PARIS FASHION WEEK
VUITTON & CHANEL: TENDENCIAS PARA EL VERANO
El desfile de Louis Vuitton primavera/verano 2020 que oficialmente cerró la París Fashion Week, y el mes de los fashion shows, es la consolidación estilística entre la “signature” de Nicolas Ghesquière (director creativo del brand ) y el ADN de la maison francesa logrando un extraordinario nivel de cohesión y coherencia. Una unión feliz y rebuscada que se tradujo en una colección rica de bordados y sofisticadas citaciones: desde la Belle Époque parisina hasta los años 60 y 70, mezclando el Art Nouveau con las estéticas de BIBA (mítica boutique en Londres de los años 70), para llegar a la creación de los nuevos pantalones presentados sobre la pasarela y ya destinados a convertirse en fetiche de la próxima moda en el verano 2020.
De tiro alto, elegantes y de allure de sastrería, rayados o de un solo color, con el zip a la vista, los pantalones Louis Vuitton son la cereza sobre la torta de una colección repleta de “must have” y prendas súper interesantes, donde el sello de
Ghesquière y los códigos Louis Vuitton se entrelazan con los volúmenes poéticos de las mangas abullonadas, los motivos liberty, los detalles gráficos que recuerdan a los vitraux colorados de la época, los bordados y los vivaces “pattern florales”, y con la cattleya (tipo de orquídeas) que se conviertió en un detalle recurrente sobre los cuellos de los sacos y camisas. La mujer Louis Vuitton mezcla los accesorios “edgy” y “avant Garde” ( las “ego bags” y las botas chunky) con un “flair boho chic”, en una mezcla fashion que sólo una mente visionaria y sincrética como la de Nicolas podía concebir y realizar, con un resultado muy creíble, rebuscado e intrigante. Después de la colección para el otoño/invierno 2019/2020 que nos llevó al Beauborg de París, con esta colección estamos frente a un nuevo viaje en el espacio y en el tiempo que une los contrastes y define en forma cada vez más clara la nueva estética de Ghesquière para Louis Vuitton.
El decenio icónico de los 60 vuelve a ser el protagonista de los looks que llevan toda la carga semántica de aquel período de revoluciones: desde la silhouette en trapecio de los mini dress a las fantasías coloradas que imitan las tapicerías hasta los “gilet” y las “T-shirt” de hilo. A través de las lentes del guardarropa masculino, las agujas de reloj fashion se mueven hacia el mood de los 70´, tendencia que en estas últimas semanas de la moda se ha confirmado como una de las más fuertes para la primavera/verano 2020. Ghesquière la volvió a leer en forma original: la suya no es la clásica citación “happy”, sino que al contrario, sorprende proponiendo una sastrería de otra época que creíamos perdida. Que los desfiles de Louis Vuitton , además del estilo, representen también un concentrado de celebridades no es una novedad. Pero esta año el “front row” de la colección primavera/verano 2002 estuvo de Oscar. Con las habitués del brand, como las testimoniales Catherine Deneuve, Alicia Vikander, Jennifer Connelly y Chloe Moretz, estuvo la pareja mas romántica de Hollywood y que raramente se muestran en público: Justin Timberlake y Jessica Biel.
No hay duda que los techos de París, con sus superficies de zinc, chimeneas y claraboyas, son lo mas fascinantes e icónico de la capital francesa. Pero si ademas sobre esos techos aparece el estilo inconfundible de Chanel, la magia está asegurada. Asi empezó, como una perfecta declaración de amor a la ciudad de París, el desfile de la colección primavera/verano 2020 de Chanel, firmada por Virginie Viard, el brazo derecho de los últimos años de Karl Lagerfeld, y quien hoy está al frente de la maison como directora creativa.
Kaia Gerber, hija de Cindy Crawford y una de las top del momento, abrió el show en versión “bon ton” in black&white, con blusa en tul negro con volados y minifalda blanca. Única nota de color la flor roja sobre el sombrero, adorno recurrente sobre varios looks en pasarela. El blanco y negro dominaron la palette de colores, remarcando su elegancia sobre pantalones en voile y top con volados, así como sobre las faldas en tafetán presentadas con blusas de mangas amplias, enriquecidas por puños “joya”, detalles, que junto a los cinturones con logo dorado, a los largos collares de perlas y a las sandalias con strass, iluminan los look. No falta el inmortal tweed, “must” del estilo Chanel, en sus vivaces tonalidades como el rosa, celeste, rojo y azul, usado para el enterizo de corte sastre con escote en V, revers y botones colorados, o para el vestido con cierre lateral y tajo. Entre los trend están el denim y las rayas, mezclados entre ellos “ton sur ton”, en el clásico blue jeans o en total red , para un efecto especial. Para la noche se convierten en protagonistas los conjuntos compuestos de sacos y shorts con perfiles de cristales y largas faldas de paillettes.
El cierre del desfile llegó con la incursión sobre la pasarela de la cómica francesa Marie Benoliel: la actriz, famosa por su personaje en el canal youtube Marie S’Infiltre se infiltró en el catwalk enfundada en un tailleur pied de poule y con un sombrero parecido al de los modelos, pero estuvo prontamente interceptada y acompañada a la salida por la top Gigi Hadid.