Caras

“POR AHORA, NUESTROS HIJOS NO TIENEN MUCHO FEELING”

MARLEY Y FLOR PEÑA CON MIRKO Y FELIPE, EN PINAMAR

- Por Naiara Vecchio

Se observan y se miden. Las miradas fijas de uno hacia el otro son efímeras, no alcanzan a durar ni medio minuto. Y continúa cada uno jugando solos, con sus juguetes, a pocos metros de distancia. “Es rarísimo lo que pasa actualment­e entre ellos. A diferencia de lo que esperábamo­s, cuando los juntamos hay una disputa por tener los dos el mismo juguete y no terminan de sociabiliz­ar completame­nte”, cuenta Alejandro “Marley” Wiebe (49) sobre la relación de Mirko (2) y Felipe (2), el hijo de Florencia Peña (45). “Cuando le dije a ‘Feli’ que veníamos a la casa de Marley

a jugar y hacer fotos, me dijo: ¡‘Mirko, no’! Tienen sólo 15 días de diferencia de edad y se llevan mal… ahora no se pueden ni ver la verdad. Y es gracioso que nos pase esto cuando nosotros somos tan amigos”, dice por su parte la actriz de “Cabaret”. “Con Flor creemos que tiene que ver con que hasta los 3 años los bebés juegan más solos, en forma paralela. Segurament­e más adelante cuando no estemos tan pendientes de su relación, van a entablar naturalmen­te una amistad. Se van a reír cuando sean más grandes y le contemos estas cosas”, explica el conductor de “El Muro Infernal (Telefé)” a dos años de la primera producción que ambos hicieron para CARAS con sus bebés en la misma casa de Marley, en Pinamar. Y Florencia agrega entre risas: “O se seguirán llevando como el cul…”.

—Por lo pronto, a los dos les gusta y une el fútbol…

—Marley: Sí, el día que estaban en el jardín con la pelota les explicamos que tenían que pasársela y, por momentos, lo entendían aunque siempre que uno tenía el balón el otro también lo quería. Mirko ve una pelota y quiere patearla y gritar gol. Es fanático del fútbol y los autos. No es algo que se lo hayamos impuesto, solo eligió esas preferenci­as. Y si es feliz a mí me da lo mismo que juegue con una pelota o una barbie.

—Florencia: Sí se reconocen pero por ahora no tienen mucho feeling. Mirko tiene un carácter más extroverti­do, Felipe es más introverti­do y observador aunque también tiene personalid­ad fuerte. Por eso, quizás, suelen ignorarse. Separados están acostumbra­dos a ser los reyes de cada casa y cuando se juntan se espejan, compiten y chocan. Pero es cuestión de tiempo hasta que crezcan y se conozcan más. No hemos podido lograr que compartan algún juego. Es bien de loser que nuestros hijos se lleven mal. Con “Ale” nos reímos porque sabemos que están en una edad donde juegan más solos y más adelante naturalmen­te se

llevarán mejor.

—¿Cómo definirían bien la personalid­ad de cada uno?

— M.: Mirko manifiesta todo hacia afuera... habla muchísimo y siempre dice algo nuevo. Ahora está con el “ok” y levanta mal el dedo hasta que se da cuenta que tiene que alzar el pulgar. Es un niño risueño y feliz. Desde que se levanta, está de buen humor y canta todo el día. Dice frases enteras y los números en castellano, inglés y alemán. Me sorprende lo rápido que aprende porque nadie se lo enseñó. Lo escucha una vez en televisión y enseguida aprende las canciones enteras de los dibujitos, ya sea en español o en inglés.

“Educo a mis hijos con el ejemplo. Más allá de lo que les diga, ellos ven una madre luchadora, trabajador­a y libre, que hace lo que le gusta y es una mujer empoderada”. (Flor Peña)

El tema “El auto de papá” lo sabe de memoria y le gusta usar su ritmo con la letra de otras canciones. El otro día cantó “Arroz con leche” con la melodía de “El auto de papá” y te mira y se ríe ya que es consciente de ese cruce de canciones que hace. También se sabe las letras, dice: “Esta es la p de papá o la m de Mirko”. A mi mamá sólo la llama “oma”, que es abuela en alemán. Ella es descendien­te de alemanes y cuando hablan por teléfono: le dice: “¡Hola oma!” El otro día escuchó al hijo de mi prima decirle a ella: “Mami” y pensó que se llamaba así y empezó a decile: “Mami” pero le explicamos que no se llama así. Ahora es muy chico para contarle bien su historia y todo el proceso por el cual él nació pero cuando se dé el momento y me lo pida, se lo contaré.

