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LAS “EMPODERADA­S” MUJERES TRUMPS

MELANIA Y SU HIJASTRA IVANKA: PELEAS “FIRST LADY”

- FOTOS: AFP

Catorce años han transcurri­do desde que Melania (49) y Donald Trump (73) se casaron y el empresario ya lleva casi dos años como presidente de los Estados Unidos. Y en lugar de que los ánimos y ambiciones se calmaran, las diferencia­s entre la Primera Dama y la hija mayor de su marido, Ivanka Trump (37), cada vez son más notorias. En la intimidad de la Casa Blanca se comenta que la figura de Melania es cada vez menos importante y que el rol de “Firts Lady”, en realidad, lo cumple con todos los honores “la preferida de papá”. Desde siempre fue muy notoria la competenci­a entre ambas mujeres. Quienes, como todas las Trump por orden del presidente, visten asiduament­e de blanco (por ser el color que “empodera a las mujeres”) con vestidos o trajes que marcan bien sus cinturas. Es clara la debilidad que Donald siente por Ivanka, una exitosa empresaria, casada y madre de tres niños, quien tiene un alto cargo como asesora del presidente. Incluso, dicen que Donald le dio acceso a secretos del gobierno y hasta informació­n clasificad­a para irla preparando para que, quizás en 2025, pueda sucederlo si él cumpliera con un segundo mandato. Feliz con semejante distinción, Ivanka debía calmar los celos de su madrastra y dicen que con ese fin, le buscó una tarea que la mantuviera entretenid­a y lejos de la vida política. Durante los últimos meses Melania se encargó de la remodelaci­ón de las Salas Azul, Roja y Verde de la Casa Blanca. Supervisó el retapizado de paredes, el cambio de cortinas y la restauraci­ón de muebles. Sin embargo por las redes sociales destruyero­n su trabajo escribiend­o que dejó las salas que “dignas de un burdel por su dudoso gusto”.

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La esposa y la hija mayor del Presidente de los EEUU compiten por el poder y por ver quién luce mejor. Con tailleur y vestidos marcando sus cinturas, ambas mujeres eligen el blanco como el color que hoy es sinónimo del creciente poderío femenino.
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