MAXIMA CON PLUMAS DE FAISAN
LUCIO UN TOCADO VINTAGE EN HONOR A LA ABUELA DEL REY
Ya es muy conocida la gran debilidad que la reina Máxima (48) tiene por los sombreros y cualquier accesorio que pueda lucir sobre su cabeza. Pero como ya es su costumbre, la monarca holandesa volvió a sorprender en su reaparición pública luego de casi dos semanas sin mostrarse en eventos. Los reyes presidieron, en Ámsterdam, el seminario “Indonesia y Países Bajos: un Futuro Conjunto”, como anticipo del viaje oficial que realizarán el 10 de marzo al país asiático. Y Máxima reapareció con un sencillo vestido de Natán que ya había lucido exactamente un año atrás. Pero la novedad fue el casquete que eligió para cubrir su rubia cabellera esa jornada. Una especie de boina íntegramente cubierta por plumas naturales de faisán que creaban un dibujo hipnótico en tonos ocres, dorados y negro. Una verdadera joya vintage, dato que su íntimo entorno se encargó de aclarar para evitar críticas ante la controversia por la protección animal. Entre los allegados comentaban que el sombrero había pertenecido a la reina Juliana, abuela del rey Guillermo (52), y que ella lo tomó prestado del guardarropas de su suegra, Beatriz (82), demostrando una vez más la excelente relación que las une, y como un sentido homenaje. Un exquisito outfit que Máxima completó con sencillos pendientes de ámbar, en forma de lágrimas, cartera, zapatos y guantes en el mismo tono. Con muy poco make up y una gran sonrisa iluminando su rostro, la reina se encargó de desmentir, sin palabras, los rumores que, ante su ausencia de la agenda oficial de la Casa de Orange, hablaban de algún malestar en su salud. Su sofisticado look habló por ella y con su humor de siempre, volvió a dejar bien en claro por qué ocupa el trono de Holanda.