FELIPE VI SIN HERENCIA Y SIN “JUBILACION” PARA SU PADRE
EL REY ESPAÑOL LEJOS DE LA FORTUNA OSCURA DE JUAN CARLOS
Lejos de los tan criticados comportamientos de Juan Carlos (82), el rey Felipe VI (51) parece dispuesto a demostrar a los españoles que quiere diferenciarse de su padre. Y por eso revolucionó a todos al anunciar que renunciaba a la parte de la herencia que éste le dejaba. No conforme con eso fue por más. Y también ordenó que se le retirara su asignación presupuestaria, algo así como su “jubilación”. La drástica decisión de Felipe VI llegó como respuesta a las diferentes investigaciones sobre su padre que cuestionaron los orígenes de la gran fortuna que consiguió durante su reinado hasta 2014, entre los que se encontraría formando parte de una sociedad “offshore” creada por el rey emérito vinculada directamente a una no muy clara donación de Arabia Saudita. Ya que según el diario suizo “Tribune de Géneve”, en 2008, Juan Carlos recibió 100 millones de dólares del rey Abdalá en una cuenta en Suiza de una fundación panameña. Dinero jamás declarado por el entonces rey y que, encima, habría sido compartido con su ex amante, la empresaria alemana Corinna zu Sayn-Witggenstein y con otra íntima amiga llamada Marta Gayá.
“Esto lo hago con la finalidad de preservar la ejemplaridad de la Corona”, anuncia la Casa Real de España. “Por eso he decidido renunciar a la parte de la herencia de Don Juan Carlos que personalmente me correspondería”, comunicó Felipe VI. Así el rey renunció oficialmente a “cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad
institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona”, escribió en su corta explicación a semejante medida. Para que fuera legal y transparente, el rey dejó todo en manos de su bufete de abogados para no tener ninguna relación con el dinero de su padre quien, por su investidura goza de inmunidad a pesar de las investigaciones que se continúan haciendo. Según comentan en el Palacio, habría sido precisamente Letizia (47) quien más “insistió” a su marido para que cortara toda relación económica con su padre. Y así Juan Carlos dejará de “cobrar” la asignación fijada en el Presupuesto Real, una cifra de 194 mil euros durante 2020, después de ocupar el trono español por cuarenta y cuatro años. El pueblo confía mucho en Felipe ya que dicen que desde que nació y fue bautizado como Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia fue preparado para ser rey. Lo cierto también es que Felipe ya tiene su propia fortuna y no precisa lo que le deje Juan Carlos. El ama los autos y su garaje personal es una clara demostración. Allí descansan un Mercedes Maybach S600 Guard, considerado el auto más seguro del mundo, valuado en un millón cuatrocientos mil euros. También tiene barcos como el Aifos
500 que cuesta más de un millón de euros y ocho palacios reales (entre los que se destaca el Palacio Real de Madrid con tesoros invaluables, y dependencias en El Escorial, El Pardo, Aranjuez, La Granja de San Ildefonso o la Alomudaina, entre otros), además de cuantiosas propiedades en toda España. Sólo su retrato oficial vale más de 88 mil euros. Como Jefe de Estado pasó a cobrar más de 240 mil euros anuales y como rey, aseguran, percibe 934 euros por día. Todas estas cifras forman parte del presupuesto anual de la Casa Real (casi 8 millones). Toda la familia recibe 679.818 euros que dividen entre él, Letizia (“cobra” 133.530 euros), el rey emérito (195.232 euros), Sofia (109.260 euros) y el resto se divide entre los gastos del personal (3,8 millones de euros), bienes y servicios (2,8 millones), fondos de contingencia (112.000 euros) e inversiones (477.000). Felipe VI es el noveno rey más rico de Europa con un patrimonio neto de 16,7 millones de euros. Por todo esto Felipe no quiere quedar ligado a las irregularidades financieras de su padre quien lo había puesto como segundo beneficiario de la fundación Lucum “offshore” con los supuestos 100 millones depositados en el banco privado Mirabaud y en una cuenta “escondida” en Ginebra.