—F.: “Feli” es muy sensible como mi hijo mayor Tomás Otero (16). Y a su vez es gracioso y lúdico como mi hijo del medio, Juan Otero (10): hace todo el tiempo personajes, le encanta imitar tonos de voces... Segurament­e hay algo en sus genes que heredó de mí. Felipe y Mirko son de una generación avanzada, moderna. “Feli” es una luz, mueve y saca lo que quiere del celular y televisión. Ahora ama el dibujito tren Roca

—En cuanto a los límites, ¿Les cuesta ponérselos?

—M.: Sí, pero trato de ponérselos. Él al que más prueba es a mí, entonces se empieza a reír cuando sabe que está haciendo algo mal. Me mira de costado y sonríe. Y a veces me cuesta porque me puede su cara desafiándo­me. Pero sé que no me tengo que reír más en ese momento. Mi hermano “Ricky” o mi primo Fernando son los que

“A los dos les encanta el fútbol pero cuando juegan cada vez que uno tiene la pelota, el otro quiere sacársela”

“Cuando le digo que papá se va a a filmar 'El Muro Infernal', él sabe que me tiene que esperar. Me sorprende cómo lo comprende”.

más le ponen límites. A veces agarra la computador­a, quiere tocar todo el teclado y ahí le decimos que no puede hacer eso. En cuanto a la alimentaci­ón, me hace caso: come sano y variado. Quiere todo lo que comemos nosotros. Le gustan mucho la carne, las milanesas, el asado y el pescado. Pero también come frutas y verduras. Ahora está fascinado con las rabas que comimos en la costa.

—F.: No me cuesta, pero se los pongo a mi manera y siempre me funcionó: yo no castigo a mis hijos, mis límites son explicando... hablando todo. Aunque en casa el que le pone más límites es mi pareja, Ramiro Ponce de León (46). —Difunden una crianza con libertad...

—M.: Sí, lo crío con total libertad pero con respeto hacia el otro. Quiero que él haga siempre lo que le genere felicidad, en eso no tengo límites. Lo amo demasiado para que algo me moleste de él. Lo educo para que sea un chico con valores, que respete siempre al otro. Me voy a ocupar fuertement­e para que sea una persona buena que trate bien a las mujeres. Aún me asombran los casos de femicidios que hay en el país y estoy convencido de que todo parte de la educación que uno recibe de chico. Si los niños ven agresión de chicos, luego repiten esas acciones. Él jamás va a ver una agresión mía porque soy una persona inofensiva pero igual voy a inculcarle el respeto y el gracias siempre.

—F.: Lo educo con el ejemplo. Más allá de lo que les diga a mis hijos, ellos ven una madre luchadora, trabajador­a y libre, que hace lo que le gusta y es una mujer empoderada. Supongo que “Ale” (Marley) al ser hombre buscará en las mujeres de su vida, que son muchas, el ejemplo para que Mirko luego las respete. Está buenísimo que los padres criemos a nuestros hijos con la conciencia del respeto hacia las mujeres. Yo también quiero que mis varones sean respetuoso­s con las mujeres.

—Este año sus hijos empiezan el jardín de dos años...

“Cuando le dije a ‘Feli’ que iríamos a lo de Marley, dijo:¡‘Mirko, no’! Es gracioso que nos pase esto cuando somos tan amigos”.

"Quiero darle una hermanita a Mirko pero no sé cuando. El día que quiera saber su historia y cómo nació se lo contaré, auque aún es chico"

—F.: Sí, Felipe este año empieza el jardín de dos en “Risas de la tierra”. Es una escuela musical donde también fue Juan: al ser los dos de libra son muy parecidos. Después va a ir a la Escuela Del Sol, que también tiene una vertiente artística. Y, por otro lado, estudiará Inglés para reforzar el idioma. Me gusta que mis hijos vayan a escuelas más progre, donde hablen más del individuo y de lo que quieren ser. En eso somos distintos con Marley: él es más alemán y tiene un pensamient­o más de derecha y yo, de izquierda.

—M.: Sí, cuando volvamos del viaje con “Por el mundo”, donde nos vamos en abril por tres meses, empezará el jardín. Ahora está yendo a una colonia y le encanta: ahí en contraposi­ción a lo que sucede con Felipe, sí sociabiliz­a y juega naturalmen­te con otros chicos. Quizás porque no estamos detrás suyo para que lo haga. Quiero que dentro de sus posibilida­des, por ser un bebé conocido, tenga una vida y relaciones lo más normal posible. A su vez, le voy a poner una huerta en casa para que aprenda a cultivar y tenga la responsabi­lidad de regar y ver crecer la planta. A él gusta mucho el contacto con la naturaleza: en Pinamar, le encantaba meterse al mar y que le diese la ola en la cara, teníamos que agarrarlo para que no se vaya muy lejos. También Mirko está en una edad donde él elige cuándo sacarse fotos. Y me encanta que ya pueda tomar las riendas de algunas cosas. Cuando le digo que papá se va a trabajar al canal para filmar “El Muro Infernal” y que me tiene que esperar, comprende el concepto. Me sorprende que sólo tenga dos años y ya lo entienda.

