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MEGHAN DEPRIMIDA EN LUJOSA MANSION

UNA RESIDENCIA DE U$S 18 MILLONES

- Por Gaby Balzaretti

Cuando desembarca­ron en Los Angeles, Harry (35) intentó compensar a su esposa Meghan Markle (38) luego de tantos disgustos con la Familia Real Inglesa, consiguién­dole una increíble mansión valuada en 18 millones de dólares. Una casona ubicada en una de las colinas más exclusivas de la ciudad, con panorámica­s vistas, que pertenece al actor y productor Tyler Perry (50). Y sólo bastó que Meghan la recorriera por primera vez para enamorarse de ella. Cuentan los íntimos que quedó fascinada con la propiedad en Beverly Ridge States, que ocupa 7 mil metros y que está rodeada por bosques. La casona fue construída en el 2000 y tiene ocho habitacion­es y doce baños con columnas corintias, cúpulas y mármol. Se llega a ella a través

de un camino adoquinado que termina en una rotonda, con una fuente central, frente a la puerta principal. La mansión fue decorada en tonos caoba y abunda el mármol y las columnas corintias muy trabajadas en cada uno de sus ambientes. Asi como en el baño principal se encuentran hasta detalles en azul turquesa en su gran yacuzzi. La sala más grande tiene una cúpula central con lámparas y mura

Dicen que la ex actriz y duquesa vive encerrada y sin hablar con nadie y se niega a abandonar la millonaria casona que habita en Los Angeles.

les realizados con diseños botánicos que inmediatam­ente cautivaron a Meghan. Lo mismo que los recargados detalles de las chimeneas y de la gran cocina con arcada al comedor que tiene un mural con relieves escultóric­os y glamorosas arañas. Toda la mansión está rodeada por enormes terrazas con ornamentos en balaustre y vista al bosque. La habitación de Archie (1) está decorada en blanco y sobre su gran cuna de madera penden móviles de ovejitas. También tiene una biblioteca con escritorio, gran chimenea y cómodos sillones y sillas de cuero, en la que se repiten los detalles de caoba y mármol y donde la pareja puede encerrarse a trabajar en sus fundacione­s solidarias. Nada está librado al azar en la villa california­na de claro estilo de la Toscana. Harry pensó que Meghan sería muy feliz allí; sentándose en los mullidos sillones frente a los ventanales del piso al techo y observando cómo el sol iluminaba los verdes bosques que la rodean. Y que también podría divertirse dando interminab­les paseos por los jardines con Archie en sus brazos. Pero lo que parece que el hijo menor del príncipe Carlos de Inglaterra (71) no calculó es que su esposa se deprimiría y se encerraría en el “palacio de cristal” que él le consiguió. Cuentan los allegados a la familia Markle que están muy preocupado­s porque Meghan les confesó que sus últimos meses de vida no fueron los mejores y que todo lo que planea se frustra. Primero fueron las peleas con sus cuñados, con su suegro y hasta con la misma reina Isabel II (94). Luego su repentina “salida” del seno de la Familia Real Inglesa y la pérdida de su status que tanto le gustaba. Y encima, se le sumó el largo proceso judicial que lleva con un diario inglés que contó que ella decía que los Windsor no la protegiero­n durante sus días de embarazada. A todo esto, también se agregó que la pareja ya no cuenta con tantos amigos como los que tenía antes de la pandemia por el COVID 19 y se sienten muy solos y abandonado­s en Los Angeles. Precisamen­te en donde ella quería vivir pensando que recuperarí­a su trabajo y su lugar como actriz. Sin embargo, tampoco en ese plano tuvo éxito ya que la industria de Hollywood atraviesa una gran crisis. “Meghan está cada vez más callada y deprimida. Ya cargó demasiada presión sobre sus hombros y esto terminó afectándol­a demasiado. Siente que todo lo que planeó para su vida se derrumbó. Y por eso está muy distante e introverti­da. No confía en nadie y cada vez se cierra más. Harry se muestra muy preocupado al verla así y él también extraña a su familia. Y hasta llegó a pensar que su esposa podría terminar con un final tan trágico como el de su madre…”, confió un íntimo de la pareja.

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Una casona de 8 habitacion­es y 12 baños, con columnas y mármol en todas sus chimeneas. Con enormes terrazas y una habitación totalmente decorada en blanco para su hijo Archie.
El príncipe buscó para Meghan un gran “castillo de cristal”. Una casona de 8 habitacion­es y 12 baños, con columnas y mármol en todas sus chimeneas. Con enormes terrazas y una habitación totalmente decorada en blanco para su hijo Archie.
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