MAXIMA PURO GLAMOUR EN LA INDIA
DESLUMBRO CON LUJOSOS OUTFIT Y ORIGINALES TOCADOS
El 14 de octubre volvieron a pisar tierra india. Una de las civilizaciones más antiguas. Un país en el que los sentidos se alteran por su abanico de colores, aromas dulces y picantes, sabores especiados y texturas. Una tierra que genera sensaciones y deja huellas imposibles de olvidar. Así lo repitieron Máxima (48) y Guillermo de Holanda (52) al recibir una animada bienvenida con flores y bailes típicos en su primera visita como Reyes a la India. El avión de KLM aterrizó en el “Aeropuerto Internacional Indira Ghandi”, de Nueva Delhi, gracias a las expertas maniobras del propio Rey que ofició de copiloto. Dicen que la Reina aprovechó que su marido estaba al frente del vuelo para dormir y algunas huellas de su relax mostró al asomarse a la escalerilla del avión luciendo con un traje de Claes Iversen, su rostro sin maquillaje y su cabello revuelto. Pero luego, Máxima volvió a deslumbrar con los glamorosos outfit a los que ya tiene acostumbrados a to
dos. Primero impactó con un traje sastre y luego con un diseño de encaje de Natan, uno de sus diseñadores preferidos. Al día siguiente impactó con un vestido-capa con estampado floral de Jan Taminiau, en tributo al país anfitrión. La reina también brilló con su acostumbrado glamour en la sesión de apertura del “Tech Summit”, en Delhi, donde lució un vestido beige, de manga larga abullonada o “globo”, corte midi y frunces en la cadera, que acompañó con gran sombrero tipo pamela, de rafia naranja y plumas, en un claro guiño a Holanda. Para el encuentro con el primer ministro Narendra Modi (69) y con el presidente Ram Nath Kovind (74), en el Palacio presidencial, la reina llevó un espectacular vestido de encaje en azul, también de Natan, Con la falda por debajo de la rodilla, tenía un original lazo en el cuello que caía sobre uno de sus hombros y un tocado en el mismo encaje sobre el cabello recogido. A los que les sumó guantes de piel, cartera de mano de Sophia de Habsburgo y stilettos en color nude. Y, obviamente, sus preciadas joyas: pendientes y broche de aguamarinas, rodeada por brillantes que perteneció a la reina Juliana. También sorprendió con un vestido azul, con volados y un arriesgado anillo en el busto que volvió a romper el protocolo. Más allá del viaje en el que cumplieron con todos los honores y los ritos, la Familia Real de Holanda (una de las más ricas de Europa) debió enfrentar una pequeña discusión con su Parlamento pues a partir del próximo año su sueldo se incrementará en un millón más de euros. Hasta ahora ganaban 43,2 millones de euros al año y a partir de 2020 alcanzarán la cifra de 7,9 millones.
“La Reina Máxima enfrenta críticas: gana 43,2 millones de euros al año y a partir del 2020 cobrará 7,9 millones”.