EL MILLONARIO DIVORCIO DE BILL GATES TRAS 27 AÑOS DE MATRIMONIO
POR U$S 124.000 MILLONES
Cuando se conocieron, a finales de los años ’80, William Henry Gates III (65) y Melinda Ann French (56) no podían siquiera imaginar el futuro que les tenía guardado el destino. Su primer encuentro se produjo en Microsoft, la por ese entonces prometedora, empresa que había creado el que se convertiría en el cuarto hombre más rico del Planeta. En 1987 ella se incorporó a la empresa, se enamoraron y comenzaron a vivir un romance que en 1994 los llevó al altar. “Había sólo dos posibilidades: o nos separábamos o contraíamos matrimonio…”, dijo años después Gates al recordar el momento. “Allí descubrí que Bill era metódico hasta en los asuntos del corazón ya que escribió en una pizarra blanca las ventajas y desventajas de contraer matrimonio…”, confesó Melinda luego de una increíble boda en la isla de Lanai, en Hawäi, con diez helicópteros sobrevolando la orilla para alejar curiosos. Como una férrea sociedad unieron su pasión en la vida y en los negocios hasta lograr propiedades en cinco estados, avión privado, una incalculable colección de arte, una flota
de autos de lujo, participaciones en bienes raíces, energía y hotelería y en docenas de empresas públicas, además de una fundación que maneja millonarios proyectos filantrópicos. Su amor se proyectó en la llegada de tres hijos: Jennifer (25) –graduada en Biología Humana en la Universidad de Stanford y estudiante de Medicina en Nueva York, además de una apasionada deportista y amante de la equitación que la llevó a competir en torneos nacionales e internacionales–, Rory (21) –estudió Informática y Economía y es poeta y escritor– y Phoebe (18) –que quiere dedicarse al baile–. Pero como hasta en el mejor de los negocios todo llega a su fin. Y así fue para el amor que los mantuvo unidos durante 27 años.
“Seguiremos trabajando juntos en la fundación humanitaria que tenemos pero consideramos que ya no podemos seguir creciendo juntos co
“Ya no podemos seguir creciendo juntos como pareja en esta fase de la vida. Y luego de pensarlo mucho, tomamos la decisión de poner fin a nuestra unión”.
mo pareja en esta siguiente fase de nuestras vidas… Después de pensarlo mucho y trabajar mucho en nuestra relación, hemos tomado la decisión de poner fin a nuestro matrimonio. Durante los últimos 27 años, hemos criado a tres niños increíbles y construido una fundación que funciona en todo el mundo para permitir que todas las personas lleven vidas saludables y productivas. Pedimos espacio y privacidad para nuestra familia mientras comenzamos a navegar en esta nueva vida”, anunció al mundo oficialmente el millonario al ser fotografiado por la agencia Guacamouly.com. Y fue su hija mayor, Jennifer, quien tomó la palabra en nombre de sus hermanos: “Todavía estoy aprendiendo cómo realizar mi propio proceso e intentando entender mis emociones en este momento. Y cada miembro de la familia está haciendo lo mismo… Quiero agradecer las palabras de aliento de tanta gente y de apoyo pero no realizaré ningún comentario extra sobre el divorcio de mis padres. Es un momento muy desafiante el que está viviendo toda la familia”. Lo cierto es que ahora se avecina horas de grandes e importantísimas decisiones por el reparto de los U$S 124.000 millones de dólares ya que, según los abogados, no existe un acuerdo prenupcial, y sus hijos sólo recibirían 10 millones de dólares cada uno. “Todos ellos tienen herramientas para salir adelante. Tuvieron una gran educación y dinero. No hay motivos para pensar que serán pobres, así es que el dinero se utilizará para ayudar a gente que de verdad lo necesite”, estipuló la pareja tiempo atrás. Mientras la abogada Janet George –del bufete de abogados McKinley, experta en divorcios millonarios como el de Jeff Bezos y su esposa MacKenzie que se quedó con una cuarta parte de Amazon en la separación– expresó “En este divorcio no es un 50-50 obligatorio… Los tribunales pueden otorgar más o menos dependiendo de lo que se justo y equitativo…”