“DIOS NUNCA PONE PRUEBAS QUE NO PODAMOS SUPERAR”
ESTEBAN BULLRICH ANTE SU BATALLA MAS DIFICIL
Su vocación transformadora, su familia y sus amigos son sus sostén. Así se lo hizo saber Esteban Bullrich a sus íntimos y colaboradores poco después de enterarse de su diagnóstico. El senador por Cambiemos confirmó en un comunicado público que padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y causó un sentimiento de solidaridad en todo el arco político y en la sociedad. Se trata de una enfermedad que provoca parálisis muscular de manera progresiva y que afectó a personalidades como el físico británico Stephen Hawking (quien convivió 55 años con esa dolencia), el escritor Ricardo Piglia, el humorista Roberto Fontanarrosa y el actor Sam Shepard, entre otros.
“Cómo católico, creo que Dios nunca nos pone pruebas que no podamos superar”, enunció el exministro de Educación en su comunicado. A partir de ahora, inciará un estricto tratamiento acompañado de su esposa, María Eugenia Sequeiros, y de sus cinco hijos. “No me voy a mover de donde estoy. Esta situación no me impide continuar con mis funciones. Tengo un compromiso asumido con los bonaerenses y con los argentinos que no se modifica por este diagnóstico”, explicó Bullrich, quien enfrenta el diagnóstico con valentía y optimismo: “Esta enfermedad no me define. Vivo una vida feliz y maravillosa y este desafío me pone frente a la necesidad de hacer más cosas y de hacerlas mejor”. En ese sentido, asumirá este desafío con el mismo compromiso que dedica a su rol político: “Voy a sumar una prioridad más a mi vida. Parte de mi trabajo va a enfocarse en mejorar las condiciones de vida y la
calidad de los diagnósticos de las personas con ELA en la Argentina. Hay mucho por hacer y me comprometo a hacer mi aporte”.
Aún con el diagnóstico de ELA confirmado durante un viaje a Estados Unidos en el que se hizo estudios específicos y consultó a médicos locales, Bullrich anticipó que seguirá desarrollando su tarea legislativa y su participación en distintas comisiones de la Cámara alta (es vicepresidente de la de Presupuesto y Hacienda y vocal en otras siete). Además, tiene el título de piloto de avión y es un fanático del ajedrez, al punto de disputar hasta siete partidas en simultáneo.
Sus colaboradores aseguran que es muy amigo de sus amigos y que en las filas del PRO es un dirigente querido por casi todos, algo muy difícil en un ambiente como el de la política. Lo destacan como alguien que sabe dar consejos y contener a sus colegas, como sucedió cuando Juntos por el Cambio perdió las elecciones presidenciales de 2019 y vio a sus dirigentes amigos tan deprimidos que los invitó a comer a su casa, les hizo de comer y los incentivó a no bajar los brazos ni dejar de pelear por sus ideas.
“Esta enfermedad no me define. Vivo una vida feliz y maravillosa y este desafío me pone frente a la necesidad de hacer más cosas y de hacerlas todavía mejor”.