de colores y liviandades, trabajos y cortes usados para dar vida a una transposición hacia los vestidos de los elementos naturales.
“La más alta forma de elegancia es la gentileza” es el mantra de Anna Molinari para la primavera/verano 2020 de Blumarine. Una idea aplicada a las prendas de la colección, livianas y fluctuantes, de una femineidad refinada y explícita pero nunca vulgar. Aparecen unas rosas sobre los estampados de unos looks como símbolos universales de femineidad, característica que se repite en la elección de los géneros como el chiffon, voile y el raso “duchesse” y de los cortes que exaltan la “silhouette”. La prenda para tener es el sweater con lettering bordado de strass y
cristales, declinado en cinco versiones. El desfile primavera/verano 2020 de Gucci comienza en un ambiente con blancas luces de hospital con cuatro “tapis roulant” (cintas transportadoras) que transportan modelos vestidos en “total white” con prendas y conjuntos a mitad entre camisolas y camisas de fuerza. Después, la estética hospitalaria deja espacio a una nueva dimensión con un cambio de música, colores y formas. Las prendas autodeterminan a quien y cómo elige lucirlas: con trasparencias, con cortes estilo años setenta, con botas coloradas, guantes y lentes gigantes con maxi cadenas para lucir como collares. “I’m not a normal person”, dice la voz que acompaña la música en la sala, y hasta el lazo de la camisa de fuerza vuelve en cuero sobre un abrigo de hombre en color rosa. Es una moda reconfortante que acepta y contempla cada expresión
generando un poder expresivo de emancipación, de energía. Acá la diversidad es sagrada, los invitados lo saben y reciben a Alessandro Michele con una “standing ovation”.
“Welcome to the jungle”( bienvenidos a la jungla) es el tema musical y estético del desfile para el próximo verano europeo de Dolce & Gabbana que llevan sobre la pasarela una jungla urbana. Los temas florales, el estampado animalier en todas sus declinaciones (zebra, leopardo, tigre, jirafa...), las frutas exóticas y hasta los loros sobre las lentes de sol: la mujer pensada por Domenico Dolce y Stefano Gabbana se siente muy cómoda en la jungla. También los materiales usados hablan el mismo lenguaje: la rafia, que de material rústico se convierte en liviana y decorativa, y la seda de los pañuelos, usados no solamente al cuello o sobre la cabeza sino también como “crop top” y vestidos, son emblemáticos en este sentido. Particular atención, como siempre, hacia los accesorios: entre todos la “minibag" que se convierte en micro llevada a la muñeca, a la cintura y hasta al cuello.
Un vestido “ícono” es el punto de partida de la colección de Versace: Donatella vuelve a proponer la fantasía del vestido , el “jungle dress”, que Jennifer Lopez eligió hace veinte años para la entrega de los Grammy del 2000: un homenaje a una pieza que hizo historia. El estampado jungle aparece en una palette de rojos y naranjas en diferentes materiales para vestidos, faldas y hasta collares. La pasarela alterna el negro, elegante, a los colores flúo, sobretodo el fucsia y el verde, la bijiouterie es vistosa y dorada, a pleno estilo Versace, y los tacos son altísimos y aguja. Las prendas icónicas evolucionan con el uso de una técnica especial “tie-dye” (proceso de teñido con nudos), que viene utilizada creando un efecto marmolado en los tonos fluo. Final estelar con Jennifer Lopez sobre la pasarela, espléndida y en super forma a los cincuenta, que desfila con el mismo vestido verde “jungle print” que la convirtió en un icono fashion.