“ESTE BEBE ME LO MANDO MI PAPA”
VALERIA GASTALDI, EMBARAZADA
Aunque la procesión va por dentro, Valeria Gastaldi (38) irradia optimismo. “Mis hijos han sido divinos conmigo y todos juntos como grupo familiar estuvimos muy unidos. Obviamente uno queda movilizado porque por más de que sabe que puede suceder algo, nunca está preparado”, asume la cantante y ex 'Bandana' con la dualidad de atravesar un embarazo –el tercero con Facundo Pereyra Iraola (44)– tras el sinsabor de la partida de su papá Marcos. “Cada edad es diferente, no es lo mismo tener un hijo a los 28 que a los 38. Y este viene siendo un embarazo súper sensible. Re creo en el destino y personas muy especiales me han dicho que este bebito me lo mandó mi viejo. Yo realmente lo creo y apenas me dijeron que era varón pensé en ponerle Marcos de segundo nombre. Lo sentí cuando tuve la primera ecografía”, reconoce quien se enteró la noticia con dos meses de gestación y jamás vislumbró que otro varón venía en camino. “No lo intuí para nada, siempre hay señales que te indican pero estaba convencida que era mujer, todos nos habíamos hecho la idea. Y como los chicos querían un nene festejaron y saltaron cuando se enteraron”, recuerda. Aún cuando la invade un sentimiento agridulce, la compositora demostró entereza para acompañar a Santino (11) y Manuel (6). “El proceso de mis hijos fue silencioso. Yo no soy de estar llorando en casa pero si obviamente estaba muy triste y se me notaba. Mis hijos me han hecho el aguante, sin dejar de ser yo un sostén para ellos. Santino había disfrutado mucho a su abuelo todos los primeros años de vida y Manuel ya desde muy chiquito lo vio con su enfermedad avanzada. Fue una etapa muy larga y en algún lugar se venían preparando aunque por otra parte el final fue repentino”, sostiene la artista que, sin proponérselo, logró drenar parte del dolor para sanar con melodías. “Durante todo el confinamiento aproveché el tiempo y
Valeria junto a su perra Azul y sus dos varones, ambos muy futboleros. La ex 'Bandana' pensó que tendría una nena pero le falló la intuición.
“Es un embarazo súper sensible porque cada edad es diferente. No es lo mismo un hijo a los 28 que tenerlo a los 38”.