—¿Ya está en edad de tener una hermanita, como dijo que le gustaría darle a Mirko?

—Marley: Todavía no me decido porque es mucho el trabajo y tengo

que ver qué hago. Pronto lo voy a decidir. Sí, la idea es buscar su hermana con la misma donante así son hermanos de sangre. Si la donante lo acepta y salen varios embriones, te dicen el sexo de cada uno y se puede elegir hermano o hermana. “Flor” ya no busca la nena... ¡Ja ja ja!

—F.: ¡No! Ya con la llegada de Felipe cerramos fábrica. Básicament­e porque con la vida que llevamos con Ramiro no podríamos tener otro hijo más. Felipe lo ama, es tan fuerte la relación que tiene con el papá que no le gusta compartirl­o conmigo. Cuando yo estoy, me dice: ¡No mamá, ándate! “Rama” me dice que no me ponga mal por eso y yo me muero de risa. Me encanta esa relación que tienen solos.

—¿Cuáles son sus deseos de 2020?

—M.: Salud para Mirko, lo único que me importa es que él esté bien y feliz. Quiero que sea un niño con un proyecto de vida y un círculo social sano, en las antípodas de esos jóvenes acusados de la cruel y lamentable muerte de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. No puedo creer cómo los jóvenes se pueden arruinar en un segundo su vida y la de una familia entera. Me encargaré especialme­nte de educarlo para que sepa elegir bien sus amistades y forma de comportars­e con respeto hacia los otros. —F.:También deseo salud, amor y felicidad para mis hijos, mi familia y todos. Ojalá podamos aprender de todo lo que nos pasa y encontrar la forma de ser felices sin molestar a nadie.

"Felipe es un señor bebé y Mirko es más bebote. Como están acostumbra­dos a ser los reyes de la casa, si se juntan, chocan"

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Dicen que los nenes se reconocen pero que, por su edad, juegan más tiempo solos. Aunque piensan que cuando sean más grandes sociabiliz­arán más.
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Pinamar. Aseguran que Felipe y Mirko son parte de una generación avanzada, que entiende fácilmente todo. Y que los crían con total libertad y respeto hacia el otro, principalm­ente a las mujeres.
A dos años de la primera producción que hicieron para CARAS con sus bebés recién nacidos, Florencia y Marley volvieron a vacacionar juntos en Pinamar. Aseguran que Felipe y Mirko son parte de una generación avanzada, que entiende fácilmente todo. Y que los crían con total libertad y respeto hacia el otro, principalm­ente a las mujeres.
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 ??  ?? Florencia cuenta que Felipe empezará este año el jardín de dos en una escuela musical ya que elige para sus hijos una educación más progresist­a. Marley, en cambio, anotará a Mirko en una escuela alemana trilingüe.
Florencia cuenta que Felipe empezará este año el jardín de dos en una escuela musical ya que elige para sus hijos una educación más progresist­a. Marley, en cambio, anotará a Mirko en una escuela alemana trilingüe.
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El conductor confiesa que Mirko está en una edad donde elige cuándo sacarse fotos. Y que le encanta que él ya pueda tomar las riendas de ciertas cosas, como sucederá con “Por el Mundo”, a donde viajan en abril por 3 meses.
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La actriz de “Cabaret” cuenta que Felipe es sensible como su hijo mayor, Tomás Otero, y gracioso como su hijo del medio, Juan Otero. Destaca que le encanta imitar tonos de voces y personajes, como a ella.
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Marley desea que su hijo tenga una vida lo más normal posible. Le hará una huerta en su casa para que aprenda a cultivar las plantas. Dice que en Pinamar le le gusta meterse al mar y que las ola le den en la cara.
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Lozano en "Cortá por Lozano" y se prepara para la obra “Casados con hijos”, ser jurado en el “Bailando” y conducir "La Voz Argentina".
Se ilusionan con volver a trabajar juntos en tv. Por lo pronto, Florencia está reemplazan­do a Vero Lozano en "Cortá por Lozano" y se prepara para la obra “Casados con hijos”, ser jurado en el “Bailando” y conducir "La Voz Argentina".
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