FABIOLA & JULIANA: TRASPASO DE ESTILOS
AMISTOSO DUELO DE PRIMERAS DAMAS
El domingo 27, a las 10:45, Fabiola Yáñez (38)ingresó a la Universidad Católica Argentina juto al presidente electo, Alberto Fernández (60). Así como en las últimas semanas, su look ya no era el de la perio
dista y actriz que supo ser hasta hace unos meses, sino el de una Primera Dama con todas las letras. Integramente de blanco como marca la tendencia para la nueva temporada, hubo dos detalles que anticiparon el rol que asumirá desde el 10 de diciembre: los brazos cubiertos como indica el protocolo y un listón rosa en alusión al mes de la concientización sobre el cáncer de mama. El vestuario acorde y un guiño social, dos elementos en los que su antecesora, Juliana Awada (45), puso el acento en sus cuatro años como esposa del presidente Mauricio Macri (60).
Es innegable que si hay algo para rescatar de los útimos cuatro años de Gobierno es el rol social que desempeñó el matrimonio presidencial tanto en sus giras internacionales como en las visitas oficiales que recibió en la Argentina. En ese aspecto, Juliana tuvo un rol clave. Dio una lección de estilo en cada aparición. No hubo escenario que le quedara grande, muy por el contrario. Se adaptó a cada circunstancia de la mejor manera, por momentos rayando el límite que imponen los protocolos pero sin llegar a quebrarlos. “Es un estilo completamente relajado y desestructurado, como si
fuera un look que no está pensado. Se adapta a cada ocasión y destaca por no buscar la mirada, da la sensación que quiere pasar inadvertida respetando su lugar de acompañante del Presidente”, indica el asesor de imagen Bernie Catoira.
Aunque parezca una paradoja, Juliana realza su estilo sin usar accesorios, detalle que hizo que algunos lo catalogaran como “natural chic”. En esa línea, se caracteriza por un peinado con ondas muy suaves y naturales. Su permitido son las carteras y los zapatos: los usa de muy buena calidad e incluso de prestigiosas marcas internacionales. Así como impactó en los eventos más protocolares, como cuando le tocó ser anfitriona del Programa de Acompañantes de la Cumbre del G20, también conservó cierta frescura y espontaneidad con algunos looks más casuales, apelando a las zapatillas con plataforma, las remeras y los trenchs, en tonos claros.
No hay duda de que la vara está alta, y Fabiola lo sabe. Sin embargo, cada una es dueña de un origen y una escencia distinta que debería imprimir una impronta propia a su gestión. Juliana creció en el seno de una familia de buen pasar de Villa Ballester y se codeó con la alta sociedad desde joven, apoyada en el vínculo que su padre, Abraham, con el expresidente Carlos Menem. Sumado a eso, Awada conoció a Macri en 2009, después de dos relaciones largas: un matrimonio fugaz a sus 23 años con Gustavo Capello, y posteriormente, una relación de una década con Bruno Barbier, con quien tuvo a su hija, Valentina, quien votó por primera vez en las elecciones generales. Macri ya era padre de tres hijos: Agustina, Jimena y Francisco. En 2010, cuando él aún era Jefe de Gobierno aunque soñaba con ser Presdiente, se casaron y tuvieron a Antonia, su hija en común. Los tuyos,
los míos y la nuestra fue una fórmula que funcionó a la perfección. Más de una vez el actual presidente en ejercicio dijo que “sin Juliana, esta misión no hubiese sido posible”.
Distinto es el recorrido de Fabiola. Nació en Río Negro, después se radicó con sus padres en Misiones, más tarde tuvieron un breve paso por Rosario, y finalmente se establecieron en la localidad santafesina de San Lorenzo. A los 17 años, condujo un programa infantil en Canal 3 de Rosario y a los 19 años formó parte de algunas obras de teatro pequeñas. Luego, se formó con Dora Baret y Matías Gandolfo en el Actor’s Studio de Carlos Gandolfo. La actriz y la periodista crecieron a la par, tanto que tiempo después se graduó como licenciada en Periodismo en la Universidad de Palermo y enseguida comenzó una vertiginosa carrera en medios locales y extranjeros: Infobae, Página 12, América, C5N y Radio10; y fue corresponsal para CNN+ y el diario La Razón de España.
El Periodismo la acercó a Alberto. A propósito de su tesis de grado relacionada al Grupo Clarín, Yáñez entrevistó al presidente electo en 2013. La charla dio paso a un café y el flechazo fue casi inmediato. Tres años después, el 14 de mayo de 2016, desde Francia, Fabiola anunció su compromiso vía Instagram: publicó una foto que mostraba dos copas de vino blanco, sotenidas por las manos izquierdas de cada uno y, en el dedo anular de ella, un anillo de oro. “Engagé dans París, immensement hereux (‘Comprometida en París, inmensamente feliz’, en castellano)”, escribió la periodista.
Sus últimos trabajos en el espectáculos fueron en enero de 2018, en calle Corrientes cuando reemplazó a Sabrina Artaza, hija de Nito Artaza, en la obra “Entretelones”; en enero de 2019, con la obra “¡Otra vez papá!” “Después de los 50”, en el Multiteatro, junto a Manuel Wirzt; en su rol de panelista de Moria Casán en “Incorrectas”; y su último trabajo fue como columnista en el programa “Común y Corriente”, los domingos por la tarde, en Radio10, junto a Nora Briozzo y Néstor Dib.
El 29 de junio, en la recta final de la campaña hacia las PASO, Fabiola se abocó de lleno a visitar distintas comunidades con una agenda social propia, como lo hizo en El Alcázar, provincia de Misiones. En esas actividades, eligió remera, jeans y zapatillas. Con el contundente resultado de las urnas de agosto puesto, cobró otro vuelo, con su primer viaje internacional al acompañar a Alberto a España y Portugal, donde el mandatario electo tenía compromisos académicos. “Orgullosa de vos”, posteó la periodista y lució un vestido floreado acorde al final del verano europeo. Desde entonces, alternó actividades de carácter social con recorridas de campaña junto a Fernández. “Alberto es un hombre muy simple y sensible. Admiro su inteligencia, su capacidad y el temple que tiene para concretar lo que se propone”, sentenció Fabiola, la mujer que tendrá por delante la misión de dar contención y ser el cable a tierra del hombre que desde el 10 de diciembre guiará el rumbo de la Argentina.