“VESTIR UNA PRIMERA DAMA ES UN HONOR”
GABRIEL LAGE, UNO DE LOS ELEGIDOS DE FABIOLA YAÑEZ
Alo largo de su historia como un verdadero artesano de la alta costura argentina, Gabriel Lage (55) se ha caracterizado por dejar bien marcado su sello personal y su impronta. Las mujeres más importantes y famosas del país atesoran en su guardarropas alguna de los diseños que él les supo crear. Carolina “Pampita” Adorhain (43) lo eligió –en noviembre de 2019– para que creara su traje de novia. Es un hombre seguro, “un poquito terco” como sabe reconocerse con humor, casi un obsesivo que también esconde un costado tierno y naif que las mañanas de los domingos lo encuentra divirtiéndose con nostálgicos dibujitos animados junto a su perra Umma. Y, si hay alguien que de desafíos sabe, es él. En 2017 fue elegido por la por entonces Primera Dama Juliana Awada (47) para que le diseñara un traje que llevó su nombre por toda Europa y lo ayudó a desembarcar, luego, en España. Por eso a nadie sorprendió que en esta oportunidad fuera Fabiola Yañez (39) quien le diera un lugar especial en los outfit que luciría durante su gira por Europa acompañando al presidente Alberto Fernández (62). La bella mujer rubia que el 10 de diciembre pasado cumplió un año como Primera Dama de los argentinos ya se hizo famosa por su tendencia “lady chic” o “lady like” –término que hace referencia a lucir como una mujer elegante, recatada y femenina, con detalles de colores plenos y texturas–, con modelos con corte en la cintura, polleras sueltas o acampanadas y hasta un sutil aire romántico con lazos y volados. Aseguran los entendidos del mundo fashion que Fabiola de día prefiere las tonalidades claras aunque, cada tanto –como en su desembarco en Portugal que lució un vestido de Adrián Brown en violeta, con stilettos Sarkany– incorpora algún atuendo en un tono fuerte. Dicen que es despojada y que se preocupa por transmitir una imagen prolija que sostiene con el cabello
muy natural –que sólo semi-recoge en ocasiones especiales– y un make up en tonos rosados que jamás llegan a ser estridentes. Tampoco usa accesorios ni joyas (aunque esta vez sumó algunas de Rubí Rubí); sólo una pulsera de plata en su muñeca derecha. “Vestir a una Primera Dama es un honor, un placer, un inmenso privilegio…Porque ellas son las embajadoras ante el mundo. Es poner tu creación para que se luzca en la vidriera más importante del mundo. También te suma una responsabilidad muy especial. Y una ansiedad que, por momentos, se torna insoportable. Porque te moviliza todo; los sentimientos, el trabajo, el orgullo… Estás ante los ojos del mundo, sin dudas. Cuando me eligió Juliana Awada para que le hiciera un vestido estaba muy asustado. Y encima, en el mundo entero hablaron de su duelo de estilo con una Reina… Pero ya con mi experiencia el miedo también es como un respeto especial. Y yo cuento con algo maravilloso que es mi intuición. Esa es quien me avisa esto sí o esto no”, cuenta Lage, entusiasmado pero muy medido con sus palabras. Y aunque no fue el único diseñador argentino elegido para crear las especiales prendas con las que Fabiola Yañez brillaría en Europa, Gabriel cuenta su particular experiencia. “El equipo de ella tomó contacto con nosotros y así nos reunimos con Fabiola. Cuando se piensa en Primera Dama lo primero que salta es política y cuando se piensa en moda se relaciona con algo frío y glamoroso. Y no es así. Por eso para mí la moda no se tiñe de política. La industria de la moda va ligada a una vida de sacrificio y de mucho trabajo. Además, la Argentina está muy lejos de todas las posibilidades económicas que tiene Europa. Acá hacemos un trabajo artesanal y todo a pulmón. Por eso con mi equipo, mi socio Eduardo Ramírez, mis asistentes Mónica y Gabriela, entre otros tantos, trabajamos mucho para que en Europa vean nuestros productos. Ella es realmente un mujer divina, simpática y que nos hizo sentir muy cómodos. Fuimos definiendo juntos el estilo que quería y yo, como siempre hago con las mujeres que me
“Crear para mujeres tan especiales te coloca en la vidriera más importante del mundo… Estás ante los ojos del Universo”.
vienen a consultar, le dije lo que pensaba que podía quedarle bien”, relata mientras repasa las redes para comprobar las primeras reacciones. Y aunque resulta un muy buen “profesional” que guarda los secretos de sus clientas, Gabriel también revela algunos detalles de los outfit que especialmente prepararon para la Primera Dama. “Realizamos cinco piezas cuyos estilos dependían de los eventos en los que se presentaría. Ella quería sencillez para todos los modelos. Y le creamos algo no absolutamente sencillo pero sin exagerar. Obviamente que cada outfit se completa con su tapabocas en composeé. Porque armamos conjuntos con sus complementos como para que no tenga que estar pensando con qué lo combina. Además, hay que adecuarse a esta época de pandemia y llevar todo pensado con cierta antelación. Es un momento muy álgido para el mundo y también lo es para la moda. Dentro de mis modelos no le armé ningún conjunto con pantalón y tampoco llevará “Gala”. Así es que tiene un protocolo sencillo con vestidos muy tranquilos. Utilizamos géneros, como siempre, recreados por nosotros. Recortados, con tramas o sedas. Todo muy elegante, como se visten en Europa, pero apenas de Coctail sin llegar a Gala. Los colores son los que hacen que ella se sienta cómoda y lo mismo sucede con los largos de las prendas. Tampoco hay pedrería ni estridencias de por medio porque no es momento en el mundo para apelar a ese recurso. No hay que exagerar; sí mostrar buenas piezas. Por eso intento mostrar al mundo que en la Argentina se puede crear y hacer modelos de calidad. Siempre tengo en claro que la estrella es la que lleva el vestido y no el diseñador. Y ella es una mujer espléndida y arriesgada que representará al país muy bien. Será nuestra embajadora de lujo ante el mundo”, concluye un tímido creador que atesora títulos como el de “El Valentino de la Argentina” –Para mí fue un enorme orgullo que alguien me nombrara así. Porque Valentino es a quien he admirado toda mi vida. Creo que es quien más entendió a las mujeres. Y eso, también me gustaría llegar a poder ser algún día”– en la intimidad de su atelier de Barrio Norte, donde se respira un permanente homenaje a su padre sastre y a su coqueta abuela Josefina que le transmitieron su pasión por la moda y lo convirtieron en un meticuloso y perfeccionista creador fashion. “Yo sólo trato que se me reconozca por la calidad de mis prendas y no por un estilo en particular. Eso lo veo en la mujer que llega a mi atelier. También quiero que la mujer se sienta cómoda con una pieza mía para que así se pueda desenvolver naturalmente en el lugar en el que se encuentra”, sentencia con el indiscutido sello Lage.